El avance de la “libertad” que pregona el presidente electo de Argentina, Javier Milei, tendrá, al menos en el corto plazo, un efecto moderado en la economía uruguaya. Según expertos, el resultado electoral de este domingo no implicará “cambios significativos” en la realidad nacional, que, de todos modos, ya está siendo afectada por la situación que atraviesa Argentina.

En diálogo con la diaria, Gabriela Mordecki, investigadora de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, estimó que “el tipo de cambio podría subir más todavía”, dado que, si prospera la anunciada dolarización de la economía argentina, “todos los agentes se van a querer posicionar en dólares”, lo cual “es peor para Uruguay”, debido a que una profundización de la diferencia cambiaria entre Uruguay y Argentina afectará principalmente al turismo. Asimismo, “este año el flujo comercial de turistas hacia Argentina está impactando de forma muy importante en el comercio”, resaltó.

Nicolás Cichevski, gerente en CPA Ferrere, dijo a la diaria que “es esperable que Argentina continúe más barata que Uruguay” durante las próximas semanas. Proyectó una temporada turística similar a la del año pasado, es decir, con “una buena cantidad de turistas” pero con “gastos en dólares disminuidos”.

Para Cichevski, “en términos generales”, el triunfo de Milei no traerá “cambios significativos” para la economía uruguaya, ni en el corto ni en el mediano plazo. Mencionó que posiblemente haya una “cierta corrección de los precios relativos”; por ejemplo, que la ropa en Argentina “no va a ser tan cara” para el público uruguayo o que los productos cosméticos “no van a ser tan baratos”.

En la misma línea, Alicia Corcoll, gerenta en Exante, estimó que en Uruguay los próximos meses “van a ser bastante parecidos a los actuales”. En conversación con la diaria, comentó que “quizás” se observe “algún efecto positivo en materia de expectativas” en el mercado argentino al inicio de la gestión de Milei, lo cual “sería bueno para la temporada turística” uruguaya.

Sin embargo, Corcoll afirmó que, siendo la situación actual “tan desfavorable a nivel de los precios relativos” entre ambos países, “seguramente no podamos tener una temporada turística demasiado positiva”.

Corcoll dijo que es probable que, al mismo tiempo, continúe la fuga de consumo desde Uruguay hacia Argentina: “Los uruguayos vamos a seguir gastando mucho en Argentina”. De hecho, apuntó que al término de la próxima temporada turística “el saldo neto de ingreso de divisas por turismo seguramente va a ser nulo”, lo que sería “algo inédito para nuestro país”.

Planteos disruptivos

La dolarización y la eliminación del Banco Central, así como la privatización de las empresas públicas y la ruptura de relaciones diplomáticas con Brasil y China, han sido algunas de las propuestas anunciadas por Milei. Para Cichevski, en el mediano plazo, el programa de Milei “puede ser el principio de una estabilización” de la economía argentina, siempre y cuando “se lleven a cabo políticas más ortodoxas”. Puntualizó que “eso tiene como horizonte, quizás, 2025”, ya que antes “lo que tiene que hacer Argentina es un ajuste fiscal”.

Por su parte, Mordecki señaló que si Argentina vuelve a “una senda de mayor crecimiento”, con una menor inflación y un dólar “bajo control”, ese escenario “sería positivo para Uruguay”. Sin embargo, alertó sobre el conjunto de medidas –no económicas– que promueve Milei, dado que “las instituciones también son importantes para la economía”.

Sobre la dolarización, Cichevski señaló que “hay cierto consenso” en cuanto a que “dolarizar te quita la herramienta de atenuar los ciclos económicos negativos” mediante políticas monetarias. No obstante, también señaló que la dolarización “puede actuar como ancla fiscal”, ya que “como no voy a poder imprimir pesos argentinos, con eso limito en cierta forma la magnitud del déficit fiscal”. En ese sentido, afirmó que el principal problema de la economía argentina en “los últimos 30 años” ha sido “el déficit fiscal persistente financiado con emisión monetaria”.

“Un poco ese es el dilema: perder la política monetaria pero anclar un poco más la cuestión fiscal”, resumió Cichevski, quien, de todos modos, ve “poco factible” la implementación de un proceso de dolarización en la economía argentina.

En el caso del Banco Central, su eliminación requiere una mayoría especial en el Congreso, algo que por el momento Milei no tiene. Al respecto, Mordecki opinó que se trata de “un eufemismo”, porque las funciones que cumple el Banco Central –entre ellas, controlar el sistema financiero– “las tiene que asumir algún otro organismo”.

Mordecki mencionó que hay antecedentes de procesos de dolarización en América Latina, como fue el caso de Ecuador. También señaló la situación de los países de la Unión Europea, que “tienen el euro como moneda” pero “todos tienen su banco central, que cumple otras funciones además de la emisión monetaria”.