Uruguay fue el primer país socio de la Red Global de Aprendizajes. La iniciativa surgió en 2014, en Canadá, de la mano de los pedagogos Michael Fullan y Joanne Quinn, que se unieron a otros seis países para crear un sistema de enseñanza que ponga el foco en temáticas significativas a nivel personal y colectivo por medio del aprendizaje profundo (deep learning, en inglés). El miércoles 8, durante el encuentro Enlace 360, que se hizo en el Antel Arena, 5.000 personas escucharon lo que Quinn tenía para decir de su experiencia en estos cinco años de trabajo y su visión del avance uruguayo en relación al cambio educativo; luego de su conferencia conversó con la diaria sobre los próximos desafíos y la proyección de la red en un futuro. “Todo se puede resumir en una sola palabra: agilidad. Los docentes se han estado moviendo, han cambiado el sistema. Ahora hay que celebrar lo que han logrado e impulsarlo para que sea posible para todos los otros chicos en el Uruguay”, dijo ante una audiencia que la aplaudía.
Cerca de 2.000 docentes en Uruguay ya forman parte de la Red Global de Aprendizajes, que basa su trabajo en el desarrollo de seis competencias claves (las seis c) para la vida del siglo XXI: comunicación, colaboración, ciudadanía, pensamiento crítico, creatividad y carácter. Durante la conferencia, la canadiense remarcó que en los últimos cinco años se pusieron a prueba todas sus teorías, y el resultado es un cambio en la concepciones de aprendizaje y enseñanza.
Quinn resaltó que en este tiempo se aprendieron muchas cosas, entre ellas que “los estudiantes son agentes de cambio”: “Si les damos la oportunidad de hacerse cargo, ellos cambian su aprendizaje, cambian la vida de la comunidad”. Además, puntualizó que hay un “un fuerte deseo de los estudiantes de ayudar a la humanidad; cuando se les pide resolver un problema de la comunidad se entusiasman mucho con lograrlo y ese es nuestro objetivo, queremos que los estudiantes tengan la capacidad de resolver los problemas”. También señaló la “conexión entre el aprendizaje profundo, la equidad y el bienestar”, y parafraseando a una de las técnicas que trabaja en la red, aseguró que “trabajar con las seis c genera un foco que inmuniza y protege contra las dificultades sociales y emocionales, creando así una salud mental y una capacidad de recuperación positiva que nivela el campo de juego para niños en contextos difíciles”. “Vimos que el aprendizaje profundo es bueno para todos, pero en especial para los estudiantes que están más desconectados del aprendizaje”.
Durante su charla también reflexionó sobre cómo expandir la red: “Ya tenemos 2.000 docentes en Uruguay, ¿cómo llegamos a 30.000 docentes entusiasmados?”, se preguntó. “Internacionalmente hemos visto lo que ha hecho Uruguay y pensamos que está haciendo un trabajo muy efectivo, son un gran ejemplo: queremos mostrar lo que hace la voluntad política cuando lo combinamos con nuestras estrategias”, agregó. Sobre este punto también conversó con la diaria.
Hay 2.000 docentes trabajando en la red, pero se espera que todos lo hagan. ¿Qué le dirías a un profesor que está en duda?
El hecho de que 9.000 personas se hayan registrado para participar en Enlace 360 demuestra que hay mucho más interés del que pensamos. Si cada docente contagia a otro docente sobre este método, creo que todo crecerá rápido. Hemos creado formas de enseñar sobre los nuevos aprendizajes y cómo apoyar a los que están aprendiendo, entonces, esos profesores que están iniciando no van a estar solos. Ceibal ha creado una gran cantidad de materiales, ha entrenado a otros docentes para que enseñen a sus colegas cómo usar esas herramientas, y además tiene personas que visitan las instituciones ofreciendo ayuda si el docente está teniendo dificultades con la implementación, y también para ir compartiendo los buenos ejemplos. El cambio está sucediendo, yo diría que se animara porque hay una red para trabajar.
La mayoría de los docentes ni siquiera vio una aproximación cuando se formaron en la carrera. ¿No creés que sería mejor impartir este conocimiento en esa instancia?
Lo hicimos simple porque queríamos que todos los docentes lo aplicaran. No tenemos tiempo para que todos vuelvan a las instituciones a formarse, no es práctico. Entonces creemos que teniendo un buen formato, metodología y ayuda, todos los profesores pueden cambiar lo que están haciendo e ir mejorando todo el tiempo.
Y así como buscan que se expanda la red en Uruguay, ¿por qué no expandirla a más países?
En estos años sólo fueron siete, hasta que hace poco se incorporó Hong Kong. Cuando empezamos dijimos que tendríamos un máximo de diez países socios, porque queríamos probar que el sistema funciona en diferentes países para luego pensar en que se pueda expandir; queremos estar seguros de que nuestras ideas funcionan bien en cualquier contexto, por eso nuestra idea fue aliarnos con unos pocos países para pensar juntos cómo haremos esto y, cuando estemos seguros, lo podremos compartir con el mundo. Somos un equipo chico y sólo han pasado cinco años, vamos bien.
¿Siguen en esa etapa de pruebas o ya están firmes como para buscar la expansión a otra escala?
Estamos llamando la atención en muchos países; creo que tenemos una capacidad de construir y de enseñar a construir. En Uruguay no es que llegamos e hicimos todo: ayudamos a que los uruguayos mismos lo hicieran. Ahora tenemos gente muy talentosa en este país que puede ir a otras partes del mundo a ayudar a otros. Construimos liderazgo y lo usamos. Muchos países sudamericanos están interesados en lo que hacemos, y el referente es Uruguay. El Banco Internacional de Desarrollo estuvo en Enlace 360 y trajo muchas personas de Argentina, Brasil, Colombia, Panamá y República Dominicana para que vieran el trabajo que se está haciendo en Uruguay, para que sigan el ejemplo.
Mencionaste en tu conferencia que el rol docente ha cambiado. ¿Qué papel juega la tecnología en ese cambio?
Cambió porque los docentes no tienen todo el conocimiento, ya que este crece muy rápido; en vez de pensar que pueden decirles a los estudiantes lo que deberían saber, tienen que crear oportunidades para que los estudiantes pueden encontrar nueva información, para determinar si eso es real o no y para que puedan tomar buenas decisiones sobre qué hacer. El rol del profesor sigue siendo muy importante, pero ya no se trata solamente de dar la información. Creo que podemos usar la tecnología de muchas formas; una de ellas es para obtener información, porque podemos hacer investigaciones online que nos lleven a nuevas ideas. Sabemos que los libros están desactualizados en el momento en que se terminan de imprimir, pero si tenemos buenas habilidades, podemos usar la tecnología para usar la información. También podemos usarla como plataforma para conectarnos con otras personas, con los expertos en distintas partes del mundo, los estudiantes pueden interactuar entre ellos y pueden presentar su conocimiento en los formatos que quieran: entrevistas, programas de televisión... hay muchas maneras en las que podemos utilizar la tecnología para mostrar lo que hacemos. Podemos usar robots, podemos hacer lo que queramos.
La evaluación no cambió tanto, sigue siendo una parte fundamental para determinar el pasaje o no de los estudiantes al siguiente nivel.
Lo que estamos viendo es que tenemos las competencias globales y tenemos formas de evaluarlas en las rúbricas que nos muestran qué tanto están avanzando los estudiantes. Muchos docentes están usando la tecnología digital para recolectar muestras de lo que el estudiante está aprendido, entonces juntan todos esos datos en un porfolio sobre cómo está aprendiendo ese estudiante, bajo qué motivación se activa, y así ver su progreso en el tiempo y compartirlo con los padres, en vez de decir que obtuvo una A o un 10.
Mencionaste a la familia, ¿creés que las nuevas pedagogías son una forma de acercar la familia a la escuela?
Creo que las familias quieren estar involucradas con sus hijos, pero muchas veces no saben cómo o no se han sentido cómodos yendo a la escuela. Creo que cuando sus hijos llegan a casa y están emocionados sobre lo que están haciendo en la escuela, se nota y ellos mismos involucran a sus padres en el proceso creativo. Esto es una forma natural de que los padres descubran lo que sus hijos están aprendiendo y cómo los pueden ayudar, en vez de trabajar con los métodos anteriores, donde tenían una noche de reunión de padres que no trataba realmente sobre cómo estaba aprendiendo su hijo.
En tus libros decís de que el aprendizaje profundo es capaz de conectar a los estudiantes que se han caído del sistema educativo. ¿Cómo lo hace?
Yo era docente y notaba que a medida que los estudiantes iban creciendo, algunos de ellos dejaban de querer estar en la escuela, supongo que pasa aquí también. No están interesados en la escuela como lo están en su celular, sus amigos, y a veces vienen a la escuela y todo les es aburrido. Entonces, el nuevo aprendizaje les propone un problema y les pregunta cómo podemos mejorarlo, tienen que resolverlo y eso es más interesante para todos. Una vez que están interesados en hacer algo que de verdad sirve, pasan cosas. Si sólo les damos una lista de problemas en una hoja, es probable que lo hagan; algunos pueden decir que no quieren, pero ninguno muestra interés porque ven que la meta de terminar su educación está demasiado lejos y simplemente abandonan. Si no le damos una lista, si le pedimos que construyan algo desde cero, que sea suyo, que sea un proyecto que se puede terminar y del que ellos estén a cargo, ahí empiezan a investigar, hacen un plan, lo presentan y eso lo vuelve real. Esa es la forma en la que se reconectan con la educación: haciendo algo que importa y aprendiendo al mismo tiempo. Las habilidades necesarias para la vida real son algo que se obtiene de este proceso.
Laboratorios de Aprendizaje Profundo
La Red Global de Aprendizajes impulsa desde el año pasado los Laboratorios de Aprendizaje Profundo: jornadas en las que los ocho países miembros exponen sus mejores prácticas educativas relacionadas a las seis competencias. Este año serán el 11 y 12 de noviembre en Toronto, Canadá, y los docentes uruguayos están nuevamente invitados a participar. Habrá charlas, conferencias y muestras. “Son excelentes oportunidades para que las personas se inspiren, y nos permite compartir las buenas ideas con el resto del mundo”, aseguró la cofundadora de la red, quien destacó que a pesar de que los países sean tan distintos, “en muchas cosas son iguales: todos queremos que nuestros niños triunfen, los ejemplos son distintos pero la meta es la misma”.