El Congreso de Intendentes pretende que el programa de oportunidades laborales –conocido como jornales solidarios– lanzado para atender la crisis a raíz de la pandemia se extienda en el tiempo y procura negociar las condiciones con el Poder Ejecutivo, que aspira a cambiar el esquema de financiación. Los gobiernos departamentales ven positivamente los resultados del programa y aprobaron un informe tras una encuesta con respuestas de 16 intendencias, en el que destacaron su impacto en el empleo creado en 2021, cifras que rebatió el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Isaac Alfie.
“En una primera conclusión, surge con claridad que la experiencia fue una respuesta efectiva en tiempos de pandemia –en que las oportunidades laborales y de inserción social se vieron afectadas–, fundamentalmente para un conjunto de personas que ya venían con situaciones de desempleo estructural y alta vulnerabilidad social”, señaló el informe del Congreso de Intendentes.
El programa surgió de una ley que envió el Poder Ejecutivo al Parlamento, luego de una negociación con los intendentes. En mayo se aprobó por unanimidad y ese mes se lanzó la convocatoria, que estuvo dirigida a personas de entre 18 y 65 años que no recibieran ninguna prestación salarial ni subsidio u otra retribución de carácter personal. Hubo un alto interés en todo el país y se anotaron más de 200.000 personas para los 15.000 cupos a sortearse, repartidos en los distintos departamentos del país, por una remuneración prevista de 12.500 pesos nominales por 12 jornales. Inicialmente el programa se extendió hasta noviembre y luego se votó una prórroga hasta marzo de este año.
Según el reporte de los intendentes, entre mayo, cuando comenzó el programa, y diciembre de 2021 hubo “un incremento de 39.950 personas cotizantes”, según los registros del Banco de Previsión Social (BPS), y un aumento de los puestos cotizantes en el BPS de 75.000 personas en igual período, que se explica por el retorno de trabajadores en seguro de paro. Del número inicial, contando los 15.000 puestos de los jornales solidarios surge que “constituyen promedialmente 37,5% del incremento [de las personas empleadas]”.
Parte del informe fue publicado el viernes por el diario El Observador y desde su cuenta de Twitter el director de la OPP cuestionó los números del Congreso de Intendentes. Alfie planteó que tomando “el promedio de puestos de trabajo del segundo semestre de 2021” respecto del primer semestre, hay una “diferencia de 65.200” empleos; a su vez, indicó que “los aportantes al BPS por el PRG [Programa Oportunidad Laboral] son aproximadamente 9.500, por tanto este explica 14,6% de los nuevos puestos creados”.
Impactos por departamento
De acuerdo al reporte del Congreso de Intendentes, viendo el aumento de los puestos cotizantes en el BPS y el número de cupos por departamento se puede ver el impacto sectorial del programa. En tres departamentos representó más de la mitad del empleo creado en esos meses: 57% en Cerro Largo, 53% en Río Negro y 87% en Treinta y Tres. En otros tres departamentos significó entre un tercio y la mitad de los empleos: Flores (40%), Lavalleja (37%) y Rocha (35%).
En un nivel menor de impacto quedaron Maldonado (10%), Montevideo (15%), Artigas (17%), Canelones (18%), Florida (21%), San José (22%), Colonia (23%), Salto (23%), Tacuarembó (24%), Paysandú (27%), Soriano (28%), Durazno (30%) y Rivera (31%).
Según el relevamiento realizado, que incluyó 14 intendencias que sumaban 11.800 cupos del programa, hubo 23,2% de personas, unas 2.700, que renunciaron a los jornales solidarios mientras transcurría el trabajo; 40% dijo que lo hizo porque accedió a otro trabajo formal, lo que “refleja el dinamismo del programa en cuanto a los mecanismos de selección y participación, debiendo considerarse un aumento respecto del número inicial de beneficiarios”.
Además, se destacó la participación de “colectivos vulnerables”: 1% fueron personas trans, 4%, personas con discapacidad y 8%, afrodescendientes.
A su vez, la mitad de los participantes tenían entre 18 y 29 años, 30%, entre 30 y 44 años, y 19%, más de 45 años. Más de la mitad (55%) eran mujeres y 30% eran jefas de hogar. También se observó que 45% registraba primaria completa, 31%, ciclo básico completo, 14%, bachillerato completo y 2% fueron personas con estudios terciarios.
“Desde el punto de vista cualitativo, y según la opinión de varios referentes territoriales, esta diversidad de niveles educativos alcanzados tuvo impactos positivos para las personas de menor formación, ya que les generó oportunidades de interacción con personas en mejores condiciones socioeducativas”, indicó el informe del Congreso de Intendentes.
20% de los seleccionados tuvieron con los jornales solidarios su primera experiencia laboral, y 44% se ubicaba por sus características dentro de la categoría de “desempleo estructural”.
Tareas realizadas en los jornales
Barrido y limpieza de espacios públicos fue la actividad más realizada por los participantes del programa en cada departamento, según el relevamiento del Congreso de Intendentes. Luego le siguen tareas de auxiliar de servicio, pintura, balizamiento y bacheo, desmalezamiento, ayudante de cocina y auxiliar administrativo. “Las actividades más tradicionales en los gobiernos locales, asociadas al mantenimiento de los espacios públicos, concentraron la mayoría de la participación”, se evaluó.
En la encuesta también se consultó a “referentes territoriales [como capataces, directores de área o funcionarios encargados] acerca del desempeño de los jornaleros” y 93% se mostró “satisfecho o muy satisfecho con los rendimientos”.
Además, se destacó que las intendencias realizaron tareas de formación como complemento del trabajo para las personas elegidas para los jornales solidarios: “La propia dinámica del programa (acotado en el tiempo y con reducción gradual de jornales) fue dando la pauta a los beneficiarios sobre la necesidad de fortalecer sus capacidades de reinserción, y para eso se les fueron entregando herramientas y competencias que permitieran cumplir con tal objetivo”.
Hubo capacitación en “albañilería, sanitaria, soldadura, espacios verdes, seguridad y salud ocupacional, emprendedurismo y cooperativismo, educación financiera para el hogar, talleres de orientación laboral, talleres de digitalización, motivación para culminar estudios primarios y secundarios, y acreditación de saberes en oficios y competencias para la empleabilidad”. En agregado, se ayudó a los participantes en aspectos como “la salud mental, la salud sexual y reproductiva (pap, mamografía, derechos sexuales y reproductivos, etcétera), tramitación de carnet de salud, programa de atención a la vivienda y atención alimenticia”.
En conclusión del Congreso de Intendentes, “programas como Oportunidad Laboral son herramientas efectivas para transferir recursos materiales y simbólicos a los individuos que necesitan fortalecer su desenvolvimiento en la sociedad”; se entiende que así “se contribuye con la reducción de la vulnerabilidad social, al fortalecer los activos con que cuentan las personas y sus familias”.