Aguada inclinó la balanza al ganar su segundo partido consecutivo, por un marcador de 82-73 en el Antel Arena ante Nacional. La clave, otra vez, fue dominar el ritmo de juego y establecer condiciones en el encuentro. Defensivamente jugó de forma muy inteligente y consiguió bajar el goleo del rival.

En el ataque tiene jerarquía y no hay vuelta. Jamil Wilson, Donald Sims y Santiago Vidal entienden todo y sumaron en los peores momentos del rojiverde para salir de los pozos ofensivos que alimentaron las reacciones tricolores.

Calentando motores

Nacional cambió en el quinteto inicial y en la disposición defensiva. Mãozinha fue con Federico Pereiras –para ayudar– y Gianfranco Espíndola con Wilson para que no subiera el balón con comodidad. Toda la táctica previa se rompió con un insoportable Sims que anotó 10 puntos en el primer cuarto. Además, juntó marcas para liberar a otros compañeros. El aguatero ganó los duelos individuales y lastimó atacando el 1x1.

El bolso no pudo correr y estaba trancado ante una defensa cerrada que liberó tiros a jugadores que tienen bajos porcentajes. Sólo se alimentó de los segundos lanzamientos, tras capturar rebotes ofensivos. El debutante Michael Smith aportó con su buena mano.

En el segundo cuarto, el equipo de Álvaro Ponce mejoró defendiendo de forma más agresiva, pese a que falló en las rotaciones. Aun así, pudo correr la cancha y anotar de ataque rápido. Ante una defensa plantada, fue más agresivo para atacar el aro, con un Mateo Sarni vertical para definir o dar descargas cortas a sus compañeros. El tricolor llegó a empatar.

Si hay algo indiscutible en Aguada, es la jerarquía de Sims y Wilson. En el peor momento del primer tiempo hilvanaron puntos entre los dos para recuperar la diferencia y llegar mejor al descanso largo. Los de Germán Cortizas se fueron 45-39 arriba.

Basado en la jerarquía

El buen momento rojiverde no terminó. El segundo tiempo empezó con Sims y Wilson castigando con un caudal anotador imposible de frenar. Nacional debía cambiar algo y pasó a defender en cuadrado y uno con referencia sobre Sims, con quien cambiaba en todas las cortinas directas. El panameño Ernesto Oglivie arrancó a lastimar posteado y Sebastián Ottonello metió tiros cortos.

Una vez más, el rojiverde salió del mal momento gracias a la jerarquía individual y la paciencia para buscar buenos tiros. Wilson continuó siendo el referente ofensivo y se sumaron Vidal, Juan Santiso y Joaquín Osimani, que metieron triples para sostener la ventaja.

El cierre parecía parejo cuando Smith intentaba mantener a Nacional a tiro, pero Aguada, a ley de juego, hizo que rápidamente se liquidara y sobraran más de dos minutos. Vidal se adueñó del partido con una asistencia soberbia para un bombazo de Pereiras y un gol con falta sobre Espíndola. El bolso no tuvo un jugador que asumiera en el epílogo y se chocó reiteradamente con la defensa rival. El festejo, otra vez, fue de Aguada, que ahora está 2-1 arriba en la serie final.