Todo era alegría entre los grandes stands de colores que decoraban el centro de eventos del LATU el jueves y el viernes en la sexta Olimpíada de Robótica, Programación y Videojuegos de Plan Ceibal. Más de 1.800 niños y adolescentes junto con 450 docentes participaron de esta edición con sus proyectos sobre arquitectura y automatismos, que fue el tema de este año. Cada grupo cargaba banderas, gorros y remeras y explicaba orgulloso sus ideas a quienquiera que los escuchara.

Los participantes trabajaron en el desarrollo de proyectos en diferentes categorías: programación, robótica, drones, placas programables, First Lego League Jr (FLL Jr) y First Lego League (FLL). Irene González, gerenta de Educación del Plan Ceibal, contó a la diaria que a medida que crece el evento se agregan nuevas categorías, y que cada una tiene “su propia lógica” aunque todas parten de que los estudiantes identifiquen un problema y busquen una solución. En general se trata de situaciones relacionadas “con la vida de los chiquilines en sus centros educativos y en sus comunidades”.

Foto: Federico Gutiérrez.

Foto: Federico Gutiérrez.

En las distintas categorías “se plantea una evaluación integral de los proyectos, no sólo desde el aspecto puramente tecnológico, sino también desde la investigación que llevaron adelante y los valores de equipo”, explicó González. El objetivo detrás de las olimpíadas es trabajar el pensamiento computacional, que permite aprender capacidades como la abstracción, la de ordenar de manera operatoria y la de analizar los distintos componentes de un problema.

La gerenta también destacó el aumento del número de mujeres en la olimpíada: “Hay categorías donde casi tenemos paridad entre nenas y varones, como la de programación y de placas programables”, dijo y explicó que a nivel escolar siempre fue más pareja la participación de niñas y niños. “En el liceo siempre costaba más tener equipos mixtos y lograr más participación femenina, pero hemos visto que eso está mejorando”.

Los ganadores del primer puesto de este año en la categoría FLL fueron los chicos de MigBotics, del liceo de Migues. El proyecto trata de la creación de una casa totalmente sustentable denominada VESD (Viviendas Ecológicas y Sustentables para Damnificados). La casa se construiría mediante “encastres” de módulos creados por materiales reciclados, como la cáscara de arroz y plástico reutilizado y tendría un panel solar para abastecer energía. “Buscamos que fuera de un bajo costo y que no requiriera de un arquitecto o constructor para armarla”, añadió. “Se nos ocurrió esta idea centrándonos en la problemática social que atraviesan las personas que viven en asentamientos por causas de desastres climáticos”, explicó a _la diaria Paulina, miembro de Mig_Botics.

Foto: Federico Gutiérrez.

Foto: Federico Gutiérrez.

El segundo lugar fue para el equipo del liceo rural de Toscas de Caraguatá, en Tacuarembó. Selina, de 15 años, y Paulino, de 16, hablaron con la diaria acerca de su trabajo: explicaron que el proyecto trató de eliminar el clinker del cemento portlad, un ingrediente básico del cemento que es altamente tóxico, mediante la incorporación de dos plásticos. “A su vez vamos a eliminar el agua y vamos a utilizar fibra de papa para reducir las posibilidades de que las personas lleguen a contraer cáncer por causa del cemento”, explicó Paulino. “Pasó algo en el liceo que nos hizo llegar a esta idea”, dijo Selina. “Un compañero, que estaba trabajando con portland, se pasó la mano por los ojos y perdió la vista, entonces quisimos abarcar esa problemática para que a nadie más le pase lo mismo”, contó.

En tercer y cuarto puesto quedaron los Roboteens de San Jacinto y los Walking Bots del centro educativo Los Pinos. Los cuatro equipos irán a representar a Uruguay en distintas competencias en Estados Unidos y Brasil durante 2020.