Nacional celebró el domingo la conquista de su Campeonato Uruguayo número 50. El primero data del lejano 1902. Son 168 títulos en total en la historia, 22 a nivel internacional. Además, el tricolor es el más ganador en lo que va del siglo, con 13. Tras la salida de Pablo Peirano, a pesar de que sus números parecían avalar la continuidad, Nacional contrató a Jadson Viera, a quien ya había buscado en la previa a la llegada de Peirano. Lo cierto, Nacional derrotó a Peñarol con un gol en la hora del alargue de Christian Ebere, que se metió en el corazón tricolor. El nigeriano y el entrenador se manifestaron frente a la prensa en los instantes posteriores al partido, pero además hubo otras voces relatando el devenir del campeón uruguayo.

Christian Ebere volvió a Nacional luego de jugar a préstamo en Plaza Colonia y jugó 10 partidos en su segunda etapa en el club. Fue titular en tres de ellos y sólo ante Huracán de Paso de la Arena por la Copa Uruguay completó los 90 minutos. En ese partido anotó uno de los tres goles que convirtió en la temporada; el segundo fue ante Cerro Largo y el tercero el domingo en el Parque Central para obtener la consagración máxima. “Cuando hicimos el gol que fue offside, estaba recontento porque ganábamos y éramos campeones. Estaba afuera y no me importaba, porque éramos campeones”, dijo en referencia al gol de Sebastián Coates que hizo explotar el Parque Central. Agregó que el Campeonato Uruguayo “significa muchas cosas y estoy feliz con eso y con mis compañeros”.

El entrenador tricolor señaló a su vez que: “Capaz que el ingreso de Christian Ebere era antes, pero lo puse en el momento justo. Todo el equipo estaba haciendo un gran esfuerzo. El alargue demanda muchas cosas y empezás a pensar un poco por no apurarte con los cambios; estoy feliz por él. Pueden pasar de vuelta situaciones en las que no esté jugando y tiene que seguir trabajando. Tiene un potencial muy grande para el club”. Al referirse en específico al juego, Viera dijo: “La estrategia era tener la posibilidad, con la línea de cuatro y los tres volantes, de tener juego, y en todo caso con el mediapunta y los dos delanteros, tratar de ganar las segundas jugadas en el juego directo”.

Luego agregó: “Lo que busqué fue jugar con tres volantes, uno con más llegada y uno de contención por donde estaba Leo Fernández. Busqué darle la tranquilidad al equipo de poder jugar en largo y estar todo el partido jugando mano a mano con los centrales de ellos”. En relación a lo emotivo del encuentro, el entrenador destacó: “Tratamos de que vuelva la mística. Los jugadores tuvieron un año duro, difícil. Había muchos sentimientos en este campeonato y fue lo que se habló en la semana. Es difícil sacar conclusiones. Estoy contento porque en todo momento se entregaron con mucha predisposición”.

Gonzalo Carneiro: “Un sueño de niño”

Gonzalo Carneiro fue figura en las dos finales que disputaron los tradicionales rivales del fútbol uruguayo. El ex Defensor Sporting, Liverpool y San Pablo, aseguró que “es un sueño de niño salir campeón uruguayo y ganarle al tradicional rival”. Por lo que manifestó, “es una alegría para el club y mi familia por todo lo que sufrimos, lo que sufrí yo. Fue duro, pero pudimos coronarlo de esta manera”. “Son clásicos y son así”, agregó, y concluyó que se quedará en Nacional hasta que lo “echen”. “Es un club donde me mimaron desde que llegué, me trataron hermoso. Pasé las malas, pero el hincha de Nacional conmigo tiene un cariño inmenso y yo con ellos, como debe ser”.

Sebastián Coates, por su parte, señaló estar “contento por todo lo que fue el año, y también porque nosotros recibimos algunas críticas. Festejar con la gente era lo más importante. Fuimos el mejor equipo y sabíamos que esto era largo. Se dijeron comentarios que dolieron, como que este equipo no tenía personalidad”.

Su pareja en la zaga, el colombiano Juan Millán, que también fue un pilar durante todo el año, expresó a su vez que “decían que no aparecíamos en los partidos importantes, y si comparan todos los clásicos que se jugaron en el año, creo que tenemos saldo positivo. Ganamos dos finales de tres. Creo que este grupo se merece un poco de respeto, porque muchas veces nos lo faltaron. Dijeron que éramos unos tibios, esto y lo otro. Agradezco principalmente a los compañeros y a la gente que siempre nos apoyó en las buenas y en las malas”.

Otro de los que no ocultó su alegría fue el panameño Luis Mejía: “El equipo jugó el partido que tenía que jugar y las finales hay que ganarlas”, manifestó. Y sobre las críticas a las que se refirieron algunos de los referentes como Coates o Millán, dijo: “Jugué seis finales clásicas y gané cinco. Perdí un solo clásico oficial y tengo cuatro campeonatos uruguayos. El trabajo habla por sí solo”.

Otro de los cracks tricolores, el máximo artillero del equipo albo con 21 goles, Nicolás Diente López, quien llegó a 50 tantos a nivel oficial en 88 partidos con la camiseta del club que lo formó, expresó su deseo de quedarse y reflexionó además sobre las críticas recibidas: “Aceptamos las críticas. Sabemos que estamos en Nacional y que cada partido hay que ganarlo, pero a no olvidarse de que en el año hicimos más puntos y, si no nos sacaban tres, hubiésemos ganado la Anual antes. Fuimos el equipo más goleador y al que menos le hicieron. Tuvimos una racha de 13 partidos ganados e hicimos puntaje récord en el Intermedio”, recordó trayendo el trabajo de Pablo Peirano.

Diego Polenta también se hizo presente para levantar la Copa de la Liga AUF Uruguaya, e incluso saludó a la parcialidad con la hija de Juan Izquierdo, nombre que llevó el torneo, en los hombros. El emblema de Nacional, quien ha sabido estar muy cerca de la familia del jugador fallecido, como de sus compañeros, incluso después de decidir retirarse del fútbol profesional, dijo que “era una copa súper importante y pesada para nosotros, y que se quede en la avenida 8 de octubre me llena de orgullo. Los muchachos pudieron cumplir con la familia. Se lo debíamos a él y a la familia. Por suerte se pudo dar”.