Hasta hoy a las 23.59 hay tiempo para que los emprendedores inscriban su idea en la tercera edición del Desafío Educación en la web desafioeducacion.com, la convocatoria Socialab y la Fundación Itaú. Este año decidieron que la etapa de ideación sólo durara cuatro días, a diferencia de años anteriores, cuando se extendía por meses. Según dijo a la diaria Carolina Machado, asistente de innovación y comunicación de Socialab, esto responde a que “los problemas en la educación necesitan soluciones urgentes, entonces las respuestas tienen que ser ahora”. En esta oportunidad no se necesita tener un proyecto desarrollado para postularse; sólo se pide describir qué problema resuelve el emprendimiento, cómo lo hace y cuál es, a grandes rasgos, el modelo de financiamiento que plantea.
En esta edición se acotaron las categorías para presentar problemas. Para delimitarlas, desde la organización invitaron a participar en una jornada de consulta a diferentes expertos y referentes en educación, que provenían de distintos sectores, como la academia y la sociedad civil, comentó Machado, y agregó que en esa mesa de trabajo se definieron cuatro áreas prioritarias en las que se va a hacer foco. De cada área surgen preguntas a ser respondidas con un emprendimiento educativo. Un par se relacionan con la inclusión en un sentido general. Por un lado, se propone pensar en los niños y adolescentes en situación de discapacidad; en ese caso, los desafíos a responder son cómo lograr un sistema educativo que sea inclusivo en todos los niveles, cómo aportar a la continuación educativa de las personas con discapacidad, cómo generar aulas diversas y cómo eliminar las barreras en las clases. Por otro lado, se presenta la categoría de inclusión de las niñas y las adolescentes en la educación; los desafíos pasan por cómo hacer que las tareas de cuidado no afecten su trayectoria educativa y cómo incluirlas en áreas relacionadas con la ciencia y la tecnología.
Otra de las áreas es la participación estudiantil. En ese caso las cuestiones a resolver se relacionan con cómo hacer para que, en mayor medida, los estudiantes sean tomados en cuenta a la hora de decidir en la educación y sus voces sean escuchadas. La última categoría aborda el acompañamiento y las redes para docentes; en particular, se cuestiona si será posible una formación docente atractiva, si se pueden utilizar las herramientas que ya están en internet para facilitar el intercambio, y si habrá alguna forma para que los docentes reciban tutorías y retroalimentación sobre su trabajo.
Junto con varios expertos en educación, los organizadores seleccionarán un máximo de 20 ideas para que pasen a la fase de evaluación, teniendo en cuenta los votos que reciban de la comunidad, entre otros aspectos. Para la selección se evaluará el problema presentado, la solución, la escalabilidad, el equipo o el emprendedor y los votos del público. Los postulantes seleccionados para esta fase deberán defender su idea frente a un jurado que elegirá nueve para que pasen a la etapa de cocreación, que se llevará a cabo durante abril. Según detallan las bases, en esta etapa se verificará que las ideas propuestas resuelvan problemas reales y que sean viables. Durante tres semanas los postulantes deberán avanzar en el proyecto junto con un mentor que se les asignará, además de participar en talleres de design thinking, presupuesto y pitch, entre otros.
El pitch, que llegará a fines de mayo, es una de las últimas etapas, en la que se elegirá a tres semifinalistas, uno de los cuales recibirá un capital semilla y seis meses de preincubación. Esa es, precisamente, la etapa final, un proceso que permite a los titulares del proyecto seleccionado “acelerar su impacto social, buscar la sustentabilidad económica, establecer necesidades financieras y desarrollar su emprendimiento”.