En los últimos días de la licitación abierta por la Asociación Uruguay de Fútbol (AUF) para gestionar los derechos comerciales del fútbol uruguayo en el período 2026-2029 –este jueves se cerrará el plazo para presentar ofertas– los dirigentes de los clubes están ocupados en torno al reparto que el nuevo contrato estipulará por el concepto de derechos de televisación.
Los números finales dependen en gran medida de la empresa que presente la oferta ganadora y de los acuerdos y negociaciones que se puedan llevar adelante una vez cerrada la licitación. No obstante, todos empiezan a alinear intereses y objetivos.
Que todo siga como está
El asunto implica de antemano una división natural entre los 30 clubes profesionales –los 16 de Primera División y los 14 de Segunda– por la forma en que está dispuesto en la actualidad el reparto de la torta. Mediante el contrato vigente con la empresa Tenfield, Nacional y Peñarol reciben un 42% de los ingresos por derechos de televisación –21% para cada uno– y el 58% restante se divide entre los demás 28 clubes, a razón de 3,24% para cada club de Primera y 0,9% para cada uno de los de Segunda.
Nacional y Peñarol habían entablado un bloque de negociación conjunta con la intención de mantener su 42% en el nuevo contrato. Sin embargo, las fricciones entre los dirigentes de los clubes y las declaraciones cruzadas en estos días de definición del campeonato uruguayo echaron por tierra el espíritu colaborativo inicial. Por iniciativa de Nacional, cada uno negociará de manera independiente su propio porcentaje de 21%.
“La directiva de Nacional fue muy clara y estuvo de acuerdo por unanimidad”, dijo este miércoles el presidente tricolor, Ricardo Vairo, en una conferencia de prensa. “Y si bien hubo una intención y compartimos objetivos y estrategias, es muy difícil para nosotros hacerlo cuando del otro lado Peñarol está continuamente con agresiones o instalando relatos que están lejos de la realidad. Se hace difícil generar un clima de armonía para avanzar”, sentenció.
La situación tiene que cambiar
Por otra parte, en una reunión en el quincho del estadio Franzini, en la que participaron representantes de todos los clubes, a excepción de Nacional y Peñarol, se abrió el diálogo conjunto por este tema.
La convocatoria fue considerada positiva, ya que hubo una buena concurrencia: se hicieron presentes representantes de más de 20 clubes de los 28 involucrados. Uno de los ausentes, sin embargo, fue José Luis Palma, el presidente de Liverpool, algo que lamentó Germán Barcala, el presidente de Wanderers: “Tengo la mejor opinión de José Luis. En la última sesión del consejo dijo que se iba a dedicar a su club. Una pena. Una lástima que no participe”, le dijo a Hora 25 por Radio Oriental. “Quedamos en seguir conversando estos días. No hay opinión de bloque. La mía es lo que decida el Consejo de Fútbol Profesional. Hay bastante coincidencia en eso”, agregó el mandatario bohemio.
Varios de los clubes pretenden que el modelo de reparto cambie para que resulte más equitativo. Instituciones como Defensor Sporting, Danubio y Wanderers han impulsado la posibilidad de que el modelo sea similar al que aplica actualmente la propia Conmebol, bajo el argumento de que beneficiar a todos los clubes es beneficiar la competencia.
Hay otras posibilidades sobre la mesa, como la que propusieron algunas sociedades anónimas deportivas. En este caso el planteo es una posición intermedia entre el modelo actual y el reparto equitativo entre todos e involucra premios por resultados y otros porcentajes variables.
La idea general de los clubes que no son Nacional y Peñarol es que el modelo tiene que cambiar de algún modo. Pero para hablar de números concretos y sobre una base más específica, es necesario que se haya avanzado sobre todos los detalles del nuevo contrato y saber qué empresa gestionará los derechos comerciales del fútbol uruguayo a partir del año que viene, con la que deberán negociar los clubes; podría ser otra, ya sea DirecTV, Antel o Disney, o la misma, ya que Tenfield, si se presenta a la licitación, tiene el derecho de igualar la mejor oferta para quedarse con el contrato.