Hace dos meses y medio, con la agenda política posreferéndum dominada por los reclamos —sindicales, de la oposición y también de los socios de la coalición— de atender la suba de la inflación y la pérdida del poder adquisitivo, el gobierno anunció una batería de medidas. Entre la suba de las jubilaciones desde julio y la convocatoria a distintas mesas de negociación para trabajadores, se coló el anuncio del IVA personalizado por parte del Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Esa medida, que permite deducir el impuesto a los hogares más vulnerables a modo de subsidio focalizado, comenzó a regir este lunes.

El impuesto al valor agregado (IVA) es el tributo con mayor recaudación de todos los que cobra el Estado: 46,4% del total de ingresos que reportó la Dirección General Impositiva (DGI) entre enero y junio, o 46,8% del total embolsado en 2021. Pagan IVA todas las compraventas de una gran variedad de productos abarcados por el tributo, y tiene la particularidad de que, a diferencia, por ejemplo, del impuesto a la renta de las personas físicas (IRPF), todos los contribuyentes lo pagan por igual y no tiene ligazón con sus ingresos.

La propuesta del IVA personalizado busca revertir al menos en parte esto último, ligando el pago del tributo al ingreso de los hogares. En definitiva, busca que el pago por IVA sea menor en los contribuyentes de menores recursos, una población que el Mides estimó en 203.000 hogares o 837.000 personas, que son las beneficiarias de planes sociales hoy día.

La tasa básica de IVA en Uruguay es de 22%, aunque hay varios productos de la canasta básica que tienen una tasa de 10%, como algunos cortes de carne, fideos, pastas, harina, polenta, arroz, aceite y azúcar. El gobierno exoneró el IVA por dos meses a los panificados y al asado de tira este año; posteriormente, en el Senado y a propuesta de Cabildo Abierto (CA), se aprobó una minuta de comunicación para pedirle al Ejecutivo que se exonere del IVA de 10% a 19 productos de la canasta básica por seis meses.

La respuesta desde el gobierno llegó por la vía del nuevo IVA personalizado, una idea cuyas bases surgieron una década atrás a partir de una investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con la participación de un especialista en impuestos uruguayo, Alberto Barreix, uno de los “padres” de la reforma tributaria de 2008.

El consultor fiscal del BID le dijo a la diaria que la idea del IVA personalizado es “una tendencia” hoy día a nivel impositivo y que hay “varios países que estudian apostar” por este esquema, con experiencias avanzando por ejemplo en Colombia y Ecuador.

Agregó que el planteo es “transversal” a los partidos políticos en Uruguay: hay voces a favor y en contra en todos los sectores. Desde su rol de técnico especialista en impuestos, dijo que se reunió con dirigentes de todos los partidos —en el último tiempo fue CA— para hablar del IVA personalizado, y destacó que se da “un primer paso” con el anuncio de Mides. De todas formas, advirtió que hay una cuestión clave que debe atenderse con posterioridad a comenzar a aplicar esta medida “por la vía del gasto”, que tiene que ver con “generalizar” la tasa del IVA.

La cuestión es que si la lógica es devolver a los que menos tienen y que pagan los deciles de más ingresos, no resulta coherente que por ejemplo esos sectores más ricos paguen 10% de IVA al comer carne y no 22%, explicó Barreix. Si se lleva a todos los productos a una tasa única, será mayor la recaudación y, por ende, se puede compensar de mejor manera a los deciles de menos ingresos, o usar el ingreso extra desde el Estado para otra política pública.

“No hay dudas de que el IVA es un impuesto regresivo, nadie lo discute, pero es un impuesto bueno por varias virtudes, entonces hay que volverlo menos regresivo. Así nos surgió la idea de que si generalizamos la tasa y devolvemos a los más pobres de acuerdo a su consumo, hay una corrección por la que sí somos progresivos —si bien el impuesto sigue siendo regresivo—”, explicó Barreix.

A su vez, destacó que “Uruguay ha sido pionero” en aplicar disposiciones sobre el IVA, como cuando en 1988 ideó un sistema para el agro que luego fue replicado por la Unión Europea para su comercio interno.

“Que Uruguay empiece con este proceso me parece valiente. Ahora falta ir por la generalización [de la tasa]”, dijo Barreix, aunque aclaró que esto no implica necesariamente que se suba “la presión fiscal” del IVA. Como ejemplo potencial, si al subir los productos abarcados por una tasa de 10% hay una mayor recaudación considerable, se podría bajar la tasa general a 20%.

“Los países que empiezan desde el gasto” con el IVA personalizado como hace Uruguay, “en la medida que ven funcionando” el nuevo sistema y cómo esto beneficia a los sectores más pobres, “naturalmente van a moverse hacia una generalización de la tasa; es el proceso natural y así pasó en los otros países”, comentó.

El consultor fiscal del BID dijo que el IVA personalizado “ayuda” a “racionalizar” los sistemas de transferencias a los hogares, de la mano de los avances tecnológicos que permiten individualizar a la población vulnerable, pero también alertó que debe ser correcta la implementación a nivel administrativo, con coordinación entre el Mides y la DGI. 

Primera etapa de registro

Según detalló el Mides, para acceder al beneficio los usuarios de Asignaciones Familiares-Plan de Equidad deberán elegir cobrar su prestación mensual a través de la plataforma Tuapp y así accederán “al descuento total del IVA en compras de bienes y servicios”. Desde la cartera explicaron a la diaria que se trata de un trámite nuevo que los usuarios de programas sociales desde este lunes pueden comenzar a hacer, ya que hoy día muchos utilizan Tuapp pero para otras funciones.

Los pasos a seguir por la persona son hacer el trámite del usuario digital —debe validarse en los Puntos de Atención Ciudadana o cualquier oficina del Mides—, completar un “formulario de postulación” con datos básicos, y luego descargar e instalar la aplicación. Hecho esto, detalló la cartera ministerial, “a partir de setiembre podrás realizar compras y beneficiarte del descuento del IVA en los locales habilitados”. Es decir, que al momento de realizar una compra, por ejemplo de alimentos, al pagar con la tarjeta se les descontará del monto final lo correspondiente al IVA, que puede ser 22% o 10% dependiendo el artículo.

En agregado, estos usuarios del Mides podrán “recargar hasta 2.000 pesos mensuales” más allá del plan social que cobran, y al utilizar el dinero en compras tendrán también el descuento del IVA. Estas recargas pueden hacerse a través de la plataforma eBROU sin costo, al igual que en los cajeros de supermercados, mientras que en las redes de cobranza tendrán “un costo aproximado de 44 pesos”.

A favor: asesor del FA y el PIT-CNT

El anuncio de la medida por parte del Mides tuvo buena repercusión, bajo el entendido de que al ser un impuesto regresivo —en términos relativos, destinan más de sus ingresos al IVA los pobres que los ricos—, buscar darle progresividad es positivo. Así lo indicó por ejemplo Jorge Polgar, expresidente del Banco República (BROU) y actual asesor del Senado del Frente Amplio (FA). “Buena noticia” usar las aplicaciones del BROU y Antel “para más equidad”, escribió Polgar en Twitter el 13 de julio, al tiempo que recordó que si bien la tarjeta “AFAM ya devolvía todo el IVA, ahora se usa la tecnología de inclusión financiera para ampliar en 2.000 pesos de compras por mes”. Concluyó que “el IVA es un impuesto injusto”, aunque sostuvo que “antes de 2007” —cuando se procesó la reforma tributaria que impulsó el FA— “IVA más Cofis [contribución al financiamiento de la seguridad social] era 26%”. 

En tanto, tras los anuncios del gobierno a mitad de mayo, el PIT-CNT publicó en su web un informe del Cuesta Duarte en el que se analiza cada medida. Sobre esta en específico, se señaló: “La idea del IVA personalizado presenta una alternativa en pos de revertir la regresividad” del tributo y “refuerza la idea de que la política tributaria debe ser visualizada como un camino para alcanzar objetivos económicos —como afectar la distribución del ingreso—”. Además, se destacó que “la implementación se apoya en el uso de medios electrónicos para la realización de pagos”, lo que “es esencial para que los descuentos tributarios al consumo —que tienen un costo fiscal asociado— lleguen efectivamente a los hogares”.