El empate previo entre Nacional de Potosí y Guaraní –que terminó 2-2– dejaba bien parado a Boston River, que, además, a los seis minutos iba ganando 1-0 en un escenario ideal. Luego de un balón al área que se ensució e Independiente nunca terminó de sacar, la pelota llegó a punta izquierda, donde Agustín Anello tiró una diagonal perfecta del medio hacia afuera para rematar cruzado y poner la apertura.

El estadio Centenario, con más público visitante que locatario, era testigo de cómo el equipo uruguayo tenía la chance de meter un punto de inflexión en su carrera por avanzar de fase en la Copa Sudamericana. El triunfo lo dejaba a un punto de los paraguayos en la cima del grupo.

Los estilos futbolísticos, el lirismo y la teoría de sacar la pelota limpia desde abajo. Hay momentos en los que es preferible evitar riesgos y reventarla. El sastre no tuvo la lectura suficiente para ese momento del partido, en el que aguantar unos minutos podía ser una presión indescifrable para el rival.

Boston River regaló un gol en un pasaje del trámite en el que la noche pedía freezer para frenar el primer envión de Independiente. El rojo, como buen grande del fútbol argentino, fue empujado por su gente y siguió de largo para lograr una goleada que lo acerca a la siguiente fase y que, prácticamente, sacó de carrera a los uruguayos.

Del paraíso al infierno

Boston River ganaba y el partido estaba parejo, el elenco argentino no estaba firme ni podía darle buen destino a la tenencia de pelota. Había mucha pierna fuerte, presión en zona media y la posesión iba variando constantemente con dos equipos que no lograban mover el balón con criterio.

De a poco la visita comenzó a saltar la zona de guerra en mitad de la cancha con pelotazos largos pero bien direccionados. En zona ofensiva, Independiente quedó mano a mano con la defensa rival. Los tres delanteros se fijaron arriba y empezaron a inclinar la cancha.

Luego de dos remates desviados, Boston River descuidó una salida de saque de arco. Tocaron en corto, en el pase atrás la perdió el golero, Bruno Antúnez, adentro del área, recuperó Luciano Cabral y Matías Giménez definió fácilmente para empatar.

Independiente, luego del empate, fue un vendaval. Tuvo una pelota en el palo de Álvaro Angulo y rápidamente se puso en ventaja por intermedio de Giovanni Millán, que apareció por izquierda para definir ante un buen centro de Diego Tarzia.

En los primeros 15 minutos del segundo tiempo el rojo terminó de liquidarlo. En el arranque del segundo tiempo, Tarzia puso el tercero aprovechando que Boston River entró dormido al complemento. Tras revisión de VAR, hubo penal sobre Tarzia –que fue figura– y Giménez con remate potente puso el cuarto.

Ahí se bajó el telón del partido y, seguramente, de las chances coperas del equipo uruguayo en el plano internacional. La goleada pudo ser mayor: fueron constantes ataques del elenco visitante, que recién encontró la lotería en tiempo de descuento por intermedio del ingresado Santiago Hidalgo.

Boston River quedó a mitad de camino, se adelantó posicionalmente en el campo, pero no fue peligroso para la defensa rival. Quedó estirado y dejó espacios en defensa para la velocidad de los delanteros argentinos. Anímicamente quebrado, el equipo de Jadson Viera deambuló por la cancha. El resultado final fue 5-1, pero pudo ser peor.

La semana que viene, el sastre deberá subir a la altura de Potosí para enfrentar a Nacional, el martes a las 19.00, a más de 4.000 metros en la ciudad boliviana. Un viaje duro a afrontar para jugar un partido donde está casi eliminado. Independiente, el jueves, recibirá a Guaraní, en lo que parece ser una final por el primer lugar del grupo.

Foto del artículo 'Independiente goleó a Boston River y lo dejó prácticamente eliminado de la Copa Sudamericana'