Tras la fijación de la octava fecha del Campeonato Uruguayo de Fútbol Femenino, en la que se estableció que varios partidos se jueguen en complejos, las jugadoras, por intermedio de la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales, decretaron un paro y el fin de semana pasado no hubo actividad.
El ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) no convocó a la Mutual ni a los clubes para mediar y levantar el paro, pero las tres partes intercambiaron este lunes, cuando se vieron en una reunión que se hace quincenalmente para gestionar una mesa de trabajo en conjunto, aunque al gremio no se le reconoce formalmente la representación de las jugadoras.
Por su parte, las jugadoras expresaron: “Seguiremos sin actividad hasta que tengamos garantías de que los actores del femenino se comprometan a trabajar en conjunto, ya que de momento es la Mutual denunciando ante la federación. Ante la falta de normativa, la mesa sigue permitiendo que se fijen los escenarios que no cumplen con las condiciones que gremialmente establecimos; hace un mes que advertimos que no vamos a aceptar esa situación, pero semana a semana eso se repite y tenemos que denunciar”.
Las futbolistas manifiestan que esa mesa de trabajo tiene varias dificultades. Una de ellas es la poca concurrencia, ya que como no hay obligatoriedad, van tres, cuatro o cinco clubes –Peñarol, Nacional, Liverpool, Danubio y Boston River–, de forma aleatoria, ni siquiera constante.
La reunión no arrojó ninguna solución. Desde el Ejecutivo del femenino de la AUF dijeron a la diaria que llevaron una posible alternativa a tratar con las involucradas, pero no dieron detalles: “Son instancias para dialogar y construir, pero no resolutivas en ese punto”, dijo la presidenta, Mariana Fernández.
El reclamo de las jugadoras
Las futbolistas expresan que mientras no haya normativa que establezca que los partidos se deban disputar en escenarios que tengan las mínimas condiciones para la buena práctica deportiva, ellas se encargarán de determinar cuáles son las condiciones. “Nos quitaron de los estadios, cosa que entendemos, pero los complejos que nos fijan no están aptos porque no tienen las condiciones mínimas”, manifestaron desde la Mutual.
Lo que sucede es que, cuando se fijan los partidos y constatan que hay encuentros en complejos, desde el gremio tratan de negociar con los clubes, tratando, “por las buenas”, de buscar una solución con el locatario. Si el club no tiene una cancha para poner a disposición –como sucedió el pasado fin de semana con Canadian, que no tiene los medios económicos para alquilar–, solicitan a la mesa que disponga de oficio un escenario, pero este año la AUF no lo está haciendo. El año pasado fue diferente, ya que se fijaban la mayoría de los partidos en el Parque Palermo y el Complejo Rentistas, además del Charrúa, que este año no se está utilizando sistemáticamente pese a que es un estadio que se reformó para el fútbol femenino.
“La federación no ayuda y los clubes tampoco, entonces quedamos tirando de la piola a tope”, expresaron.
El comunicado
Las futbolistas de primera y segunda división del fútbol femenino uruguayo decidieron hacer un paro de actividades de cara a la octava fecha del torneo, que estaba fijada para este fin de semana.
“Debido a la fijación del campo deportivo Julio Aznárez para la disputa de un encuentro correspondiente a la octava fecha del torneo de la primera división femenina, las futbolistas de primera y segunda división hemos decidido no presentarnos a dicha etapa”, comenzaron escribiendo a través de un comunicado para la Mutual. Y concluyeron: “La adopción de esta medida gremial se debe a que dicho complejo no cuenta con las condiciones mínimas necesarias para el desarrollo de un espectáculo deportivo”.
Es importante mencionar que, días atrás, las jugadoras emitieron una carta que compartieron públicamente, en la que destacaron la “precariedad” en la que se desarrolla ese deporte. Solicitaron “tener acceso a condiciones básicas” y reclamaron que se les garantice a los planteles la posibilidad de tener “canchas de entrenamiento, vestuarios en buenas condiciones edilicias y de higiene, indumentaria adecuada, sanidad y escenarios de competencia de calidad”.
En aquel comunicado habían manifestado con firmeza: “¡POR ESO DECIMOS BASTA! Exigimos que se resignifique y se atiendan urgentemente las necesidades y carencias que sufre el fútbol femenino federado. Es abrumante e intolerable el desinterés de quienes deben trabajar en su construcción, desarrollo y fortalecimiento”.