Este viernes, en el Centro Kennedy de Washington D.C., la FIFA levantará el telón de un sorteo que ya no es el de otros tiempos: es el primer Mundial de 48 selecciones, la primera vez en la historia en que las bolillas entran a una arquitectura tan estricta que el azar viaja con cinturón de seguridad.

La ceremonia del sorteo será en un programa de streaming mundial de la FIFA en un horario que se acomode a los millones de millones de televidentes del mundo: comenzará a las 14.00 de las pantallas del cono sur que en Uruguay estará comandada por la señal pública de canal 5 que por primera vez es detentora de los derechos mundialistas para ser emitidos libremente en señal abierta. Junto a Antel TV emitirán 32 de los 78 partidos de la competencia máxima de selecciones, entre los que estarán incluidos todos los encuentros que dispute Uruguay, el cotejo inaugural, con la ceremonia incluida, y las instancias finales del certamen con las dos semifinales y la final; el resto de los juegos se definirán en el sorteo.

De ese escenario saldrán los 12 grupos, de la A a la L, pero no el fixture completo: los días, horarios y sedes se conocerán recién el sábado, en otro anuncio que tendrá el mismo peso que el sorteo.

Ese segundo momento será clave para entender el mapa real: si Uruguay juega en México, Canadá, Estados Unidos, o un poco de todo; si le toca una ruta amable de 20 grados o una seguidilla inclemente a las cinco de la tarde en la Costa Oeste; si hay vuelos cortos, medianos o maratónicos, si hay altura, humedad o un verano canadiense que parece inventado para que un futbolista respire.

Este Mundial exige leer dos planos al mismo tiempo: el competitivo y el geográfico. Uruguay llega al sorteo con una ventaja: hace semanas que conocemos el camino lógico, las reglas invisibles, los pasillos prohibidos y los rivales que no podrán tocarle. No hay clarividencia: es simple matemática, simple reglamento.

Un Mundial nuevo, un tablero distinto

Ante la ausencia de Marcelo Bielsa, el primer técnico de la selección uruguaya que estando en condiciones de viajar no lo hace - en 2017 el Maestro Tabárez con una afección motora no pudo ir a Rusia para el sorteo- en representación de Uruguay estarán Ignacio Alonso, presidente de la AUF que en conferencia de prensa internacional desde la capital estadounidense anunció la cifra récord de los derechos de televisación del fútbol ; Jorge Giordano, director de selecciones nacionales; Matías Pérez, miembro del Comité Ejecutivo; Álvaro Núñez, por logística y seguridad, y Marcos Méndez, director del departamento de marketing, comunicación y comercial de AUF. Ellos podrán ser testigos presenciales pero pasivos del mapa que le toque a la selección.

El sábado podrán completar la información para ajustar el calendario del día , el horario y la ciudad donde jugarán y ahí se disparará el lugar de concentración en donde estará Uruguay en todo el desarrollo de la primera fase, siendo que los viajes a cada partido no pueden ser de más de tres horas de avión.

Después de la jornada inaugural del 11 de junio que tendrá solamente dos partidos y ambos en México, el Mundial será una maratón de partidos diarios consecutivos dado que desde el 12 de junio hasta el 21 de junio habrá cuatro horarios consecutivos de partidos televisados desde las 13.00. Luego, a las 16.00, a las 19.00 y el último, a las 22.00.

Después en la última semana de definición de los 12 grupos los horarios quedarán con dos o tres frecuencias pero habrá doble transmisión de partidos dado que los partidos de resolución de cada serie se juegan en simultáneo. El formato es claro: 48 selecciones, 12 grupos de cuatro. Los dos primeros de cada grupo clasifican, junto a los ocho mejores terceros, y con esos 32 equipos se arma el cuadro de dieciseisavos de final.

Los cruces están prediseñados letra contra letra, salvo los que involucran a terceros, donde FIFA maneja 16 configuraciones posibles para evitar solapamientos. Es una competencia más ancha, más larga y más diversa, donde el grupo inicial abre un abanico de rutas que no existía en los Mundiales de 32 países.

Las reglas de siempre y las nuevas. Se mantiene la regla madre:ningún grupo puede tener dos selecciones de la misma confederación, salvo la UEFA, que puede tener hasta dos. Los anfitriones tienen posición fija:

México en A1

Canadá en B1

Estados Unidos en D1

La novedad absoluta:España y Argentina, las dos mejores del Ranking Mundial FIFA no pueden quedar en la misma mitad del cuadro.Tampoco la tercera y la cuarta, Francia e Inglaterra.Es una separación estratégica: cabezas de serie que viajan por carriles opuestos hasta la final.

Los bombos están integrados así:

Bombo 1

México, Canadá, Estados Unidos, España, Argentina, Francia, Inglaterra, Brasil, Portugal, Países Bajos, Bélgica, Alemania.

Bombo 2

Croacia, Marruecos, Colombia, Uruguay, Suiza, Japón, Senegal, Irán, Corea del Sur, Ecuador, Austria, Australia.

Bombo 3

Noruega, Panamá, Egipto, Argelia, Escocia, Paraguay, Túnez, Costa de Marfil, Uzbekistán, Qatar, Arabia Saudita, Sudáfrica.

Bombo 4

Jordania, Cabo Verde, Ghana, Curazao, Haití, Nueva Zelanda, cuatro europeos por repesca, dos clasificados del torneo intercontinental.

El mapa previo de Uruguay: 17 rivales tachados antes de empezar

Estar en el Bombo 2 delimita el paisaje. Uruguay no podrá enfrentar a ningún rival que comparta ese copón: Croacia, Marruecos, Colombia, Suiza, Japón, Senegal, Irán, Corea del Sur, Ecuador, Austria y Australia.A eso se suma la regla confederativa: tampoco podrá cruzarse con Brasil, Argentina, Colombia, Paraguay, Ecuador ni Bolivia (si clasifica). La Conmebol queda distribuida automáticamente: un sudamericano por grupo y punto.

Entre una cosa y otra, Uruguay ya tiene 16 o 17 rivales imposibles antes de que se abra la primera cápsula del sorteo. Y también tiene una certeza: sí o sí tendrá un rival europeo. Ese europeo puede venir de tres fuentes: un cabeza de serie de UEFA, Noruega o Escocia que están en el tercer copón,o un europeo de repesca del Bombo 4.

Dónde jugaría Uruguay según el grupo que le toque

Aquí el fixture base —ese que la FIFA publicó con fechas, ciudades y estadios— se vuelve brújula fina. Según la letra del grupo, la celeste puede recorrer tres países o instalarse casi entera en uno solo.

Grupo A (México)

Uruguay jugaría sus tres partidos en México: Guadalajara, Monterrey y Ciudad de México. Es el escenario que más enamora a la hinchada.

Grupo B (Canadá)

Ruta: San Francisco – Vancouver – Seattle. Clima ideal, viajes cortos, verano amable.

Grupo D (Estados Unidos)

Vancouver – Seattle – Los Ángeles. Debut fresco, definición caliente en California.

Otros caminos posibles

Grupos F, H y K: un partido en México

Grupos G y J: un partido en Vancouver

Grupos E, I y L: al menos un partido en Toronto

Es información clave para leer el sorteo: no sólo se define rival, también clima, rutas, temperaturas, vuelos y recuperación.

México como sentimiento

Para la afición uruguaya, México tiene algo de imán emocional.No es una teoría: es cultura compartida, idioma compartido, energía latina en tribunas que suenan familiar. Jugar tres partidos allí es una fantasía que trasciende lo deportivo.

Pero la brújula del plantel no necesariamente tiene que ir por ese lado: clima, humedad, altura, tiempo de recuperación, densidad de vuelos. Un grupo en Canadá o Estados Unidos puede ser igual o más favorable que uno en México. Un Mundial de tres países exige esa doble lectura,la emoción del pueblo y la lógica del cuerpo técnico.

Bolillas sin nombre: el desafío del Bombo 4

Seis selecciones llegarán al sorteo sin identidad final: cuatro europeas y dos provenientes del torneo intercontinental. Las europeas cuentan siempre como UEFA. Las intercontinentales pueden representar hasta cuatro confederaciones distintas.

La FIFA no sortea a ciegas: cada bolilla viaja con la lista de confederaciones posibles.Si el grupo donde debería entrar ya tiene un equipo de una de esas confederaciones, se salta. Es un método largamente usado en sorteos donde las repescas no están definidas. Es la ingeniería invisible que evita grupos inválidos.