En los últimos años se popularizó entre los adolescentes una forma particular de uso de las redes sociales, que pone el foco en aquellos a los que les gusta la lectura. Los booktubers son personas, en su gran mayoría jóvenes, que hacen reseñas de sus libros favoritos en videos caseros que suben a Youtube y comparten en las redes. El fenómeno también se expandió en Uruguay, y una profesora incorporó la práctica como actividad extracurricular en los dos liceos públicos en los que trabaja: el 22 y el 47, dos centros educativos que están a una cuadra de distancia sobre la principal arteria de La Teja, Carlos María Ramírez. Hace unas semanas, los booktubers del oeste montevideano cruzaron el charco y fueron a hacer sus reseñas a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, donde Montevideo era la ciudad invitada.

La profesora de Literatura Silvia Bocchi conformó el grupo Booktubers de La Teja en 2017; ese año estaba integrado sólo con estudiantes del liceo 22, pero este año invitó también a los del 47. “Trato de complacerlos, de buscar los últimos libros, de pedirles a las mejores editoriales”, cuenta la profesora mientras llega a la biblioteca con una valija cargada de libros recién editados. A principio de año Silvia pasa clase por clase para invitar a los adolescentes a unirse al grupo, pese a que la mayoría todavía no han sido sus alumnos. Es el caso de Facundo Rodríguez, uno de los integrantes del grupo, que está cursando primer año en el liceo 22. “Cuando ella contó, me atrajo bastante la idea. Siempre me gustó leer y siempre me gustó mostrarme al mundo, así que me pareció que ese espacio estaba bueno”, comentó.

A todos los booktubers les gusta mucho leer. Antonella Peduto, Giuliana Tonna, Camila Machín y Belén Díaz, otras de las booktubers de La Teja, todas de tercer año del liceo 47, cuentan que leen desde chicas, y que si bien consumen géneros variados, sus predilectos son la ciencia ficción y la acción; los favoritos de Facundo son los de terror. Las reseñas, que se pueden ver en los canales de Youtube “Ojoconloquelees” y “Leeconestilo47”, son descripciones detalladas de los argumentos de los libros, de los recursos narrativos de los autores, y a la vez expresan, con sencillez, lo que les gustó o les llamó la atención de cada historia. “Veo en ellos un avance increíble en buscar lo sustancial, lo más importante de un texto, cuando a veces en clase repiten de memoria. De esta manera ves cómo sacan lo más atractivo, lo más interesante, y buscan la mejor manera de decirlo, de exponerlo; les sirve increíblemente para la clase. Saben que no pueden hacer la reseña hablando de la misma forma que hablan en la calle, investigan sobre el autor, se van dando cuenta de que tienen otros libros y se enganchan a leer otras cosas”, resume Bocchi, que insiste en que lo que más le gusta del proyecto es “mostrar que los jóvenes leen”. “Se dicen muchas cosas de los jóvenes, sobre todo de los jóvenes de la zona oeste, y no todas son buenas”, señala.

Si bien los une el gusto por la lectura, no a todos les atrae la cámara. Facundo, por ejemplo, se suelta e interpreta la reseña frente a la cámara de la profesora, pero las cuatro adolescentes son tímidas y, por el momento, prefieren grabar un audio y acompañarlo con imágenes de los textos que comentan. “Hablan espectacularmente, son muy claras para hacer las reseñas”, opina la profesora, que recuerda que la idea es que en unos meses venzan el miedo y aparezcan en pantalla.

El espacio es extracurricular y voluntario, pero seguir el ritmo resulta exigente. Un día eligen un libro de la valija y, a la semana siguiente, tienen que haberlo leído y llegar con la reseña escrita para interpretarla. La forma de hacer el video es muy libre. Facundo cuenta que algunos booktubers “usan su tono de voz y otros van metiendo detalles, como la vestimenta, los gestos, la forma de hablar, a veces hasta se meten en un personaje del libro del que hablan”. Todos saben que a medida que suben y comparten videos, van construyendo su propia audiencia, aunque en estas primeras experiencias su público son mayormente quienes los rodean: “Mi familia lo mira y todos me felicitan”; “mis padres lo comparten por todos lados”; “lo muestran igual por la calle”.

Entre libros

La fundación Mario Benedetti invitó a los booktubers de La Teja a participar en el stand en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, donde Montevideo fue la ciudad homenajeada. La profesora tocó varias puertas para conseguir apoyo para costear el viaje y la estadía, y finalmente fue el Municipio A, que dirige Gabriel Otero –legionario del libro por haber organizado la primera Feria del Libro del Oeste–, el que financió los pasajes y la estadía para las cuatro jóvenes y su docente. Fueron invitadas a reseñar La tregua, que en las primeras lecturas les resultó triste, según comentó Bocchi, pero que, al profundizar, las atrapó por la narración en primera persona, por la descripción de los personajes y por la sencillez al describir los bares de Montevideo. En la feria las booktubers tuvieron la chance de conocer a los actores de la película argentina inspirada en la novela de Benedetti, y el público les hizo preguntas sobre cómo arman las reseñas. Varias de las preguntas fueron de Dorotea Dolly Muhr, la esposa de Juan Carlos Onetti, que con sus 93 años quedó “fascinada”, según contó la profesora, con cómo se expresaban las booktubers.

Si bien el primer gancho es el gusto por leer, la movida lleva a que otros, quizá no tan inquietos por los libros, se acerquen a la literatura. Facundo le contó lo que hacen a un amigo, que ya se animó a ir al grupo y ahora está preparando su reseña para grabarla. Por otra parte, dos estudiantes de tercer año le propusieron a Bocchi hacer reseñas en equipo: “Uno de ellos anda volando para hacer reseñas pero no le gusta hablar, mientras que otro me dijo que no tiene problema para hablar pero no le gusta leer; entonces, uno va a hacer las reseñas y el otro las va a interpretar. Pero uno nunca sabe hasta dónde no ocurra que se contagie uno del otro”, se entusiasma la profesora.