En el Gran Parque Central, Nacional recibió a Defensor Sporting por la cuarta fecha del Torneo Clausura. El local no logró jugar bien y pagó en el resultado. Pudo perderlo en el final ante un Defensor inteligente a la hora de plantarse en campo. Claudio Paul Spinelli puso en ventaja a los violetas; empató Diego Polenta en el complemento.

Típico encuentro de mediocampo. Ambos disputaron esa parte de la cancha y al comienzo a Nacional le costó. El violeta tuvo acercamientos tibios ante un fondo tricolor dubitativo.

De a poco, el bolso comenzó a acomodarse. Empujó a Defensor a replegarse y, de la mano de Nicolás López, tuvo las más claras.

Guillermo de los Santos, de Defensor y  Gabriel Baez, de Nacional en el Gran Parque Central.

Guillermo de los Santos, de Defensor y Gabriel Baez, de Nacional en el Gran Parque Central.

Foto: Dante Fernández

La pelota y el dominio era local. Bajo el mando de López y el tándem de Lozano y el paraguayo Galeano por derecha, había cosas.

La viola era una especie agazapada. En el desborde más claro tuvo centro preciso para que el argentino Claudio Paul Spinelli conectara de cabeza y adentro. Dejó parado sin reacción a Luis Mejía.

El panorama definitivamente comenzó a cambiar. La desesperación del bolso por ir tras el empate rápido dejó unos espacios que Defensor aprovechaba de contragolpe.

La muralla defensiva visitante dio rédito. Nacional aumentó la imprecisión y eso fue un mimo a las intenciones del equipo del Parque Rodó.

Flojo partido en la zaga tricolor, que evidenció problemas cuando, con poco, Defensor insinuó en ofensiva.

Otra vez el Diente López fue el faro que dio luz al ataque albo. Un buen zurdazo que peinó al horizontal, la última clara tricolor que dejó más dudas que certezas.

Ruben Bentancourt, de Nacional y Juan Viacava, de Defensor.

Ruben Bentancourt, de Nacional y Juan Viacava, de Defensor.

Foto: Dante Fernández

Desdibujado y a puro empuje

El complemento vino pintado de violeta porque los dirigidos por Álvaro Navarro vieron esas falencias del bolso en zaga y logró generar claras, una, con doble intervención directa de Mejía para evitar el segundo.

El empuje de la gente fue lo que sacó al equipo local del pozo. El cambio en el planteo por parte de Martín Lasarte fue armar un fondo con tres zagueros fijos y que los laterales fueran.

El partido en general cayó en una depresión futbolística. Todo era entreverado y para Nacional eso no pintaba bien. Pero están los liderazgos.

Y el capitán Diego Polenta sabe de ello. En un rebote calzó el balón de tres dedos en potente remate que venció las manos de Kevin Dawson.

Cuando parecía que el bolso seguía de largo, quedó en eso. Nunca logró mejorar y el empuje no bastó.

Defensor tuvo para cerrar y lo perdió solo debajo del arco.

Un trámite lleno de imprecisiones y poco juego asociado.