Peñarol ya se encuentra en la capital de Bolivia. Los aurinegros volaron cerca de las 14.00 del domingo y entrada la noche estaban en suelo de La Paz. El objetivo: clasificarse a cuartos de final de la Libertadores, luego de haber goleado a The Strongest en Montevideo. La ventaja de Peñarol es de cuatro goles, pero la altura es la altura. Por cierto: llegar tres días antes fue pensado por el entrenador, Diego Aguirre, para que el plantel trate de adaptarse a los efectos de jugar a 3.600 metros sobre el nivel del mar. El partido será el miércoles a las 19.00 en el mítico Hernando Siles.

Fueron 25 los jugadores elegidos por Aguirre para viajar, tres de ellos arqueros: Washington Aguerre, el titular; Guillermo de Amores, que se calzó los guantes ante Cerro Largo; y Kevin Morgan, juvenil que va por si las moscas. El resto del plantel lo conforman la mayoría de jugadores que estuvieron tanto en la ida contra The Strongest como en el partido ante los arachanes por la primera fecha del Clausura. El muy buen regreso que tendrá Peñarol será el de Gastón Ramírez, que no pudo estar en la ida por acumulación de amarillas.

Peñarol va por romper la estadística desfavorable que tiene desde 2011, último año en que había podido pasar la fase de grupos. En aquel tiempo, también dirigidos por Aguirre, los carboneros no sólo pasaron los octavos de final, sino que llegaron a la final, donde perdieron con el Santos de Neymar, Ganso y compañía.

Con los goles a su favor, Peñarol sabe que perdiendo hasta por tres goles de diferencia pasará a cuartos de final -donde se las verá con Flamengo o Bolívar (los brasileños ganaron la ida 2-0, pero ahora definen también en el Hernando Siles)-; el empate también favorecerá a los uruguayos, obviamente que ganar también, mientras que si pierden por cuatro goles irán a penales, y si son goleados por cinco o más goles quedarán eliminados.