“Realizar un protocolo para la inclusión de estudiantes con discapacidad en la Universidad de la República [Udelar]”. Ese es el principal objetivo que tiene la última comisión asesora aprobada por el Consejo Directivo Central (CDC) de la Udelar, integrada por representantes de las áreas Salud, Social y Artística y Ciencias de la Naturaleza y el Hábitat. Los otros objetivos que se plantearon para la comisión son: “Generar mecanismos para mejorar las condiciones de accesibilidad física, comunicacional y actitudinal; y generar mecanismos de recepción y seguimiento de procesos de inclusión de estudiantes con discapacidad en la Udelar”, según consta en un documento presentado en el CDC.

En el texto se señala que “la Udelar en muchas ocasiones constituye barreras para que estudiantes con discapacidad puedan cursar carreras en los diferentes servicios, profundizando procesos de exclusión”, y destaca que el ingreso de estudiantes con discapacidad a esa casa de estudios es “significativamente bajo”: el VI Censo de Estudiantes Universitarios de la Udelar, de 2007, indica que sólo 3,5% posee alguna discapacidad, lo que es incluso más llamativo si se tiene en cuenta que 15,9% de la población presenta alguna discapacidad, según cifras del Censo Nacional de 2011. Desde la Udelar se entiende que “si bien las diferencias en el acceso responden a diversos y variados factores, se considera fundamental desarrollar acciones específicas con el objetivo de mejorar dichas condiciones”.

La Universidad ya ha tenido algunos acercamientos al tema. Por ejemplo, el documento destaca que se han conformado espacios de coordinación interservicios y espacios de referencia académica, como la Red Temática de Discapacidad de la Udelar, y que al CDC ya llegaron algunos llamados de atención por la falta de intérpretes para estudiantes sordos.

El prorrector de Enseñanza, Fernando Peláez, aseguró a la diaria que la creación de la comisión asesora logrará “articular muchas iniciativas relacionadas al tema que se vienen haciendo en distintas facultades y servicios”. A su entender, “se le está dando un impulso muy grande al tema de la inclusión en muchos sentidos”. Entre los proyectos relacionados, Peláez destacó el trabajo de la comisión asesora del CDC para la inclusión de personas privadas de libertad en el sistema universitario –que en dos años logró la incorporación de 100 estudiantes– y señaló que espera que la nueva iniciativa obtenga resultados igual de positivos. Otro proyecto que trabaja por la inclusión, señaló Peláez, es el que realiza el Núcleo de Recursos Educativos Abiertos, que creó una biblioteca digital accesible para educación media y ahora está trabajando fuertemente para la propia Udelar.

A su vez, remarcó que existen “varias dificultades, porque hay políticas que teníamos previstas que no se pudieron desarrollar como queríamos por un tema de presupuesto. Teníamos una serie de políticas vinculadas con la democratización del acceso, por ejemplo un incentivo más fuerte a las becas, mejorar la cantidad y a su vez la calidad en todo sentido”. Otras de las mejoras que tenían planeadas pero se vieron truncas por la falta de presupuesto se relacionan a la masividad que hay en varias carreras: “Por suerte sigue aumentando la matrícula en la Universidad, pero en algunos casos no podemos mantener los niveles que consideramos adecuados para poder atender de manera correcta a todos los estudiantes en el sistema de enseñanza”. Para Peláez estos problemas afectan a todos los estudiantes, pero particularmente a aquellos que tienen una discapacidad; por eso hay “muchísimo interés” en que comience a trabajar esta comisión asesora.