Hace exactamente un año la movilización de un grupo de padres del barrio El General hizo que todo el país se enterara de que en Colonia del Sacramento, desde hacía unos cuantos años, los niños pagaban boleto para ir a la escuela. Esto se dio así porque, a pesar de que la ley 14.254 consagra como “obligatoria la conducción gratuita de los escolares públicos y privados hacia la escuela y su regreso, por medio del transporte colectivo de pasajeros”, un decreto municipal de 1990 establece que las empresas sólo están obligadas “a transportar a los beneficiarios al primer centro docente que se encuentre sobre la ruta de su recorrido”.
En ese contexto, una de las dos empresas de transporte urbano de la capital departamental, ABC Coop (una empresa de “gestión obrera”, recuperada por sus trabajadores), suspendió el cobro de boleto a los escolares. No así la otra, Sol Antigua, que sólo lo hizo a fines de octubre del año pasado, tras una intimación del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) en la que se le advirtió que podría perder el subsidio al gasoil.
Pero la realidad sigue siendo muy otra en distintas localidades del interior del departamento.
Cuando hace menos de dos semanas Lilián Subelzú se mudó con su familia a Riachuelo, a unos 15 kilómetros de Colonia del Sacramento, decidió que su hija de cinco años y sus dos hijos de 11 y 12 siguieran yendo a la escuela 90, en 2 Avenidas, cerca del centro, a la que fueron siempre. Para que los niños aprendieran a moverse en ómnibus, hasta que conocieran bien el camino, el miércoles pasado decidieron, con su pareja, que a la salida de la escuela él los acompañaría a tomarlo y ella los esperaría en la parada. “Cuando se subieron al ómnibus le dijeron a mi esposo que el boleto se pagaba; entonces él se fue hasta la terminal y allí le dijeron lo que decían el año pasado: que ellos tienen la ordenanza que establece que los llevan gratis a la escuela más cercana”, contó Lilián. Eran “cincuenta y pico de pesos” cada uno, incluida la chiquita que va al jardín. Sólo la vuelta.
Entonces le mandó un mensaje por Facebook a la compañía Ómnibus Colonia, que nadie contestó, por lo que decidió hacer la denuncia mediante la página web del MTOP. El viernes, en una misiva firmada por el director nacional de Transporte, Felipe Martín, el MTOP intimó a la empresa a cumplir con la ley “que establece la obligatoriedad del traslado en forma gratuita de los escolares” y advirtió que “en caso contrario se derivarán los siguientes antecedentes al Área de Jurídica a los efectos que pudieran corresponder”.
“Pensé que con la movida del año pasado, con la resolución del ministerio, se había terminado el problema”, dice Lilián, “pero resulta que me entero de que Berruti también está cobrando, que hasta han bajado niños en la calle porque no tienen para el boleto, que Tab cobra; también me entero de la denuncia de otro padre que vive en Colonia Valdense y que su niño va a la escuela en Colonia La Paz y también le cobraron boleto”.
Sebastián Rubbo, el padre de ese niño, en mayo pensó que sería bueno que su hijo “aprendiera a andar en ómnibus por si un día no lo podía llevar” a la escuela de La Paz, colonia piamontesa, a cinco kilómetros de su casa en Valdense. Le dio 50 pesos para la merienda, pero resolvió seguir el ómnibus, también de Ómnibus Colonia, en su auto, para estar tranquilo de que la prueba saliera bien. “Cuando se bajó, resulta que, todavía que le cobraron, el guarda le dijo que con eso no iba ni a la esquina”, ya que el boleto vale 56 pesos. “Se bajó asustado”, cuenta Sebastián. “Calculé que no le había visto la túnica porque llevaba una campera, pero no fue así, porque llamé a la agencia Rosario y me dijeron que cobran, sí…”.
La solución de algunos padres fue contratar un micro para que sus hijos concurran a la escuela, pero, como no hay, viajan de a cuatro en taxi. Hay unos ocho chiquilines en esta situación, por la que los padres gastan diariamente en el traslado a la escuela 300 pesos ida y vuelta. “Y de Rosario a La Paz son como diez que pagan con abono, tengo entendido”, dice Sebastián. Agrega que “hay otro caso de una madre con dos hijas que se mudó a Nueva Helvecia, no podía pagar, y, después de ir a pedir varias veces a la empresa, le dijeron que una hija le podían dejar gratis”, y al final “solucionó gracias a la maestra, que las lleva en su auto y las trae”.
Tras la intimación del MTOP a Ómnibus Colonia y un poco de revuelo en las redes sociales y en la prensa local, Subelzú fue contactada en la tardecita del viernes por el dueño de la empresa, Leonardo Vellutti. “Me dijo que tienen sus razones; alega que está con problemas con el ministerio, que no es real que les den un subsidio para el boleto de los escolares, ni para policías, bomberos ni maestros, y por eso ellos se apegan a la norma municipal”, relató Lilián, y señaló que Vellutti le manifestó “que ellos no están dispuestos a complicar y que están dispuestos a hacer los pases libres que sean necesarios para solucionar el problema, pero que están entre la normativa municipal y la nacional, que están regulados por las dos, que el ministerio los aprieta y que la intendencia les pone una norma distinta, pero tampoco los defiende ante el ministerio”.
“Me pareció muy bien de su parte que se molestara en llamarme, en explicarme y en ofrecerme soluciones”, finalizó Lilián, aunque aseguró que las quiere no sólo para sus hijos, porque “yo le expliqué que no me iba a conformar con que me diera tres pases libres y que el resto de los gurises siguiera pagando”.