La penúltima fecha de este Torneo Intermedio por la serie B llegó al Gran Parque Central para ver a Nacional ante Miramar Misiones. Era entre uno de los punteros y el escolta, pero el partido mostró más asimetrías que lo que decía la tabla. Rubén Bentancourt abrió el partido. Completaron el marcador Antonio Galeano, Alexis Castro y Jeremía Recoba.

Bajo un gris techo de nubes y viento, la jornada invernal sabatina recibió a esos corajudos hinchas, los bolsos en mayor número –como era de esperar– y cebritas que intentaron pegarse para mostrarse como más y sortear el frío.

Los jugadores de Nacional celebran el tercer gol a Miramar Misiones, el 20 de julio, en el estadio Gran Parque Central. Foto:Guillermo Legaria

Los jugadores de Nacional celebran el tercer gol a Miramar Misiones, el 20 de julio, en el estadio Gran Parque Central. Foto:Guillermo Legaria

Lo visto desde el arranque distó y mucho de lo que la tabla de la serie prometía: paridad. Hubo mucha distancia entre equipos y se sostuvo durante casi todo el encuentro.

Nacional salió a jugar y lo hizo tranquilo. No sufrió ningún tipo de apriete de Miramar, lo que le facilitó las salidas, con Oliva como primer abanderado. A ello se sumó la buena movilidad, la velocidad por afuera y la claridad conceptual de Diego Zabala, con pelota pegada e ideas preconcebidas antes de recibir.

Por un rato apareció Maxi Lombardi y eso fue lo más prometedor para el cebrita. Salía de la marca central y pudo hacer andar el balón, que poco les corrió a los dirigidos por Walter Pandiani. La dupla que le ha generado tanto a Miramar Misiones, Machado y el brasileño Douglas, no picó.

Emiliano Álvarez, de Miramar Misiones, Diego Zabala, de Nacional, el 20 de julio en el estadio Gran Parque Central. Foto:Guillermo Legaria

Emiliano Álvarez, de Miramar Misiones, Diego Zabala, de Nacional, el 20 de julio en el estadio Gran Parque Central. Foto:Guillermo Legaria

El bolso nunca tuvo peajes. Los pases eran claros y era cuestión de puntería. El ya establecido tándem por la derecha entre Leandro Lozano y Antonio Galeano comenzaba a despertar. Y no faltó mucho para que por allí sucediera lo más peligroso: combinación de manual entre lateral y volante, y el juez Burgos decretó penal claro para Lozano.

Sin titubeos, pateó firme y esquinado Bentancourt y el bolso ratificó lo mostrado hasta ese momento.

No pegó el sacudón para la visita, que continuó con el mismo espíritu de esperar y no ejercer una presión ofensiva en busca de algo distinto. Sorpresa táctica para aquellos que esperaban algo más luchado.

El segundo podría haber llegado en el final, cuando Zabala falló debajo del arco solo, con una definición distante de sus cualidades.

Alexander Machado, de Miramar Misiones y Christian Oliva, de Nacional, el 20 de julio en el estadio Gran Parque Central. Foto: Guillermo Legaria

Alexander Machado, de Miramar Misiones y Christian Oliva, de Nacional, el 20 de julio en el estadio Gran Parque Central. Foto: Guillermo Legaria

A brillar, tricolor

Los albos sacudieron en el recién iniciado complemento. No sólo con desbordes, sino también con pegada, el paraguayo Galeano confirmó su buen presente y sacudió la red con un potente remate a distancia. Esto ponía ya un escenario casi liquidado.

Como a ritmo de entrenamiento, el bolso siguió la línea de asociarse y que corrieran más la pelota y el rival.

Al cebrita se lo vio apagado, falto de rebeldía, y por allí tuvo alguna ocasión perdida entre tanta ausencia ofensiva. Pero pagó más caro cuando quiso reaccionar, porque en un veloz contraataque puso el cuarto el argentino Alexis Castro, con una precisa definición abajo.

Alexis Castro, de Nacional, celebra el tercer gol a Miramar Misiones, el 20 de julio en el estadio Gran Parque Central. Foto: Guillermo Legaria

Alexis Castro, de Nacional, celebra el tercer gol a Miramar Misiones, el 20 de julio en el estadio Gran Parque Central. Foto: Guillermo Legaria

Ya no había partido, la competencia había quedado olvidada y sólo faltaba ver si la ventaja aumentaba. Y pasó: recién ingresado, Jeremía Recoba puso el balón preciso para que nada pudiera hacer Lucero Álvarez.

El equipo de Lasarte hizo diez goles en dos partidos, y la intensidad sumada a la efectividad parecen ser la marca de este nuevo Nacional.

Miramar regaló todo un tiempo, y eso es bastante frente a un poderoso. Tampoco tuvo recursos de reacción. Ese sorpresivo desempeño en casi todo el Intermedio quedó lejos del campo. Ahora el cebrita buscará cerrar el torneo más pensando en la tabla del descenso que en luchar la serie.