Consideramos que la población uruguaya es una población altamente envejecida, y lo podemos constatar en los datos estadísticos obtenidos por el Instituto Nacional de Estadística en el Censo 2011; estos demuestran claramente que la población uruguaya de 65 o más años pasó de representar 7,6% del total en el Censo 1963 a 14,1% en el Censo 2011. A la inversa, en el período 1963-2011 se verificó un importante descenso del porcentaje de población menor de 15 años, que pasó de representar 28,2% de la población en 1963 a constituir 21,8 % en 2011. Podemos apreciar claramente el aumento de la esperanza de vida en Uruguay.
Al aumentar la esperanza de vida, nos interrogamos cuál es la calidad de vida que se espera para esta población de 65 y más años.
Para poder acceder a datos mas reales hicimos diversas entrevistas a adultos mayores como fuente primaria, ya que nos interesaba saber cómo se sienten y los vínculos mantienen con sus familiares y cuidadores.
Para ello fuimos al Ministerio de Desarrollo Social, dentro del cual funciona un instituto que se encarga expresamente de las personas mayores, denominado Inmayores. Entrevistamos a Mauricio Arreseigor que trabaja allí desde 2014.
Arreseigor manifestó que existe violencia hacia las personas mayores, con determinadas características; una de ellas es que la pueden ejercer los propios familiares o cuidadores de forma intencional, por desconocimiento de los cuidados que se debe tener con el adulto mayor, de su patología, en el caso de que presente una, o debido a que el cuidador de este adulto esté sobrecargado y por eso termine ejerciendo maltrato. Este puede ser económico o patrimonial (se utilizan indebidamente los recursos de las personas mayores); físico, como golpes y quemaduras, y estructural, que es el que ejerce el propio Estado hacia las personas mayores. El maltrato estructural muchas veces está determinado por la ausencia de políticas destinadas a las personas mayores, que no contribuye a fomentar una mejora en la calidad de vida de estas personas.
Otro contrapié es el desconocimiento que existe en datos reales sobre los casos de violencia en todo el país, ya que no se cuenta con un organismo específico que se encargue de ello a nivel nacional. La única entidad que trata el tema es la Unidad de Violencia Doméstica, que está gestionada por el Ministerio del Interior (MI). Las respectivas denuncias se realizan en distintos organismos e instituciones, como el Ministerio de Desarrollo Social, las intendencias, o la Administración de los Servicios de Salud del Estado.
En el caso de Montevideo, Inmayores cuenta con un servicio de atención a víctimas de maltrato interfamiliar y lleva un registro de cuántas personas mayores sufren algún tipo de violencia, en el que se constata cierto predomino de la violencia en mujeres.
Por otro lado, existe una organización de personas mayores denominada Redam (Red de Adultos Mayores a Nivel Nacional) que trabaja en todo el país, coordinando a todos los departamentos. Cada departamento posee un representante nombrado por las distintas instituciones asociadas. En Bella Unión, la localidad en la que residimos, sólo pudimos realizar cinco entrevistas en el Hogar de Ancianos de Bella Unión; allí residen actualmente 22 adultos mayores. Por lo tanto, entrevistamos a 23% de los residentes con respecto a la población total. A partir de ahí obtuvimos estos resultados: 40% se encuentra en una franja etaria de 65 a 80 años, mientras que 60% tienen 80 años y más. La mayoría de los residentes, 60%, vive hace menos de cinco años en el hogar; 100% manifiesta que sus necesidades básicas están satisfechas. 80% manifiesta que tiene una buena relación con su familia. 60% recibe visitas de sus familiares.
La franja etaria con más aumento en Uruguay es la de 70 años; según las proyecciones, en el Censo 2021 se seguirá constatando la predominancia de personas mayores en la población, excepto que la franja etaria con más expansión será la de 80 años en adelante.
Rosa Gonzalez, Laura Hernández, Kristie Pisacco y Matias Silva
Artículo publicado en La fresca, publicación hecha por estudiantes de la educación media pública de Uruguay.