Cien años después de la última vez, París vuelve a recibir los Juegos Olímpicos, los terceros en su historia, tras organizar la segunda edición de la era moderna en 1900, a impulso del barón Pierre de Coubertin, y los de 1924, en los que Uruguay participó por primera vez en la historia obteniendo una medalla de oro en fútbol.

Esta edición marca para la política del Comité Olímpico Internacional (COI) varios hitos relevantes, proyectados en la Agenda Olímpica 2020, un programa de 40 medidas que se extendió luego con 15 nuevas recomendaciones denominadas Agenda 2020+5.

El documento apuntó como objetivos principales a unos Juegos Olímpicos sustentables para el medioambiente, de menor costo para las ciudades sede y con paridad de género absoluta, que se alcanzará en París. También apuntó a reforzar la presencia de la cultura, el contacto con las comunidades, mejorar la gobernanza del COI y sus afiliados, fortalecer los principios éticos, el deporte libre de dopaje y, por supuesto, sentar mejores bases para el uso de la marca, la comercialización y los acuerdos de patrocinio, fundamentales para la autonomía económica del COI. En la agenda 2020+5 se proponen más líneas en estas direcciones, además de incrementar el alcance digital de los eventos olímpicos.

Este último objetivo acaba de tener una noticia relevante, ya que en la sesión 142 del COI, desarrollada en París entre el 22 y el 24 de julio, se confirmó la creación de los primeros Juegos Olímpicos de e-sports en la historia, programados para 2025 en el reino de Arabia Saudita, país que selló un acuerdo por los próximos 12 años.

Agenda de reformas

En una recepción para la prensa internacional el pasado lunes en el Palacio Elíseo, sede de la Presidencia de la República francesa, el presidente del COI, Thomas Bach, remarcó que “serán los primeros Juegos Olímpicos totalmente alineados con nuestra agenda de reformas”, que se instaló en diciembre de 2014, antes del comienzo del proceso de selección de París como sede. Por lo tanto, dicho proceso, ya estuvo enmarcado en estas recomendaciones, que proponen “invitar” a las ciudades a albergar el evento multideportivo, con menores costos y principios de sustentabilidad.

Por su parte, en el mismo evento, Emmanuel Macron remarcó su papel, como presidente electo en 2017, para convencer al COI de otorgar el honor a la capital de su país. “Recuerdo hace siete años cuando asumí el cargo, una de mis primeras reuniones fue con el comité, para preparar lo que en ese momento era sólo un sueño”, explicó Macron en buen inglés.

Desde marzo de aquel año, el COI evaluaba una medida sin precedentes: otorgar en el mismo proceso no sólo la sede de 2024 a siete años del evento como solía hacerse por regla, sino también otorgar la sede de 2028, debido a que durante esos años tres candidatas quedaron por el camino. La opinión pública y el electorado de las ciudades no veían con buenos ojos recibir la fiesta. Hamburgo, tras consulta popular en un referéndum, se bajó del proceso en 2015. Le siguieron Roma en 2016 y Budapest en febrero de 2017, que retiraron sus intenciones de organizar la cita por decisiones de sus gobiernos. La asunción de Macron, el 14 de marzo de 2017, coincidió en la línea de tiempo con la creación, el 17 de marzo, de un grupo de trabajo del COI para estudiar la posibilidad de saldar ya el futuro a más largo plazo, temiendo que en un próximo proceso de selección para 2028 no hubiese ciudades interesadas.

“Pocas semanas después fuimos a Lausana y tuvimos que convencer al COI para elegir a Francia y elegir a París”, recordó Macron sobre aquellas reuniones en las que su país no dio el brazo a torcer para que París organizara los de 2024, conmemorando los 100 años de la última vez. Los Ángeles, por su parte, accedió a retrasar su turno cuatro años, no sin antes aceptar un adelanto del COI de 180.000 millones de dólares sin intereses, para comenzar a preparar la ciudad con anticipación. Este beneficio se ofrece habitualmente luego de la finalización de las competencias.

Totalmente dentro de la agenda 2020, del COI de Thomas Bach, y totalmente dentro del mandato de Macron en Francia, este evento tiene a ambos presidentes fuertemente identificados con la causa, y lo que suceda en las próximas semanas quedará inevitablemente ligado a la valoración de sus mandatos.

Delegación de Uruguay, el 26 de julio, durante la ceremonia inaugural por el río Sena.

Delegación de Uruguay, el 26 de julio, durante la ceremonia inaugural por el río Sena.

Foto: Mauro Pimentel, AFP

Sustentables, paritarios e inclusivos

Los Juegos más sustentables de la historia. Así se promueven estos de París 2024. “Nuestro legado será haber creado muchas estaciones de metro, puentes, sedes de competencia, todas inclusivas, sostenibles y perdurables”, resaltó el presidente francés.

“Inclusivos más jóvenes más urbanos”, resaltó Thomas Bach, sobre estos juegos que incorporan al break dance como disciplina olímpica por primera vez, y que han reforzado su compromiso con disciplinas como el skateboarding, el básquetbol 3x3 y la escalada, eventos a los que se les ha dado una fuerte impronta urbana por el tipo de infraestructura que precisan para su desarrollo.

Por el río, los orientales

Este viernes marcó la primera vez que la ceremonia inaugural no se realizó en un estadio. En cambio, las más de 200 delegaciones desfilaron por el río Sena en casi 100 barcos. “La ceremonia parecía desde el comienzo una idea loca y no muy seria, pero decidimos que era el momento adecuado para hacer este espectáculo en París y en el Sena, que también ha recibido una inversión única, que perdurará luego de los Juegos Olímpicos”, publicitó Macron el pasado lunes.

Por el río, que las autoridades parisinas esperan que mantenga de aquí en adelante bajos niveles de contaminación, para habilitar zonas de baño para los parisinos, desfiló la delegación uruguaya con 21 de los 25 deportistas que competirán en estos Juegos Olímpicos. De la delegación, quienes no formaron parte de la ceremonia fueron los veleristas Hernán Umpierre y Fernando Diz, que debutarán el domingo en Marsella; el remero Bruno Cetraro, que debutó este sábado a las 4.48 de Uruguay; y todavía no arribó a la capital francesa; y Santiago Catrofe, que llegará recién el 30 a París, proveniente de su casa en Girona.

El grupo celeste incluye además a los 12 rugbiers que jugarán este sábado a las 11.30 (hora uruguaya) frente a Japón para cerrar su participación. El vencedor de ese partido será 11º y evitará el último puesto. Engrosan la lista Dolores Moreira, que llegó a sus terceros juegos en vela, en la clase ILCA 6; María Pía Fernández, quien disputará la prueba de 1.500 metros en atletismo al igual que en 2021; el ciclista Éric Fagúndez, que el pasado jueves compitió en País Vasco; Mikael Aprahamian, que al igual que en Tokio competirá en la categoría -81kg en judo; Matías Otero, quien debutará en canotaje de velocidad en la prueba de K1 1000 metros; y los nadadores Nicole Frank en su segunda participación olímpica (200 metros combinados) y Leo Nolles en su debut (100 metros libre).

Los abanderados fueron Emiliano Lasa y María Sara Grippoli, de atletismo y taekwondo, respectivamente. Lasa, en sus terceros Juegos Olímpicos, acumuló merecimientos para este honor desde Río de Janeiro 2016, cuando, luego de haber sido medallista de bronce panamericano, se metió en la final olímpica y accedió al sexto lugar y al diploma olímpico. Por su parte, Grippoli tiene 19 años y se convirtió en la primera taekwondista mujer u hombre en clasificar a los Juegos Olímpicos por Uruguay, pero además reúne el mérito de ser la primera mujer de un deporte de combate en representar a la celeste a nivel olímpico.

Entre los grandes ausentes a esta cita olímpica por Uruguay se encuentran Deborah Rodríguez (31 años), la atleta tres veces olímpica que no pudo clasificar por la vía del ranking en la prueba de 800 metros, donde se otorgaban 48 cupos.

Tampoco estará Felipe Klüver (24 años), finalista olímpico junto a Bruno Cetraro en la prueba de doble par peso ligero en Tokio 2021 y campeón mundial sub 23 en 2022 en single peso ligero. Klüver padeció la decisión de Cetraro, quien definió competir en single abierto y cerrar la etapa juntos. El mercedario no pudo clasificar con otras dos duplas. Ni con Mauricio López en el Mundial 2023, ni con el debutante Franco Liuzzi, con quien terminaron en quinto lugar en el preolímpico continental 2024, donde buscaban una de las dos plazas en disputa.

Manuela Rotundo, joven jabalinista y medallista de bronce en el Mundial sub 20 de 2022, obtuvo grandes resultados en esta temporada, superando por primera vez la marca de los 60 metros y fijando el récord nacional en 61,84 m, pero no fueron suficientes para acceder a uno de los 32 lugares en disputa y deberá recorrer el próximo ciclo en busca de su primera experiencia olímpica.