Gran victoria albiceleste 2-1 en su casa. Los dos goles fueron de Enzo Larrosa, mientras que para Wanderers había abierto el marcador Nicolás Royón. Ahora el equipo que dirige Tabaré Silva alcanzó la línea de Nacional, con 13 puntos, y quedó en el tercio superior de la tabla, a ocho unidades del líder, Liverpool.
Cerro recibió a Wanderers en el Monumental Luis Tróccoli y puede decirse que los primeros minutos fueron de estudio. Como dos boxeadores que ansían el knockout porque le temen al paso del tiempo, por miedo a perder de nuevo. Quizás incluso sea que los equipos mal denominados chicos persisten en la ilusión de un buen año, una copa internacional, ganar en el estadio o hacerse fuerte de local. Cuando la ilusión no está los equipos están desnudos, y desnudos jugaron hasta los diez minutos, cuando Nicolás Royón despertó del letargo de la tabla. El delantero exigió con un cabezazo a Mathías Cubero, luego de conectar un centro de Nicolás Ferreira.
Pasados los diez minutos, una lesión de Rodrigo Rivero obligó al entrenador bohemio, Juan Manuel Martínez, a ubicar a Pablo Suárez y, de alguna manera, repensar el partido. Nicolás Queiroz probó si desde lejos fluía el peligro. Cerro contestó con una jugada de Agustín Miranda que puso al arquero Mauro Silveira en el podio de las figuras. El mismo Silveira contuvo un tiro libre de Sebastián Cáceres y una gran jugada elaborada por la izquierda entre Máximo Alonso y Enzo Larrosa.
Sobre el final del primer acto se soltaron y elaboraron algunas chances claras que animaron el partido en una de las primeras noches de otoño en el Cerro de Montevideo. Fue recién pasados los 40 minutos que Royón, uno de los más insistentes –que podría haberse ido expulsado por un codazo al defensa Emilio Crespo–, convirtió el primero del score. Fue por un centro desde la izquierda de Nicolás Ferreira, que encontró al delantero primero que todos para vencer a Cubero con un toque sutil.
La alegría va por barrios: dos minutos después, otro que había estado activo en la búsqueda de lo más preciado, Enzo Larrosa, encontró el empate. Todo empezó con una jugada tejida por la derecha del Tróccoli, que encontró al delantero bien ubicado y con el tiempo necesario para acomodar y definir, y alimentar aquello de la ilusión.
En el segundo tiempo Cerro planteó otra iniciativa desde el inicio. Aquello dio sus frutos. Máximo Alonso creció en el campo y tuvo un par de desbordes furtivos que terminaron por encontrar a Enzo Larrosa, su compañero de dupla de la noche. Larrosa convirtió el segundo para darle aire a Cerro y poner la nubecita sobre el banco del bohemio.
La visita tuvo en Queiroz y Royón lo más peligroso. Uno de los que se pusieron el cuadro al hombro fue Bruno Veglio cuando se iluminó Francisco Cerro. Wanderers sintió la falta de Tabaré Viudez y por eso apeló a la potencia de Joaquín Zeballos, a la potencia del ex Torque Andrew Teuten y a la magia de Rodrigo Amaral. De manera proporcional creció en la defensa de Cerro Emilio Crespo, aplicado a la seguridad que brindó Cubero.
Cuando faltaban cinco minutos, el árbitro Santiago Motta pitó penal para Cerro, que luego desestimó mediante la aplicación del VAR porque había una clara posición adelantada de Amaral. Aquello le dio una vida más a Wanderers, pero a pesar de los seis minutos de descuento que dio el árbitro, Cerro se quedó con los tres puntos en su casa de la Villa.