En una carrera emocionante y llena de sorpresas, como suele serlo, pero con el agregado de una grilla ampliada con fabricantes de primera línea, la Ferrari #50 pilotada por el danés Nicklas Nielsen ganó las 24 Horas de Le Mans.

La competencia de resistencia más importante del automovilismo tuvo muchísimos incidentes, pero sobre todo fue marcada por la lluvia intermitente que, desde que estaba anocheciendo, cayó sobre el larguísimo circuito de La Sarthe (casi 14 kilómetros), lo que hacía difícil evaluar las condiciones de una pista que estaba apenas húmeda en algunos sectores y casi anegada en otros.

Las distintas intervenciones del auto de seguridad (en rigor, son tres autos que dividen a los competidores en tres pelotones), que debieron salir a la pista tanto para dar tiempo a reiterar coches accidentados, reparar barreras e incluso para anular la peligrosidad de rachas de lluvia torrencial, dieron grandes dolores de cabeza a los estrategas de cada equipo.

El gran parque convocado para esta edición del WEC (Campeonato Mundial de Resistencia, por sus siglas en inglés) hizo que la competencia en la categoría Hypercar (prototipos que llegan a casi 400 km/h) se volviera tan fiera como cambiante. BMW, Lamborghini, Alpine (Renault), Peugeot y Cadillac (Chevrolet) contribuyeron a un gran espectáculo, en el que los Porsche parecían candidatos (largaron en punta) y dieron combate hasta la mitad de la competencia, pero poco a poco todo fue decantando en duelo entre Ferrari y Toyota.

Luego del amanecer, José María Pechito López tomó el volante del Toyota #7 y comenzó una labor de persecución de las Ferrari que puso los pelos de punta a sus fanes nipones y rioplatenses. El cordobés llegó a girar con la pista mojada hasta cuatro segundos por vuelta más rápido que sus rivales, pero debió parar por combustible y el tiempo no le alcanzó.

La victoria total y en la categoría Hypercar se la llevaron Ferrari y la tripulación compuesta por Nielsen, el español Miguel Molina y el italiano Antonio Fuoco. Detrás llegaron el Toyota que manejaron López y los ex Fórmula 1 Kamui Kobayashi y Nyck De Vries, y completó el podio la Ferrari #51 de Alessandro Pier Guidi, James Calado y Antonio Giovinazzi.

En la categoría LMP2 el primer puesto fue para el coche de United Autosports, conducido por Oliver Jarvis, Bijoy Garg y Nolan Siegel.

En LMGT3 la victoria fue para el equipo Manthey EMA, con un Porsche 911 que manejaron Yasser Shahin, Morris Schuring y Richard Lietz.

De este modo, Ferrari triunfa por segundo año consecutivo en Le Mans, en lo que parece un retorno exitoso de la fábrica italiana a las competencias de resistencia. Tras varias décadas de permanecer alejada de las categorías de prototipos (hoy llamados hypercars), Ferrari decidió volver en 2023.