Los grandes problemas de la nutrición infantil en Uruguay son “la obesidad y la hipertensión, y, cada vez más, la diabetes”, comentó en diálogo con la diaria Graciela Moizo, maestra coordinadora del Programa de Alimentación Escolar (PAE) del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP). El programa será evaluado el año que viene y se llevará a cabo un control de la situación de los niños y sus familias para tomar decisiones que permitan evitar enfermedades como el sobrepeso. “Estas evaluaciones de talla y peso se realizan periódicamente; la última fue en 2009. Buscamos tener más información porque dar de comer a tantos niños es una gran responsabilidad”, aseguró Moizo.

En esta evaluación participará tanto la Administración Nacional de Educación Pública como otros organismos estatales interesados en llevar a cabo un relevamiento de la infancia, como la Universidad de la República y los ministerios de Salud Pública y de Desarrollo Social. “A todos nos interesa tener datos sobre la infancia en Uruguay y cómo funciona la alimentación tanto en la escuela como en la familia. Hay una urgencia de cambiar los hábitos para evitar enfermedades crónicas no transmisibles”, comentó la coordinadora.

Actualmente el PAE otorga 270.000 prestaciones diarias entre desayuno, almuerzo y merienda, llegando a 70% de la matrícula escolar, comentó la coordinadora. Según datos del CEIP, de esa población 70% recibe sólo el almuerzo, mientras que 7% se alimenta tres veces al día en los comedores escolares.

Según la experiencia de Moizo, que ha participado en encuentros internacionales, en otros países “no hay comedores como los nuestros, donde se otorgue un plato principal con todos los nutrientes que requiere un niño de esa edad, que está en pleno crecimiento. Los platos principales que servimos tienen todas las proteínas, vitaminas y la inocuidad que requiere un alimento, controlado mediante la selección de muestras diarias”. Además del plato de comida, el servicio ofrece lácteos, pan y frutas; también desde 2003 se reparten las copas de leche, que consisten en un lácteo con cereales y pan.

El PAE se maneja en tres modalidades diferentes: 90% de la cobertura depende exclusivamente del CEIP, mientras que el 10% restante está a cargo de empresas privadas que elaboran el alimento en la propia escuela o lo trasladan a las instituciones desde sus plantas. Estas modalidades tercerizadas y semitercerizadas corresponden sólo a Montevideo, Canelones y Maldonado.

Asimismo, el PAE es la única modalidad reglamentada para ofrecer alimentos en las escuelas, a diferencia de la educación media, nivel en el que se habilita a tener cantinas en las diferentes instituciones. De todas formas, las cantinas deben cumplir con el reglamento establecido en la Ley 19.140, que regula la alimentación saludable de niños y adolescentes mediante recomendaciones sobre los alimentos ofrecidos. La coordinadora aseguró que en los comedores también se rigen por esta ley y que “no se ofrece nada que no esté recomendado”. Según Moizo, ahí está la clave de la extensión al ámbito familiar que tendrá la evaluación del próximo año: “Es en los casos en que el niño come bien en la escuela pero en la casa no donde pueden surgir los problemas. Eso es lo que busca determinar la evaluación”.