La selección celeste con nombres del medio local enfrentó a su par de Costa Rica como visitante en un amistoso internacional disputado en el Estadio Nacional de San José, la capital tica. Los muchachos cumplieron lo que llaman sueños. Quizás aquello que los hacía ir con frío en pleno invierno a poblar las canchitas más inhóspitas de nuestro país. Las de la Liga Piedras Blancas, la Liga Parque y la Liga Palermo. Y más que nunca los cuadritos del pueblo, los que hacen vivir el fin de semana. La Organización del Fútbol del Interior que siempre ha poblado las selecciones, pero más que nunca, en este caso, en los pies de Walter Domínguez, el jugador del pueblo.

El muchacho fue al banco del cuarto de su casa cuando dormía. Ocupó un número que nunca olvidará. La camiseta representaba la gloria de 100 años atrás, pero era celeste la camiseta y negro el short, un homenaje a lo clásico, un traje, el frac del momento inolvidable. Un casamiento o un cumpleaños para siempre. Los uruguayos del medio local jugaron con el dolor de las duchas frías, con el sopor de los bondis largos, y la injusticia de todos los días. Fue la venganza del oprimido, la del que lo disfruta todo en silencio, sin que nadie se entere. Así jugaron los pibes, el paréntesis más excelso de su historia. El olor de las bengalas fue olor a vela de cumpleaños.

Costa Rica tuvo un amistoso con todas las acepciones del concepto. Los uruguayos metieron como cuando jugaron en la B. Muchas jugadas de la B. Incluso el penal de Gian Allala fue medio una brutalidad de un campo de museo como el Della Valle. Por suerte, y porque lo merecían, el penal se fue desviado, lejos de la emoción que pedía la tribuna local. La humedad le quedó bárbara al cotejo.

El Ruso Pérez mandó a Nahuel Acosta, que supo romperla en Rentistas primero, antes de salir campeón con Peñarol. Leandro Shur jugó con todo lo que imaginó una vez concentrando en Colonia. Mauro Brasil como cada vez que se quedó sin cuadro. Todas las jugadas eran revanchas, imágenes para no olvidar. Todo lo otro fue anecdótico, o todo lo anecdótico es en realidad eterno, oral y eterno, lo escrito está para olvidarse.

Emiliano Gómez metió, corrió y fue golpeado. Corrió como en el sastre y se animó a un cara a cara que era o pelea o lenta. Lo más emocionante del partido fue quizás la familia de los jugadores en las casas. O una jugada de un tal Campbell que se quedó en el techo del arco, o una rastrera que controló Randall y ahogó un grito de “Pura Vida”.

Faltando diez minutos, se cumplió el sueño de todos. Walter Domínguez, nuestro segundo nombre y nuestro segundo apellido, ingresó al campo con las medias negras bien altas y las patas finas, de corredor entre chircas, de goleador, piernas de un nombre para siempre. Minutos después metió un pase que sólo él vio y que el línea, si supiera, consideró fuera de juego. En la siguiente metió una diagonal furtiva que cortó el arquero. Pegó una patada, dijo que así era el fútbol. Más de uno se emocionó en la casa.

Uruguay empató en su experimento centroamericano. Los uruguayos jugaron como si fuera la primera y la última vez. Lo contarán por siempre, antes de volver a la normalidad del 109.

Detalles

Costa Rica-Uruguay. Amistoso internacional
Estadio Nacional, San José de Costa Rica
Árbitros: Oscar Barrera, Filiberto Martínez y Juan Zumba (El Salvador).

Costa Rica: Patrick Sequeira, Yeison Molina, Jeyland Michell, Francisco Calvo, Haxzel Quirós, Brandon Aguilera, Orlando Galo, Joseph Mora, Josimar Alcócer, Álvaro Zamora y Anthony Contreras. DT: Gustavo Alfaro.

Uruguay: Randall Rodríguez, Franco Pizzichillo, Mauro Brasil, Gian Allala, Juan Rodríguez, Facundo Bernal, Agustín Amado, Leandro Shur, Emiliano Gómez, Bruno Damiani y Matías Fonseca. DT: Diego Pérez.

Cambios: 46’ Nahuel Acosta por Matías Fonseca; 59’ Gerald Tylor por Haxzel Quirós; 59’ Joel Cambell por Josimar Alcócer; 63’ Francisco Ginella por Agustín Amado; 66’ Andrew Teuten por Juan Rodríguez; 70’ Jefferson Brenes por Brandon Aguile; 70’ Warren Madrigal por Anthony Contreras; 79’ Santiago Cartagena ppr Facundo Bernal; 79’ Walter Domínguez por Bruno Damiani; 79’ Kennet Vargas por Álvaro Zamora.