El dato
Según la información publicada por el Fondo Monetario Internacional (FMI),1 la inversión extranjera que se dirige a países afines geopolíticamente pasó de ubicarse en el entorno de 40% hace una década a más de 50% en la actualidad. Este crecimiento resulta mucho más dinámico que el observado cuando se analiza la inversión desde la perspectiva de la proximidad, es decir, en países cercanos geográficamente. En el marco de las crecientes tensiones geopolíticas, esto puede alimentar una creciente fragmentación económica en bloques rivales a través de los flujos de inversión directa, fenómeno que se extiende también hacia el comercio en términos más generales.
El contexto
¿Qué efecto podría tener esta fragmentación en el crecimiento económico mundial de largo plazo?
Según los cálculos presentados por los investigadores, la estrategia de localizar crecientemente la producción en zonas geopolíticamente afines, a través del reforzamiento de los flujos de inversión directa dentro de ese ámbito, podría tener un impacto negativo de 2% en la producción mundial a largo plazo.
¿Cómo están afectando las tensiones geopolíticas a la fragmentación económica por zonas geográficas?
Las tensiones geopolíticas están generando una fragmentación económica creciente por zonas geográficas que resulta una novedad respecto a lo observado durante el período de globalización comenzado a fines del siglo pasado. Este nuevo fenómeno desafiará al actual sistema multilateral, que deberá complementarse con mecanismos para mitigar los efectos secundarios de las acciones políticas unilaterales.
¿Cómo y por qué sucede este fenómeno?
Debido a las crecientes tensiones geopolíticas, las empresas vienen analizando y concretando nuevas estrategias para dotar de más resiliencia a sus cadenas de suministros. Esto lo han hecho repatriando la producción o desplazándola hacia países de confianza geopolítica. Por ejemplo, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos Janet Yellen sugirió, en abril de 2022, que las empresas localicen sus cadenas de suministro en países con mayor afinidad ideológica. Por otra parte, China también se ha manifestado de forma similar y aspira a reemplazar la tecnología importada con alternativas locales para reducir su dependencia de los rivales.
¿Se pueden tomar medidas multilaterales para minimizar la incertidumbre generada por la fragmentación geoeconómica?
Según los autores, se podría mejorar el intercambio de información mediante el diálogo multilateral. Por ejemplo, se podría crear un marco de consulta internacional sobre el uso de subsidios que son utilizados con estos fines. Según los autores, esto ayudaría a los gobiernos a identificar consecuencias no deseadas y mitigar los efectos secundarios negativos de este fenómeno.
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Ahn J. et al. (2023). “Fragmenting Foreign Direct Investment Hits Emerging Economies Hardest”. IMF. ↩