Habló Marcelo Bielsa. Mucho se comentó en los días anteriores sobre lo que iba a decir o no en la conferencia de prensa en el estadio Centenario. El entrenador, como acostumbra, no esquivó ninguna pregunta, contestó con claridad la mayoría y dio vueltas explicativas e ilustrativas en otras.

Sobre su marcha de la selección fue contundente: “Tengo la misma fuerza del primer día para seguir con la selección hasta el Mundial”. En esa dirección, Bielsa confesó que alguna vez se planteó renunciar a la dirección técnica, pero no fue esta vez.

Con relación a su continuidad, también le preguntaron acerca de la posibilidad de que fueran los directivos de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) quienes tomaran la determinación de cesarlo. Bielsa respondió: “Conversé muchas horas con el presidente y con Jorge [Giordano]. La conclusión de la conversación es que todo sigue, que el proyecto sigue exactamente como está hasta el Mundial. Esa es la síntesis y la conclusión final de la conversación con el presidente”.

La charla fue por todos lados. El técnico quería centrarse en el 5-1 que le propinó Estados Unidos y sus consecuencias, y cuando pudo hacerlo –porque las preguntas lo llevaban para diversos lados, pero no hacía el juego en sí–, sostuvo que “perder 5-1 no es un episodio que se pueda ignorar. Lo que me genera es que hay un término que es para la intimidad, pero uno se siente avergonzado [...], y lo que uno hace es analizar en lo personal primero y luego compartir las preguntas que surgen para explicar una actuación tan negativa”.

Ante la pregunta de qué sería lo que habría que cambiar de acá al Mundial para llegar de la mejor manera, Bielsa fue gráfico: “Yo nunca no me hice responsable”. Para argumentar eso, el argentino trajo a la conferencia las palabras de Egidio Arévalo Ríos, quien desde Estados Unidos dijo que el entrenador debía “hacerse cargo” de lo que le pasaba a la selección. “Ustedes no pueden señalar o indicar un momento en que yo no haya asumido la responsabilidad de los malos momentos del equipo. Como tampoco nunca dije nada que lo vinculara conmigo a raíz de los buenos momentos del equipo”.

“Y es un lugar común decir ‘el único responsable soy yo’. Yo cada vez que dije que me hacía responsable expliqué los motivos por los cuales me hacía responsable. Si no es muy fácil decir ‘yo soy responsable de todo, pero ¿de qué soy responsable? ¿Qué es lo que hiciste mal?’. Tenés que decir qué es lo que hiciste mal para ver si la frase ‘me hago responsable’ tiene algún peso o no tiene ningún peso. Entonces, siempre me hice responsable y me hice responsable de una manera legítima y no engañosa, porque lo que hice en cada oportunidad es resumir cuáles son los errores que creo que cometí”, aclaró.

También se le preguntó sobre si supo que los jugadores de la selección le habían trasladado al Ejecutivo de la AUF que pretendían su salida. “No, no, no. Usted sabe por qué se construyen trascendidos y también el origen de los trascendidos y sus objetivos, pero también hay sustentos para que lo que se difunde pueda ser considerado. En el caso mío, en particular, yo tengo contacto con los jugadores y doy por sentado que si los jugadores quieren que me vaya, es muy sencillo, vienen y me dicen: ‘Mire, Bielsa, queremos que se vaya’. Eso es lo que yo considero, por eso no me puedo guiar por ningún trascendido, me tengo que guiar por el día a día, por lo que veo, por lo que recibo, por cómo convivo y por el tipo de relación que se establece”.

En ese sentido, agregó que “si producto de tu gestión perdemos un partido 5-1, y lo perdemos de la manera en que lo perdimos, yo no voy a pensar que no pasa nada sobre lo que siente un jugador de fútbol. Ahora, de ahí a decir ‘mirá, queremos que el entrenador se vaya’, me parece que hay una distancia”.

Cosas del juego

“¿Hay un cambio de plan? ¿Hay una nueva planificación pensando en el mundial? ¿Qué sector de la cancha le está llevando mayor disconformidad?” fue una pregunta concreta para Bielsa, a quien también le consultaron si podían aparecer “caras nuevas en las próximas listas”. Bielsa respondió que no cree que aparezcan nuevos jugadores que ya no hayan sido citados, que ningún futbolista uruguayo merece “un sitio protagónico y con capacidad de resolver la problemática del equipo fuera de los jugadores que yo cito habitualmente. No, no veo eso”.

Acto seguido, pasó a hablar de lo que ve en sus jugadores y lo que hacen o no en la cancha. “Hemos disminuido mucho mucho mucho la capacidad de generar goles. Nosotros estamos armados para jugar en campo rival, para tratar de meter más goles, y hace bastante que conseguimos pocas situaciones de gol y conseguimos pocos goles; entonces, ese es un problema del equipo, no un problema de los delanteros. El problema del equipo es que la pelota llegue a la zona donde los ataques se empiezan a cristalizar, no de casualidad, sino producto de una idea, una sucesión de pases que hagan pensar que cuando nos acercamos al área rival, un pase último, un pase final o un desborde o un centro nos va a dejar en condiciones de definirlo, de convertir”.

Y agregó: “Vamos a dividir, como ustedes dicen, en dos partes, pre Copa América y pos Copa América. Nosotros disponíamos de muchas pelotas para dar un último pase o centrar con intención, que son los dos caminos más claros para generar peligro. En este último período la pelota no llegó con claridad a tres cuartos de cancha, como para imaginar que esa elaboración prolija del juego es el prólogo de un final de ataque paseado, construido, pensado. Ese es el problema alrededor del cual yo hace mucho tiempo que busco soluciones para que eso no suceda”.