El ciclista uruguayo Eric Fagúndez finalizó en el puesto 55 este sábado, en esta carrera olímpica de ciclismo en ruta, que tuvo una extensión de 273 kilómetros. El ganador fue el corredor en representación de Bélgica, Remco Evenepoel, mientras que los franceses, Valentin Madouas y Christophe Laporte, lograron las preseas de plata y bronce, respectivamente.

Remco había sido campeón de la contrarreloj individual días atrás, y con esta victoria se convirtió en el primer hombre en alcanzar un doblete olímpico, conquista que ya había sucedido en mujeres.

Durante la competencia, el participante compatriota se mantuvo en carrera hasta ingresar a París, pero luego el circuito dentro de la capital francesa contaba con un tramo empedrado y con mucha subida. El corredor consiguió sostenerse dentro del primer pelotón, lo que le permitió ingresar en esa posición, entre 90 participantes.

Fagúndez, en diálogo en París con la diaria, dijo que la carrera “fue algo bonito, único. Me tocó un día vivir el Mundial de Bélgica, un país donde el ciclismo es una locura, y me tocó otra vez aquí en Francia, donde la afición es muy grande, donde está la mejor carrera del mundo”. Agregó que “la afición hace que esto sea muy muy especial. Se lo comentaba antes a la gente aquí. En la zona del empedrado había mucha gente, mucha afición, mucho ruido, mucho amor por el ciclismo, y eso es único”.

Acerca de cómo logró mantenerse en el pelotón y qué tan complejo fue llegar al tramo final, respondió que “al principio lo importante era llegar acá adentro, hacer los primeros 220, y fue más o menos lo que se hizo. El tema era no quedar fuera de carrera desde un principio y aguantar lo más que se pudiera”. En esa línea, acotó que “en la zona del empedrado me descolgué, y fue una lucha para mantener el ritmo y poder terminar la carrera”.

“Hay ciclistas fuertes, y no son carreras en las que hay que esperar al final para poder hacer daño. El daño se va haciendo durante, y en los otros repechos también. En carretera se apretó muchísimo, y se fue muy rápido, siempre intentando lastimar al pelotón, a los equipos más fuertes, y fue lo que hicieron para preparar el ataque de Remco Evenepoel y de los mejores del pelotón. Fueron a por todas, y lo empezaron a lastimar desde el principio, desde el primer empedrado”, dijo Fagúndez.

Acerca de si pudo disfrutar de la competencia, comentó que “al principio [estaba] centrado en la carrera. Intenté cuidarme, tomar y comer, para tener piernas al final, y luego, en los últimos kilómetros de sufrimiento, la gente y el ruido, pensando en todo lo que estaba viviendo. Fue algo muy emocionante”.

El ciclista agradeció el aliento y reconocimiento que recibió desde Uruguay: “Muchas gracias por todo el apoyo que mandan desde allá, por toda la ilusión que pusieron en esta competencia. Recibí siempre ese cariño, que es importante para afrontar este tipo de pruebas”. Ante la pregunta de qué siente al haber llegado a ser un representante del país en los Juegos Olímpicos, respondió que espera seguir creciendo.

“Espero que siga cada vez más, seguir alcanzando tener mejores resultados, carreras y mejores rendimientos. Esto es cuestión de tiempo, eso lo tengo en mente. Sé que hoy no se puede, pero que mañana, intentándolo y siguiendo el trabajo duro, se pueden conseguir cosas. Ese es el objetivo de aquí en más, trabajar con paciencia, con ganas, no parar y mentalizarme que este es el comienzo de algo mejor”, afirmó el corredor.

En referencia a sus próximos pasos, dijo que debe tomar un vuelo para correr nuevamente en dos días más. “Disfrutar esto ahora, después de una buena recuperación, y asimilar todo lo que se viene. Esto hasta octubre no termina”, concluyó.