Desde que Matías Arezo pisó Los Aromos luego de romperla en River Plate, su club de origen, y tras una fallida salida al Granada en España, se enamoró del aurinegro o confirmó un amor de la infancia. Lo cierto, la rompió como era de esperarse, lo que valió el pasaje al Gremio de Porto Alegre. En el Gaúcho no terminó de asentarse, más allá de que convirtió goles importantes y convivió además con Christian Kike Olivera, que jugará en el tradicional rival. Arezo volvió a Peñarol y el aura mirasol volvió a invadirlo, hasta hacerlo sentir que es su lugar en el mundo. Ante la salida de Maxi Silvera, la fuerza por retener al ex darsenero cobró otro sentido.
El delantero finaliza su préstamo con Peñarol en los próximos días y deberá volver a Gremio, club dueño de su ficha. La opción de compra es de 4 millones de dólares por el 70% del pase. Sin embargo, las ganas de quedarse del muchacho elevan la posibilidad de negociar un nuevo préstamo. “Estamos hablando con mi representante tratando de buscar un acuerdo para poder continuar acá. En el tiempo que vine, pude confirmar que es el lugar en el que me siento muy bien”, dijo este viernes el futbolista en diálogo con radio El Espectador Deportes. Su idea es “que Peñarol pueda hacer uso de la opción y pasar más de una temporada acá. Tener un contrato a largo plazo y que el hincha esté tranquilo de que no pase como ha pasado siempre, de que termina el año y Matías se tiene que ir”, expresó.
Arezo marcó 8 goles en un 2025 cargado de emociones para Peñarol, pero con el gusto amargo de perder el Campeonato Uruguayo, más allá del sueño de la Copa Libertadores de América. En referencia a la salida de Maxi Silvera, Arezo dijo que “es una lástima que un jugador que le ha dado tanto al club estos años no siga; fue la base de lo que logró Peñarol el año pasado”. Al mismo tiempo se vio sorprendido de la posibilidad de que Silvera “pueda ir para el lado de enfrente, pero esto es fútbol”, indicó.
La llegada de Kike Olivera a Nacional y la cita de fiscalía.
Arezo y Kike Olivera parecen ser, a esta altura, las máximas apuestas de los grandes, más allá de la siempre posible y deseada por el pueblo carbonero vuelta de Abel Hernández. Ambos, Arezo y Olivera, han manifestado en más de una oportunidad el amor de cada quien por sus respectivos colores. Uno quiso volver y ahora quiere quedarse; el otro cumplirá al fin su sueño de vestirse tricolor. Ambos además fueron compañeros en Gremio de Porto Alegre, antes del regreso a Uruguay del ariete. “Siempre me manifestó que su sueño era jugar en Nacional porque es hincha”, dijo Arezo sobre su excompañero. “Está buscando su lugar y lo veo bien; le dije que el jugador necesita encontrar su lugar donde se sienta cómodo, lo valoren y lo quieran, y que haga el esfuerzo para estar”, concluyó.
Olivera se pliega a la gestión de Flavio Perchman, vicepresidente del tricolor uruguayo, para llegar a préstamo a Nacional, ya que el equipo de Porto Alegre cambió la directiva y está liberando extranjeros. El tricolor, además, tendría una opción de compra. El futbolista, ex Boston River, Rentistas y Peñarol en Uruguay, que además vistió las camisetas de Almería de España y Los Ángeles FC de la MLS, jugó 37 partidos en la última temporada en el Gaúcho, y anotó 5 goles. El último partido del futbolista, que además fue convocado por Marcelo Bielsa a la selección uruguaya en varias oportunidades, fue el 6 de noviembre antes de sufrir un esguince de tobillo que lo dejó al margen de las canchas en el ocaso del año.