Esta semana, en la sede de Boston River, hubo una reunión entre las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) del fútbol uruguayo, donde se discutió el tema del reparto de dinero entre los clubes por concepto de derechos de televisación.
El ingreso de los clubes profesionales estará “más que triplicándose”, según dijo Ignacio Alonso, el presidente de la AUF, al dar a conocer las empresas ganadoras de la licitación por los derechos comerciales, y también la famosa cifra de US$ 67.547.000 anuales que recibirá la asociación con el nuevo contrato.
Actualmente, y hasta que finalice el proceso de la licitación en la AUF y empiecen a funcionar a partir del 1º de enero los nuevos contratos, el reparto estaba definido mediante el acuerdo de los clubes con la empresa Tenfield, la única poseedora del negocio desde hace décadas, que otorgaba según el último ajuste que habían realizado en acuerdo con los clubes de mayor arraigo y popularidad un 42% de los ingresos por los derechos de televisión a Nacional y Peñarol —21% para cada uno— (algo así como 3,8 millones de dólares anuales) y repartía el restante 58% entre los demás 28 clubes profesionales (los otros 14 de Primera y los 16 de Segunda División), a razón de 3,24% para cada club de Primera (unos 540.000 dólares) y 0,9% para los de Segunda (130.000 dólares). Mediante este sistema, como se ve, los clubes han estado recibiendo un ingreso fijo, independiente de los resultados deportivos.
Dirigentes carboneros y tricolores ya manifestaron su intención de mantener un acuerdo similar con el nuevo contrato, pero el resto de los clubes impulsan una reforma en el modelo de reparto.
La propuesta de los clubes administrados en forma de Sociedad Anónima Deportiva
En la reunión de las SAD surgió una propuesta que va en línea con cómo se reparte en las grandes ligas europeas, como la Premier League inglesa y La Liga de España. Este sistema de reparto no es fijo y no determina de antemano que tal o cual club reciba un porcentaje específico, como ocurre actualmente.
Con este modelo, formulado como 50-25-25, el 50% de los ingresos se reparte de forma equitativa entre todos los clubes. La otra mitad de los ingresos se divide en un 25% por méritos deportivos, y el otro 25% por audiencias y mercado.
Se estima que con este reparto Nacional y Peñarol puedan recibir cerca de 6.000.000 de dólares anuales, mientras que para el resto de los clubes de Primera irían aproximadamente 2 millones de dólares, y 800.000 dólares para los clubes de la B. Las cifras pueden cambiar, lógicamente, de acuerdo con los resultados deportivos.
Porcentajes de primer mundo
En la Premier League, el 25% de los ingresos que corresponde al mérito deportivo se divide de manera que el campeón recibe una cifra 20 veces mayor que el último de la tabla. En la liga española, el mérito deportivo adjudica al primero un 15,45% de esa cuarta porción de la torta y al último un 0,23%. En el fútbol español, hasta 2015, los clubes podían negociar por su propia cuenta los negocios por los derechos de TV, lo que otorgaba una enorme ventaja para los más grandes, Barcelona y Real Madrid. A partir de la temporada 2016-2017, la venta de derechos se centralizó en la gestión de la liga y todos los clubes duplicaron sus ingresos. Actualmente, en España se reparte el 90% de los ingresos por los derechos de televisión a los clubes de Primera y el otro 10% a los de Segunda División.
En cuanto al 25% que corresponde a las audiencias y al mercado, en la liga española se llama “implantación social” a este rubro y se reparte de acuerdo con tres variables: la venta de entradas, las audiencias televisivas de cada club y un tercer aspecto que recompensa la colaboración para incentivar la mejora de las retransmisiones televisivas.
En Inglaterra, los clubes reciben por este rubro —bajo el nombre de facility fees— una tarifa que depende sobre todo de la cantidad de partidos televisados. Todos estos detalles deberán acordarse, si eventualmente se adopta un modelo de este tipo, una vez definida la licitación y los beneficiarios finales de los derechos de comercialización del fútbol uruguayo.
Nacional y Peñarol se habían aliado inicialmente para tratar de negociar en conjunto el nuevo reparto y mantener las ventajas que el sistema actual les ofrece. Sin embargo, las fricciones entre los dirigentes de ambos clubes y las declaraciones cruzadas en la etapa de definición del campeonato uruguayo, echaron por tierra el espíritu colaborativo inicial. Así, cada club —por iniciativa de Nacional— se propuso negociar de manera independiente el nuevo reparto, aunque podrían llegar a llevar una posición bastante similar que les recompense mejor incluso antes de pasar por el 25% de las audiencias, que es en Uruguay infinitamente menos variable que la del 25% del posicionamiento deportivo. Si bien este también tiene preeminencia casi absoluta de Nacional y Peñarol en los primeros cinco puestos del campeonato por lo menos, es más fluctuante que la de la cantidad de hinchas, que es donde se centra el apartado de audiencias y marketing.