Hace calor en Nueva Jersey. Con una media de 32 grados centígrados en Florham Park, donde los celestes se están alojando desde el lunes de noche en el hotel Archer, la selección uruguaya tuvo su primera jornada de trabajo en su nueva locación transitoria. De mañana hubo actividad de gimnasio y en la tardecita, porque es necesario esperar que baje el sol, en el campo de la secundaria Pingry School, que tiene una cancha que se considera única en la zona y tiene una tradición de destacadísimos visitantes desde que Italia la usó como centro de entrenamiento en el Mundial de 1994.

Los celestes realizaron su primera sesión de cancha para preparar el partido ante los bolivianos, que marcará la segunda fecha del grupo que comandan los uruguayos y los estadounidenses, que el mismo día que Uruguay enfrente a los del altiplano se cruzarán con el buen equipo panameño.

Según se comunicó la planificación de la AUF, la delegación uruguaya repetirá su visita a Pingry School en la tarde de este miércoles, pero antes, a las 13.30, Marcelo Bielsa y un futbolista asistirán a las instalaciones del estadio Metlife donde el jueves se jugará el partido, y ahí seguramente alguien preguntará: “¿Ya tiene el equipo para jugar contra Bolivia?”, y él podrá volver a responder como el sábado pasado: “No creo que sea ninguna ventaja informar o no respecto a la formación del equipo. Nadie lo hace y actúo de acuerdo a lo que se estila: informar cuando corresponde la formación para cada uno de los partidos”. Entonces se dispararán versiones, fuentes inchequeables y visualizaciones de quienes tienen los chalecos para esbozar posibles equipos.

Principio de incertidumbre

Cuando el próximo lunes Uruguay enfrente a Estados Unidos, cerrando la actividad del grupo C, los celestes estarán completando tres partidos en ocho días, circunstancia que bajo la dirección de Bielsa nunca ha sucedido en tanto el entrenador argentino sólo ha tenido partidos oficiales de clasificatorias -dos cada seis días-.

Al no haber información ni antecedentes, sólo queda especular planteando una hipótesis verosímil: ¿será posible que Bielsa, en el entendido que tiene un plantel parejo, vaya dosificando el esfuerzo de aquellos que considera más importantes o que están con mayor carga física y haga cambios ante Bolivia?

Posible es, verosímil también, pero acaso sucederá o se lo ha planteado como un escenario posible. Partamos de la base de que los 26 futbolistas que integran la nómina están aptos para poder jugar ante los bolivianos, a pesar de las salidas en el partido pasado por razones de salud de Ronald Araújo -bajón de presión según su percepción-, Mathías Olivera -se sintió muscularmente exigido, según contó Bielsa-, el cansancio de Federico Valverde o el golpe durísimo que recibió en el segundo tiempo Nahitan Nández, y tomemos como muestra la explicación que dio a la titularidad ante Panamá de Giorgian de Arrascaeta: “Es una opción a la titularidad como la inmensa mayoría de los jugadores que integran el grupo y me pareció que era un partido que podía acomodarse a sus características de ser un volante ofensivo vinculado con la finalización y el último pase”.

Es decir que con eso queda demostrado que pueden aparecer jugadores entre los 11 titulares por “la característica del partido” que per se tiene que ver con el rival, pero que en este caso, al quedar en el medio de tres partidos en ocho días, tendría que ver además con aprovechar la oportunidad.

Categorización de los equipos

Hay otro elemento que aplica como variable posible para esta situación y es la respuesta que Bielsa emitió ante la demanda del periodista boliviano Brian Hoyos: “Creo que para hablar de los rivales lo conveniente es esperar y demostrar la relación que hay entre nosotros respecto a los rivales. Hay una presunción de superioridad y una posición imaginada previamente, por algo los sorteos se hacen como se hacen, categorizando a los equipos, pero después hay que demostrar en la cancha que esa categorización se convierte en real a través de los enfrentamientos, pero no siempre es así”. Hay, entonces, una presunción de superioridad de Uruguay sobre Bolivia, pero hay que convertirla en real en la cancha, y ello pone en cuestión nuestra especulación de cambio de equipo.

Otra cosa es pensar en cambiar tres o hasta cuatro jugadores e ir viendo cómo se va desarrollando el partido, para tal vez después cambiar a otros tres o cuatro y llegar al partido con Estados Unidos clasificado o casi y volver a administrar la oncena.

Por ejemplo, en el amistoso con México del 5 de junio Bielsa usó una oncena con cuatro futbolistas que no entraron como titulares en el debut de la Copa América ante Panamá y el equipo funcionó muy bien con Sergio Rochet, Nández, José María Giménez, Olivera, Lucas Olaza, Manuel Ugarte, Rodrigo Bentancur, Maximiliano Araújo, Facundo Pellistri, Darwin Núñez y Brian Rodríguez.

¿Le podrá dar descanso a uno de los centrales manteniendo el buen pie para la salida? No hay dudas de que Bentancur puede jugar en el medio como el mejor, volver a partir el tiempo de Giorgian de Arrascaeta o Nico de la Cruz -o hasta que jueguen juntos dada la versatilidad de Nico-, y entre los de adelante podría entrar Brian Rodríguez como uno de los extremos, o hasta probar con Quique Cristian Olivera o Brian Ocampo, y mantener a Darwin con la expectativa de que Luis Suárez pueda tener minutos en parte del segundo tiempo.

Muestra inválida

Para aportar más información sobre un nuevo escenario posible podríamos revisar lo que hizo Bielsa con los tres primeros partidos del Preolímpico, pero aclarando que es inválido para esta hipótesis debido a que se trataba de otro plantel de edad más baja y restringida, y que empezamos perdiendo -con un primer tiempo tan intenso y bueno como contra Panamá el otro día- frente a Paraguay, y que siguió con otra increíble derrota ante Chile, por lo que para el tercer partido ante Perú hubo cambios por suspensión y por decisiones técnicas.

Otra variable posible, sin entrar en la dinámica del pensamiento del cuerpo técnico, podría ser buscar resolver el partido ante los bolivianos con una oncena casi idéntica a la que él identificó como ideal para afrontar el debut ante Panamá, quedar clasificado o casi, y resolver la última fecha ante los estadounidenses con un equipo que permita descansar a los que más minutos hubiesen sumado en los dos primeros partidos y poder focalizar mejor lo que sucederá en cuartos de final, en donde, después del empate de Brasil-Costa Rica, ya no es tan claro quiénes serán los clasificados de un grupo que arrancó con una buena victoria de Colombia a Paraguay 2-1, lo que por ahora deja a los colombianos con buena proyección y entreverados con brasileños, ticos y paraguayos, que hasta la última fecha estarán buscando la clasificación.