La “acreditación de saberes” es, desde hace algunos años, parte del escenario educativo y profesional de Uruguay. Personas que han desarrollado saberes significativos en un área –que han aprendido– fuera de la educación formal son “acreditadas” por una institución educativa de referencia en esa área, a los efectos de que cuenten con un respaldo para el ejercicio profesional, o para permitir la continuidad de su formación en el sistema educativo formal. La Ley General de Educación (2008) explicitó esta posibilidad en su artículo 39. La acreditación permite reconocer saberes desarrollados por las personas en su experiencia de vida social o laboral, estructurarlos y asociarlos a determinado perfil profesional, o demostrar su proximidad con los requisitos de un nivel determinado de la educación formal, lo que permite el acceso al nivel siguiente.
La Universidad Tecnológica (Utec) se ha sumado a la exploración de las posibilidades que se abren en esta línea, mediante la implementación de dos acciones concretas: por un lado, la acreditación de saberes y la certificación de competencias laborales a trabajadores que se desempeñan en determinada actividad, vinculada a alguna de las áreas de interés estratégico para la Universidad, pero que no cuentan con reconocimiento formal de este ejercicio profesional desde una institución educativa; por otro, la acreditación de saberes a personas que desean matricularse en una carrera de la Utec y no cumplen los requisitos de ingreso requeridos en cuanto a educación formal, pero cuentan con otros estudios significativos o con experiencia laboral específica relevante en el área profesional de la carrera.
La primera acción se vincula actualmente con un proyecto específico de acreditación de saberes en Asistencia Técnica y Extensión Rural, procurando que los profesionales que se desempeñan en este rol, al servicio de las políticas públicas dirigidas a la agricultura familiar, sean reconocidos por un saber específico en esta área. La segunda acción se vincula directamente a la oferta educativa en el interior del país, permitiendo cada año la incorporación de estudiantes cuya trayectoria no se ajusta a los caminos previstos por la educación formal.
Los procedimientos de acreditación que se llevan adelante se apoyan en metodologías y técnicas desarrolladas particularmente en el ámbito de la formación profesional. Dentro de estas, el análisis funcional (análisis de los procesos de producción de bienes y servicios que posibilita identificar las funciones que desempeñan las personas en las organizaciones productivas)1 ocupa un lugar central a la hora de estructurar los saberes asociados al ejercicio de un determinado rol.
Aun contando con bases metodológicas para su abordaje, el desafío no debe ser subestimado. Se intenta ordenar un escenario de acuerdo a sus requerimientos de desempeño profesional o académico, evaluar los saberes de cada persona para estimar sus posibilidades de éxito en este escenario, e identificar los apoyos necesarios para lograrlo. No se trata de evaluar para cerrar una etapa, sino para abrir, habilitar nuevas instancias de aprendizaje. Más allá del objetivo inmediato de apoyar la profesionalización en determinadas áreas y la continuidad de estudios, estas acciones permiten a la Utec un punto más de encuentro con el ámbito de la experiencia, con trayectorias de formación en las que conocimiento y aprendizaje han sido parte de un mismo proceso de desarrollo de personas y organizaciones.
Esta perspectiva marcó a la Utec desde su comienzo, cuando se pensaron las primeras carreras. No se trató de mirar sólo la oferta existente de formación, sino de atender a lo que estaba sucediendo en el interior del país, donde distintas organizaciones incidían de hecho en el desarrollo de áreas estratégicas; desde la producción primaria, la industria y el cuidado del medioambiente hasta expresiones tan particulares como la música.
Una parte sustantiva del saber en la actualidad se desarrolla más allá de las instituciones, en espacios sociales y laborales, donde las circunstancias se alteran permanentemente y las posibilidades de experimentar soluciones se han potenciado de la mano de las tecnologías de la información. Se trata, pues, de desarrollar una mirada integral sobre los fenómenos que transforman la sociedad, poder vivirlos de esa forma e intentar incidir en su desarrollo.
- Proceso para la certificación de competencias laborales, MTSS-DINAE, AECID, CETP, OIT Cinterfor: Montevideo, 2014.