No son críticos literarios, pero están cerca. No son youtubers, pero trabajan en la plataforma de videos Youtube. Son jóvenes lectores que deciden grabar un video con su opinión y recomendación sobre sus últimas lecturas: booktubers. Jessica Peón (Zesu), Luciana López (Universo Lula), Lucía Zubillaga (byimpactada), Melanie Sanz y Romina Bentancort (Cronista de libros) son cinco booktubers uruguayas a las que se les suma Sofía Aguerre, una joven que también reseña libros, pero lo hace en su blog. Durante este año, todas ellas estarán dando charlas y talleres en liceos a pedido del Plan Nacional de Lectura del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), con el objetivo de dinamizar esa práctica.
La directora del Plan, Pilar Barreiro, comentó a la diaria que esta nueva iniciativa tiene sus raíces en 2016, cuando el MEC impulsó un primer curso para docentes sobre los booktubers, que incluía formación en lectura, actuación delante de cámara, manejo de recursos audiovisuales y una aproximación a las redes sociales. Luego de esa experiencia, en la que participaron unos 30 docentes, se abrió un nuevo curso en 2017, en el que también participaron adolescentes. Barreiro detalló que “la idea de los cursos era darles herramientas a los docentes para que usaran la estrategia de las redes sociales y las tecnologías de la información y la comunicación, vinculándolas con la lectura”.
En paralelo a esos talleres de formación se hicieron concursos de booktubers entre los jóvenes uruguayos. En 2016 la ganadora fue Luciana López, gracias a su trabajo en el canal de Youtube Universo Lula; al año siguiente, Romina Bentancort obtuvo el primer premio y Jessica Peón salió segunda. A esas jóvenes se sumaron otras que continuaron activas en sus canales y trabajando junto al MEC, y que incluso llegaron a representar a Montevideo en la Feria del Libro de Buenos Aires. El ministerio vio en ellas la posibilidad de llevar la lectura a más jóvenes y por eso les propuso que este año se dividan para visitar unos 15 liceos de Montevideo y allí contar su experiencia trabajando con los adolescentes.
Barreiro explicó la dinámica que tendrán estos encuentros: “Propusimos trabajar con los profesores orientadores bibliográficos para que los booktubers visiten sus bibliotecas y armar una calendario de visitas quincenales, en los que podrán participar estudiantes de forma voluntaria”. Planificaron que cuando empiecen las clases habrá unos primeros encuentros en los que se explicará qué es ser booktuber y qué requisitos hay que cumplir para armar un buen video. Luego, a medida que se despierte interés en los jóvenes, la idea es avanzar para que puedan generar un hábito de lectura, luego hacer sus propias reseñas y terminar creando sus propios canales de Youtube.
Para la directora, “el sistema educativo uruguayo tiene cierta complejidad, interactuamos con él desde diferentes lugares, aunque todos tengamos un objetivo en común”. Particularmente, Barreiro destacó que el Plan Nacional de Lectura “siempre apuesta a desarrollar estrategias de animación que sensibilicen, que permitan identificar, que favorezcan el desarrollo del vocabulario; es decir, todo lo que se hace desde la educación formal, pero desde otro ángulo”. En este sentido, aclaró que en las actividades que proponen no se realiza un análisis literario de los textos, tal como hacen en Idioma Español o en Literatura: “Se impulsa el placer de la lectura por el placer en sí mismo, se trata de una lectura diferente que no busca el análisis, es una lectura estética que busca el desarrollo de la sensibilidad, permite que el lector sea parte de la construcción de ese relato”.
El interés de los jóvenes por los libros no se aplacó, a pesar de lo que se podría pensar. Para Barreiro hay que entender que “la posibilidad de que la lectura esté presente tiene que ver con el marco socioeconómico de los chiquilines”. “No es lo mismo un joven que tiene un patrimonio familiar donde se favorece la lectura o al menos se tiene el acceso económico asegurado con un joven que no tiene esa posibilidad”, fundamentó. Además, la directora resaltó que, basada en su experiencia de trabajo con los adolescentes, “incluso en los sectores más desfavorecidos se despierta interés cuando a ellos se les acerca un libro”.
Durante el año
El Plan Nacional de Lectura tiene planificadas otras actividades para 2019. Siempre con el foco en los contextos más desfavorecidos socioeconómicamente, pretenden generar distintas instancias de encuentro. La primera será el 22 de marzo, cuando se realice la quinta edición de Al Aire Libro, una iniciativa colombiana que propone generar espacios de lectura poco convencionales; esta vez se reunirán en la plaza Liber Seregni, en Cordón. Además, mantienen proyectos con Gurises Unidos, con el Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay, con la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado y los Centros de Capacitación y Trabajo del MEC. “Sobre todo trabajamos con jóvenes que están alejados del sistema educativo o que tienen dificultades dentro del sistema, se busca apoyarlos a través de cursos virtuales y talleres presenciales”, destacó Barreiro.