Defensor Sporting, envuelto en su propio rollo con Maxi Gómez, al que se le sumó la partida ruidosa de Walter Montoya, y en disputa con Peñarol por la punta del grupo A, recibió a Plaza Colonia en el Estadio Luis Franzini. En la tribuna de la Banda Marley, una bandera rezaba “Traidor”, sintetizando el sentimiento por la partida del delantero, que ni siquiera participó de este último encuentro. El jugador vestirá la camiseta tricolor y eso cunde en el alma violeta que lo crió.

En Plaza Colonia saben que tienen muchas posibilidades de despedir a una de sus figuras, Christian Ebere, el nigeriano que volvería a Nacional como estaba acordado. El futbolista fue una de las referencias constantes para sus compañeros. Sin embargo hasta entrado el primer tiempo fue un partido trabado en el medio de la cancha, sin demasiado exabrupto para los arqueros: el ex Plaza Kevin Dawson y el guardameta patablanca Joaquín Silva.

Defensor tuvo en Matías Abaldo lo más activo, volvió a confiar en los suyos, y encontró el gol que le permitía soñar con una final. Mientras unos se van, otros se besan el escudo. Germán Barrios encontró un pelota perdida en el área y facturó para festejarlo con su gente que bajó hasta el alambrado.

Pero no le duró mucho al local la alegría. Primero fue con un disparo de Lucas Carrizo que Plaza Colonia avisó. Luego fue Matías Velázquez que peleó en el segundo palo un centro de córner, y consiguió el empate que igualaba las cosas. Así se irían al descanso. En el complemento, Plaza se quedaría con uno menos por la expulsión, previa intervención del VAR, de Haibrany Ruíz Díaz por entrada a Abaldo que se iba solo para el gol. Aquello marcó el partido, más allá de que Ebere dio una pelota en el travesaño. Al mismo tiempo Peñarol en su casa terminó por apagar las ansias violetas de Intermedio al ganarle a Cerro, aunque la Tabla Anual es la que manda.

Plaza supo replegarse, Ebere inspirado siguió generando peligro, aunque Defensor se adelantó en el campo y la visita apostó a los contragolpes. El africano tiró un taco y nunca soltó la concentración. Aunque Abaldo quiso todo el partido, y aquello sostuvo en la emoción local, un dejo de revancha o de rebeldía. El Plaza Colonia de Sebastián Díaz consiguió un punto en Montevideo. Atrás los juegos del Parque Rodó dieron una vuelta más y con la sombra cayó la sensación del invierno. Defensor, a tiempo de barajar y empezar de nuevo.