En 1998 la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) aprobó una resolución que recogía los principales lineamientos de la propuesta Pedagógica para las Escuelas de Tiempo Completo; 20 años después, hay 220 escuelas con unos 49.000 niños que pasan casi ocho horas en cada institución. Las evaluaciones que se han hecho siempre mostraron resultados alentadores hacia esta modalidad, al punto que el actual Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) la considera una de las “políticas centrales” de la administración y planea extenderla para llegar a incorporar 13.549 niños más en esta modalidad al final del período, según comentó a la diaria el consejero Héctor Florit.

El formato de tiempo completo es una de la tres formas de extensión del tiempo pedagógico en las que trabaja el CEIP; las otras dos son el tiempo extendido y los jardines de infantes de jornada completa. Según Florit, el tiempo completo “es el que tiene más arraigo y mayor matrícula” y es la modalidad a la que se le va a dar mayor impulso en los próximos años “por una cuestión de equidad”, ya que son las escuelas a las que asisten niños de los quintiles más vulnerables del país.

El consejo tiene previsto incorporar 4.774 niños en 2018 y 6.649 en 2019 a este tipo de escuelas. Para eso, ejecuta dos líneas de trabajo: por un lado la construcción de nuevas escuelas y por otra parte la reforma de instituciones que funcionan en el formato de tiempo simple. El maestro señaló que “cualquiera de las dos alternativas son válidas” y aclaró que “la transformación de una escuela común a tiempo completo implica una intervención edilicia muy importante, que a veces tiene un costo similar a una escuela nueva”.

Florit, que antes de ser consejero fue director de una escuela de tiempo completo, afirmó que en esta modalidad se pueden ver “bien consolidados” los tres grandes aspectos que hacen a la educación de calidad. En primer lugar señaló la ampliación del currículo, para que contemple áreas como la educación física, la recreación, la tecnología y la educación artística, y que se trabaja en duplas entre maestros y profesores especializados. Por otra parte, aseguró que se constata “la mejora de los aprendizajes, algo que quedó marcado en la evaluación que se hizo el año pasado, que dio cuenta de una mejora de los resultados de las escuelas de tiempo completo frente a escuelas similares de tiempo simple, tanto en escritura como en matemática; eso fue una señal bien potente”. Por último, indicó que en esta modalidad escolar se desarrollan “habilidades sociales que están basadas en la construcción de la ciudadanía, que se ven reflejadas en las asambleas de clase o el trabajo con las familias”.

Este último punto también fue destacado por la inspectora coordinadora de las escuelas de tiempo completo, Lilián Strada, que comentó, en diálogo con la diaria: “Se generan otros comportamientos que tienen que ver con el buen vivir, porque compartimos espacios que no tienen que ver con lo aúlico, como el desayuno o almuerzo. Consideramos estos momentos como muy educativos e importantes, porque muchos de nuestros niños sólo se organizan así en la escuela”. Para la inspectora hoy está entendido que la escuela debe desarrollar las habilidades para la vida y, en este sentido, las de tiempo completo tienen una ventaja porque “ya están marcados los momentos como la hora del juego, de la convivencia y el trabajo en proyectos, que apuntan a eso”.

Al igual que Florit, Strada marcó la tendencia a que la tradicional dupla de maestros que caracterizaba la escuela de tiempo completo pasara a ser una dupla compuesta por un maestro y un profesor especializado, ya sea en arte, en educación física o en segundas lenguas, lo que “llevó a la escuela a diseñar proyectos para ensamblarlos”. En 2017 se hizo en varios departamentos encuentros en formato de ateneo, en los que los colectivos expusieron sus trabajos y prácticas pedagógicas. “Muchos de los trabajos tuvieron que ver con las duplas maestro-profesor, eso quiere decir que ya hay experiencias valiosas didácticamente relacionadas a este cambio; en la diversidad de lo que somos hay que promover mucho más eso, para que no sean experiencias que ocurran en algunas escuelas sino que sean formas de trabajo adoptadas por todas”, aseveró la inspectora.

Característico

Para Strada, quien coordina el área desde 2016, esta modalidad educativa tiene varios rasgos que la diferencian de otros tipos de extensión del tiempo pedagógico, entre ellos los espacios de convivencia –que incluyen las asambleas de clase y la hora de juego–, el espacio destinado a la construcción de proyectos en el desarrollo de la modalidad de talleres y el colectivo docente. Por ejemplo, a la hora de resaltar características del colectivo docente, Strada remarcó la reunión semanal de maestros, “que dura dos horas y media, y en la que realizan una planificación que luego desarrollan y analizan”. Según la inspectora, estas reuniones “son un ámbito para pensar la escuela pero también un ámbito de formación para los docentes”.

Encuentros

El 5 y 6 de abril se realizó el 1° Encuentro de Maestros Inspectores Referentes de Tiempo Completo, en Montevideo, que reunió a 30 personas para hablar de las escuelas de tiempo completo a nivel general pero con una mirada territorial. Entre los insumos utilizados se encontraban los datos expuestos en el libro Impacto en las Escuelas de Tiempo Completo 2013-2016 y los aportes de un estudio en conjunto entre el Departamento de Investigación y Estadística Educativa, de la Dirección Sectorial de Planificación Educativa del Codicen, y el Proyecto de Apoyo a la Escuela Pública Uruguaya.

La investigación concluía que hay un diferencial en los aprendizajes en matemática y escritura para quienes concurren a las escuelas de tiempo completo, pero no ocurre lo mismo en lectura. Strada comentó que se trabajó sobre este punto particular junto con la coordinadora del Programa de Lectura y Escritura en Español, María Guidali.

Luego del encuentro se establecieron algunas líneas para seguir profundizando a futuro. Por un lado, la inspectora señaló las trayectorias protegidas: “Establecer que sean atendidos aquellos alumnos que se identifican con dificultades del aprendizaje o con una escolaridad que no es la esperada”. Asimismo se trabajará en el desarrollo socioemocional, “que para tiempo completo puntualmente es la revisión del proyecto de convivencia institucional”. Este eje es “fundamental, no sólo hacia el interior de la escuela sino también hacia el afuera; estos tiempos requieren que las estrategias hacia las familias sean más profundas, mejores, más sistemáticas, sobre eso vamos a trabajar”.

De todas formas, la inspectora resaltó el buen trabajo que se está haciendo en convivencia, algo que caracteriza a la escuela de tiempo completo y en lo que estuvo de acuerdo el consejero Florit: “Estoy convencido de que una escuela que extiende el horario es una escuela que da otras oportunidades para interactuar, una escuela en la que el maestro se afinca porque no tiene una segunda media jornada con otras demandas, otros chiquilines y otras familias. Si en la escuela de tiempo completo pueden coincidir la permanencia y la satisfacción de los equipos docentes con el reconocimiento de la comunidad y con el aprendizaje y la alegría de los alumnos, estamos construyendo una buena escuela”.