El presidente de la Confederación de Cámaras Empresariales, Diego O’Neill, se mostró optimista con respecto a las posibilidades de un trabajo conjunto con el futuro gobierno liderado por Yamandú Orsi. Asimismo, destacó varios puntos de coincidencia entre la visión económica del presidente electo y las prioridades del sector empresarial.

“La agenda de crecimiento económico que plantea Orsi es absolutamente compartible y esperamos encontrar coincidencias a la hora de la instrumentación. El crecimiento pasa fundamentalmente por el sector privado. Por tanto, es una agenda con la que nos sentimos identificados y esperamos trabajar en líneas comunes”, aseguró O’Neill.

Entre los aspectos más destacados, el dirigente de los empresarios valoró la designación de Gabriel Oddone como futuro ministro de Economía y Finanzas. “Es un economista muy calificado y entendemos que puede ser positivo que esté al frente del ministerio. Es importante que el presidente le dé el respaldo para que sea el dueño de la política económica”, afirmó. O’Neill también coincidió con Oddone en temas como la modernización del Estado, la desburocratización y la incorporación de tecnología como pilares para mejorar la competitividad del país.

Sin embargo, también planteó desafíos pendientes que el próximo gobierno deberá abordar. Entre ellos, subrayó la necesidad de reducir el déficit fiscal y controlar el gasto público, dos aspectos que calificó como “el mayor debe” de la administración actual. Otro tema clave para el sector empresarial es la inserción internacional del país. Aunque celebró la firma del acuerdo Mercosur-Unión Europea, O’Neill expresó preocupación por la postura del próximo gobierno con respecto a los tratados de libre comercio.

A pesar de las diferencias, enfatizó la disposición de las cámaras empresariales para colaborar con el nuevo gobierno. “De nuestra parte, tenemos la mejor disposición para interactuar, aportar y sumar ideas. De las discusiones salen las mejores soluciones”, agregó.

Por último, aseguró que el Mercosur está en un contexto “muchísimo más positivo” ante el acuerdo alcanzado con la Unión Europea y la postura del presidente argentino Javier Milei de una mayor apertura.

¿Cuál es la evaluación que hacen las cámaras empresariales sobre la actual gestión en materia económica?

La actual gestión ha tenido cosas positivas. Por ejemplo, la nueva institucionalidad fiscal con la creación de la regla y del Consejo Fiscal Asesor. Entendemos que es una medida buena para las finanzas públicas y que debería continuar. Hay algunas recomendaciones del Consejo Fiscal Asesor de ajustes y mejoras que deberían incorporarse, pero entendemos que es un aspecto positivo. También creemos que, desde el punto de vista económico, se generaron estímulos para la inversión a través de la ley de vivienda promovida que fueron positivos. Por ejemplo, esta última generó un flujo de inversión en construcción, en beneficios de vivienda, muy importante. Ha habido un buen clima de negocios a lo largo de estos años. También ha existido un buen nivel de inversión extranjera. Por tanto, entendemos que, en términos generales, el balance es positivo.

Entre los debes está el déficit fiscal. Tenían un objetivo de llegar a un valor bastante menor, en torno al 2,5% del PIB al final del período, y eso no se va a alcanzar; va a quedar algo por debajo de 2019, pero va a seguir siendo un número bastante más alto, así que es una tarea que queda para la próxima administración.

¿Considera entonces que entre los principales debes de esta administración se encuentran el déficit fiscal y el atraso cambiario?

En lo económico, probablemente sí. El tema del déficit fiscal, sin duda, era el objetivo más ambicioso que la propia administración se había planteado y no se alcanzó.

“De nuestra parte, tenemos la mejor disposición (con el gobierno) para poder interactuar y poder aportar y sumar ideas. De las discusiones salen las mejores soluciones”.

Y en materia de atraso cambiario, ¿cuál es su opinión?

Fue un tema que ocupó buena parte de la discusión en 2023 y 2024. Indudablemente, la política monetaria hizo lo suyo, pero entendemos que no es sólo la política monetaria, que también el tema del déficit fiscal está detrás del atraso cambiario. Por eso ha sido un problema recurrente en nuestro país durante las últimas décadas. No ha pasado sólo en esta administración. Entonces, hay que ir a fondo con la reducción del déficit y estamos planteando un superávit primario de entre el 0,5% y el 1% del PIB para lograr reducirlo.

¿Con qué medidas se podría lograr esa reducción?

Consideramos que hay que ir por el lado de la reducción del gasto público, que no ha dejado de aumentar y que es algo que hay que corregir. El Estado está sobredimensionado. Hay una plantilla de funcionarios en torno a los 300.000, que es un número muy alto para nuestro país. Y por el lado del gasto público, indudablemente hay que hacer recortes para poder reducir el déficit.

Una de las propuestas de la campaña de 2019 era la reducción del gasto público. ¿Cree que el actual gobierno no cumplió esa promesa?

Entiendo que hubo un esfuerzo en la reducción en algunas reparticiones, pero que se compensó con otras donde probablemente no fue así. Es probable que el balance no sea positivo en ese sentido. Me faltó mencionar también como otro logro de esta administración la reducción de la inflación. Más allá del costo que tuvo para el sector, producido por el atraso cambiario, el hecho de tener una inflación en el entorno del 5% y dentro del rango meta hace 18 meses es una cosa importante y que beneficia fundamentalmente al asalariado.

Foto del artículo 'Cámaras empresariales quieren que Gabriel Oddone sea el “dueño de la política económica”'

Foto: Rodrigo Viera Amaral

¿Qué esperan del próximo gobierno liderado por Yamandú Orsi?

Creo que la agenda de crecimiento económico que plantea Orsi es absolutamente compartible y esperamos encontrar coincidencias a la hora de la instrumentación. El crecimiento pasa fundamentalmente, no exclusivamente, pero principalmente, por el sector privado. Por tanto, es una agenda con la que nos sentimos identificados y esperamos trabajar en líneas comunes.

La designación del economista Gabriel Oddone en el Ministerio de Economía y Finanzas también es algo que genera expectativas positivas. Es un economista muy calificado y entendemos que puede ser positivo que esté al frente del ministerio. Es importante que el presidente le dé el respaldo para que sea el dueño de la política económica.

Con respecto a la problemática de la inserción internacional, ahí visualizo el tema con un poco más de preocupación, porque apoyamos la línea que venía siguiendo la actual administración de intentar generar acuerdos de libre comercio de manera unilateral y sin el Mercosur. Entendemos que es algo en lo que se debe insistir. Ahora también el presidente argentino está en esa misma línea, pero parecería que el gobierno entrante tiene una postura más de alineamiento con el Mercosur y de una postura escéptica respecto a los tratados de libre comercio, cosa que no compartimos.

¿Cuál es la expectativa con respecto al diálogo y el trabajo conjunto que podrían tener con el gobierno que va a asumir?

De nuestra parte es total. Nosotros, obviamente, trabajamos con el gobierno que la ciudadanía elige, así que ahora será con la administración de Yamandú Orsi. De nuestra parte, tenemos la mejor disposición para poder interactuar y poder aportar y sumar ideas. De las discusiones salen las mejores soluciones.

Usted dijo que una de las coincidencias con el futuro gobierno es en materia de crecimiento. ¿Hay algunos otros temas en los que puede haber alguna sintonía con las autoridades electas?

Sí, sin duda, esperamos que sí. Orsi también ha hablado mucho de ser el presidente del diálogo y de generar acuerdos amplios sobre temas importantes, como pueden ser el de la educación o el de la seguridad. Esos temas son los que el país necesita encarar muy firmemente y requerimos el desarrollo de políticas de Estado que trasciendan a una administración. Y, para eso, los acuerdos amplios son bien importantes.

“Consideramos también que la agenda de crecimiento requiere un gabinete y, en particular, un ministro de Trabajo y Seguridad Social que otorgue garantías a todas las partes, porque de lo contrario se pueden generar efectos contraproducentes en la inversión y en el empleo”.

Finalmente, dentro de los aspectos de política económica que Oddone ha mencionado, como la mayor incorporación de tecnología, modernizar el Estado, desburocratizar, desregular, también son temas en los que tenemos coincidencias.

¿Cuáles considera que serán los principales desafíos económicos que enfrentará el próximo gobierno, particularmente en términos de empleo, inversión y crecimiento?

Reducir el déficit social, el gasto público, los costos internos; todos coincidimos en que Uruguay es un país caro, de costos altos, y tenemos que bajarlos en todo lo que se pueda. Por ejemplo, la energía es un tema bien claro; ahí hay desafíos importantes. Consideramos también que la agenda de crecimiento requiere un gabinete y, en particular, un ministro de Trabajo y Seguridad Social que otorgue garantías a todas las partes, porque de lo contrario se pueden generar efectos contraproducentes en la inversión y en el empleo. Así que creemos que ese es un aspecto importante que se va a conocer en los próximos días.

¿Qué sectores de la economía uruguaya requieren mayor atención o reformas para potenciar su desarrollo?

Cada sector tiene sus desafíos. Por ejemplo, el sector agropecuario tiene el desafío fuerte del riego para los próximos años. Los eventos extremos de inundaciones y sequías son cada vez más frecuentes y entendemos que el país debe avanzar, por ejemplo, en el tema del riego, que tiene un potencial muy grande para apuntalar el sector agropecuario y el crecimiento.

Pero también está lo que señalaba sobre la inserción internacional; creo que ese es un tema vital. Ahora se firmó el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, que es una excelente noticia para el país y que esperamos se concrete en un plazo de un año y medio. Y esas son las cosas que también pueden generar un salto en el crecimiento, precisamente porque es un aumento del flujo comercial de exportaciones, pero también de las inversiones, por ejemplo, de empresas de la Unión Europea en Uruguay, de la incorporación a cadenas globales de valor. Así que creemos que ese es un camino que se debería profundizar. También se debería continuar con los intentos de ingreso al acuerdo transpacífico, como también con China.

¿Qué beneficios tendría continuar por esa línea en materia de inserción internacional?

Uruguay deja cada año aproximadamente 500 millones de dólares en aranceles en las exportaciones fuera de la región. Los acuerdos comerciales a lo que apuntan precisamente es a la reducción de aranceles o a la eliminación de estos. Por lo tanto, todo ese dinero ingresaría al país y no se seguiría pagando. Pero, además, los acuerdos permiten aumentar las exportaciones, el flujo comercial y las inversiones. Así que es un camino que para el crecimiento y para el desarrollo del país es fundamental.

Durante esta semana usted afirmó en algunos medios que los avances en política exterior no fueron suficientes. ¿En qué falló la actual administración y qué debería tener en cuenta el Frente Amplio al asumir el gobierno?

Apoyamos la línea de trabajo de esta administración, pero como todos sabemos, el acuerdo con China, que recientemente el embajador en Uruguay dijo que están interesados en firmarlo, no se pudo concretar por nuestra pertenencia al Mercosur y la oposición de los países grandes del bloque. Hoy hay un escenario distinto, con un presidente argentino que está hablando en la misma línea. Entonces, quizá se terminó la falta de resultados que se tuvo en algún aspecto en la actual administración, sobre todo con China, y haya espacio para avanzar en los próximos cinco años.

Probablemente, también este acuerdo Mercosur-Unión Europea, que el presidente [brasileño] Lula [da Silva] impulsó con mucha fuerza, estuvo bajo la presión que indudablemente Uruguay hacía al plantear la necesidad de aumentar la inserción internacional. Así que pensamos que puede haber buenos resultados y que hay que manejar la diplomacia para poder avanzar, tanto con Brasil como con Argentina.

¿Usted cree que el próximo gobierno debería aprovechar la postura que tiene Milei en el Mercosur?

Nosotros entendemos que sí, que para poder profundizar la inserción internacional deberíamos optar por una flexibilización del Mercosur que permita hacer acuerdos en forma unilateral.

¿Se podría decir entonces que el escenario del Mercosur es más positivo que lo que había sido en los últimos años?

Yo creo que sí, que tenemos un escenario positivo y que la firma del acuerdo Mercosur-Unión Europea es una señal bien clara.