Este viernes vence el plazo para las negociaciones de buena fe por los derechos de televisación del fútbol uruguayo entre la empresa Tenfield y la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).

A pesar de que, al momento de la publicación de esta nota, no han logrado llegar a un acuerdo que conforme a ambas partes, nos acercamos al momento culminante de esta etapa de diálogo exclusivo. En este contexto, la diaria accedió al contrato entre la AUF y Tenfield, que sostiene las negociaciones de buena fe hasta el 4 de julio.

Según consigna el documento, “las partes negociarán en buena fe la eventual celebración de un nuevo contrato, en forma previa al vencimiento del presente contrato. Para el caso de no alcanzar un acuerdo en un plazo no menor a 180 (ciento ochenta) días, previos al vencimiento del contrato vigente, la AUF se obliga a realizar un procedimiento competitivo, en forma abierta, con carácter nacional y/o internacional; de carácter público y al mejor postor, por la cesión de los derechos objeto de este contrato”.

Wilmar Valdez, que fue presidente de la AUF entre abril de 2014 y julio de 2018, brindó a la diaria detalles de las negociaciones anteriores. En la misma línea, otros integrantes del Ejecutivo de la AUF de períodos posteriores y anteriores al de Valdez expresaron que “se mantuvieron las condiciones anteriores, no hubo enmiendas ni extensiones” puesto que “se buscaba llegar al final del contrato”.

Desde el siglo pasado

Para comprender mejor la documentación y las negociaciones, Valdez sostuvo que “conceptualmente hay que entender que las cláusulas principales del vínculo contractual entre la AUF y Tenfield se derivan del contrato madre suscrito por las partes en 1999”. Según relató Valdez, “desde esa fecha en adelante, todo lo que se firmó en todos los ejecutivos posteriores fueron adendas que modificaban fundamentalmente plazos y montos”, por lo tanto, “la cláusula de igualación se regula en el contrato madre y no fue modificada por ninguna de las adendas”, sentenció el expresidente de la asociación.

A lo largo de las negociaciones descubrimos que para Tenfield es realmente provechoso el vínculo contractual por los derechos de televisación, pero ¿qué beneficios tenía la cláusula de igualación para la asociación? “Al día de hoy, creo que muy pocos para la AUF, pero hay que valorar el contexto y la época en que se suscribieron los contratos y adendas”, expresó el expresidente de Rentistas. En este sentido, contó que “era una época en la que los patrones que se utilizaban en las federaciones en cuanto a los vínculos comerciales con las empresas estaban ligados a la forma de negociación de la Conmebol y la FIFA, donde se utilizaba el sistema de acuerdo a largo plazo y con cláusulas de igualación para las empresas”.

Valdez identificó que en estas prácticas “hubo un quiebre a nivel mundial después del FIFA Gate”, caso de corrupción que fue revelado en 2015 por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que involucró a varios dirigentes de la Conmebol y la FIFA. Gracias al FIFA Gate, se conoció un entramado de sobornos, fraude y lavado de dinero que salpicó por igual a dirigentes y empresas vinculadas al deporte, puesto que las investigaciones revelaron que se influenciaba mediante sobornos a actores involucrados en los procesos en que se otorgaban derechos de transmisión, comercialización y organización de torneos internacionales y elección de sedes para competiciones deportivas.

A raíz de esto, y en un contexto de mayor transparencia, mucho ha cambiado en materia de negociaciones en diez años, como también lo dejó claro el expresidente de la asociación: “Más allá de opiniones, posiciones, informes e interpretaciones jurídicas, lo que es claro es que la posición de la AUF para negociar es óptima en comparación con las circunstancias de los últimos 30 años”.

Frankenstein

“Partimos de una base que el primer contrato fue un Frankenstein que nació en el ‘98 y que después se le fue sacando y poniendo”, comentó otro exintegrante del Ejecutivo de la AUF. Además, valoró que “en el contrato del 2016 hubo un cambio grande” y que el anterior fue cuando “se sacó del contrato de derechos de televisación a la Selección Uruguaya”, en el mandato del expresidente de la asociación José Luis Corbo, puesto que “antes [Tenfield] era dueño de todo, del fútbol, de la selección y hasta la ropa”.

La situación actual difiere de lo que este exintegrante relató, debido a que, según cuenta “se busca poder negociar con libertad, que no es cerrarle la puerta a Tenfield, es abrirle la puerta a otras empresas y propuestas”. No obstante, comparte algunas similitudes puesto que “el contrato vigente [en ese entonces] mantenía ciertas características que había que respetar: negociación de buena fe 180 días antes de la expiración, cláusula de igualación en caso de ser licitante”, sostuvo.

Más documentos

De vuelta en el contrato, identificamos que, en caso de que se pase a llamar a licitación, surgen otras polémicas, como la potestad de la empresa que actualmente ostenta los derechos de televisación para igualar la mejor oferta, incluso sin ofertar, o si deberá obligatoriamente participar en la instancia para luego activar esa cláusula de igualación. Valdez interpretó que “Tenfield podría igualar debido a que la cláusula está vigente”. “Aclaro que no sé qué informes jurídicos pueda haber actualmente respecto de este tema, pero entiendo que Tenfield puede hacer valer la cláusula de igualación”, consideró.

En principio, el documento expresa que “la AUF admitirá la participación en dicho proceso exclusivamente a aquellas empresas y/o consorcios de reconocida trayectoria, que demuestren o garanticen en forma fehaciente una solvencia económica y técnica de similar naturaleza a las detentadas por la actual cesionaria”. En este sentido, advierte que en caso de que dichas empresas, “a criterio de la AUF, no cumplan con los requisitos antes indicados, no podrán presentarse al proceso competitivo, circunstancia que la AUF comunicará sin expresión de causa”.

Al respecto, un exintegrante del Ejecutivo de la AUF explicó que este apartado es simplemente para evitar que empresas que no puedan brindar el servicio correctamente se postulen a la licitación: “Es la forma de cubrirse en caso de no aceptar la oferta, o bien por insuficiente, o bien porque la empresa no sea confiable, por decirlo de alguna manera”.

“De no mediar incumplimiento contractual, el cesionario podrá intervenir sin excepciones, por lo cual no le resultará aplicable el proceso de selección antes señalado”, continúa el contrato. En este apartado, Valdez aseveró que desconoce “el alcance del texto y el criterio con que fue redactado. Seguramente la AUF establecerá las condiciones y requisitos que las empresas deben cumplir para poder participar, y ahí se verá el rumbo que se le quiere dar a este tema desde sus actuales autoridades”.

“En el caso de que la oferta de Tenfield no resulte el mejor postor en el proceso competitivo, tendrá el derecho de igualar la mejor oferta, siempre y cuando se hubiere presentado en forma válida a dicho procedimiento”, prosigue el documento, sin dejar lugar a ninguna ambigüedad. Finalmente, el contrato puntualiza que en caso de que eso suceda, la AUF notificará a la empresa “en forma fehaciente el detalle de la mejor oferta, entregándose copia fiel autenticada, en un plazo de cinco días hábiles, contados a partir de la recepción”, y que luego “Tenfield dispondrá de diez días hábiles, contados a partir del día siguiente de la notificación, para comunicar su decisión de igualar la mejor oferta”. “El silencio de Tenfield SA al vencimiento del plazo estipulado será considerado como respuesta negativa para ejercer el derecho de igualar la mejor oferta”, concluye el apartado dedicado a la cláusula de renovación.

Al cierre de esta jornada se conocerá si el nuevo contrato por los derechos de televisación del fútbol uruguayo se logrará por licitación o si las partes que sostienen un vínculo de casi 30 años acuerdan renovar hasta 2029.