La Universidad de la República (Udelar) y la Unión Nacional de Ciegos del Uruguay crearon en 2017 la primera biblioteca digital y accesible, que permitió que 500 textos educativos de educación primaria y media estuvieran disponibles para imprimir en Braille o para ser reproducidos por un lector de pantalla. Ayer se lanzó la segunda etapa del proyecto, que en su plan piloto digitalizó cerca de 500 textos de la carrera de Psicología. Según explicó a la diaria Virginia Rodés, del Núcleo Interdisciplinario Recursos Educativos Abiertos (REA) de la Udelar, la elección de ese servicio responde al diagnóstico que se hizo de la Udelar: “Psicología y Ciencias Sociales tenían mayor número de personas con posibilidad de usar la biblioteca, porque tienen más población con problemas de visión y acceso al texto impreso”.

Carina Patrón, del Núcleo REA, explicó el proceso de digitalización. Se escanearon los libros con diferentes escáneres, dependiendo de lo delicado que sea el material, para obtener imágenes a las que se les hace un proceso de OCR –reconocimiento de caracteres– y se obtiene un texto plano. Ese texto se coteja con el original para corregir errores y, en el caso de que haya tablas o imágenes, se redacta una descripción. Para hacer ese trabajo el proyecto cuenta con cuatro personas y la colaboración de algunos estudiantes; además, se sumaron materiales que ya habían sido digitalizados por estudiantes ciegos que están avanzados en la carrera y debieron hacer el proceso por su cuenta.

Esta nueva etapa fue financiada por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, lo que permitió trabajar en la formación de recursos humanos, la alfabetización de los usuarios para que sepan cómo buscar y usar el material, y brindar apoyo en aspectos legales relacionados con el derecho de autor. Rodés recordó que la autorización para digitalizar libros que están protegidos por este derecho se logró gracias al Tratado de Marrakech, que fue reglamentado hace poco tiempo.

Rodés sostuvo que el cuello de botella del proyecto está en la difusión de estos materiales: “Son muy pocos los estudiantes que están utilizando los textos que ya están disponibles”; en su momento habían calculado que esta iniciativa iba a beneficiar a unos 30.000 estudiantes que actualmente no pueden acceder a textos académicos. La docente considera fundamental que los acompañantes de estos niños y adolescentes sepan que existe esta herramienta y que el acceso al material es un derecho. Otro inconveniente a futuro es la falta de recursos para seguir expandiendo la colección, por eso desde el Núcleo REA apuestan a que la red de bibliotecas de la Udelar tome la metodología de trabajo y puedan apoyar la continuidad del proyecto.