Responsables de políticas educativas, equipos de dirección, inspectores e investigadores se reunieron el martes en el teatro Solís en el marco de una nueva edición de Enlace 360, un evento que busca generar intercambio entre los diferentes actores del ámbito educativo sobre pedagogías innovadoras, aprendizaje profundo y el uso de tecnologías en educación. El evento está organizado por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), el Plan Ceibal y la Red Global de Aprendizajes (RGA). El foco de esta edición estuvo en la gestión del cambio educativo y en la construcción de comunidades profesionales de aprendizaje. Claudia Brovetto, coordinadora de la RGA, contó a la diaria que en algunos encuentros se puso el foco en lo que pasa en el aula, en las experiencias de docentes y estudiantes, pero en esta edición se colocó “la mirada en el sistema”, por eso participaron directamente inspectores y directores, “que tienen otras posibilidades y otro impacto”. El objetivo también fue cuestionar sus roles: “que se trate menos de inspeccionar y controlar, y adjudicarles un rol más creativo, pedagógico y de apoyo a la innovación”.
Se calcula que asistieron 150 tomadores de decisiones y 600 personas siguieron virtualmente, por streaming, las mesas de discusión, que se difundieron en varias plataformas y permitieron el diálogo con los disertantes por Whatsapp. Actualmente existen en nuestro país más de 600 centros de Primaria, Secundaria, UTU y Formación Docente que participan en la RGA. A Uruguay se suman Australia, Canadá, Estados Unidos, Finlandia, Holanda, Hong Kong y Nueva Zelanda.
Cultura colaborativa
En uno de los videos que recogían testimonios, una estudiante dijo que le parecía aburrida la forma tradicional de impartir un curso, por la que los docentes dan la lección frente a los estudiantes en el pizarrón; sin embargo, señaló que el uso de tecnologías y propuestas diferentes volvieron más dinámico el aprendizaje. La estudiante comentó, a modo de ejemplo, algunas experiencias educativas que desarrollaron: para una clase de Historia llevaron un arqueólogo, para tratar un tema en clase de Biología llevaron a un médico y para trabajar la contaminación en los océanos buscaron residuos en las playas. La estudiante también valoró el uso de Micro:bit en el aula, un minicomputador programable con más de 200 actividades, que se utiliza en escuelas y liceos en varias partes del mundo.
Una de las propuestas innovadoras debatidas consiste en ajustar la currícula al territorio donde se inserta el centro, otorgándole autonomía, más allá de una malla curricular común y nacional. Se propuso desde el taller de Aprendizaje Profundo la necesidad de generar cultura profesional colaborativa y de abrir los centros educativos al medio y a la comunidad, desde la perspectiva de que el aprendizaje “se da en todos lados”.
En la página de Enlace 360 se presentaron al público algunos aspectos del cambio educativo, que luego se debatieron en las mesas. El primero afirmaba que “la clave de la velocidad del cambio radica en el poder del director como líder educativo”, preguntaba también en qué condiciones y prácticas están más fuertes los centros educativos, y la respuesta de la mayoría de los participantes fue “en la cultura colaborativa”. Consultados luego sobre qué valores son necesarios para comenzar a desarrollar estas culturas, la mayoría votó “apertura a trabajar con otros”.
Innovación
Denise Vaillant, doctora en Educación e investigadora nivel 3 del Sistema Nacional de Investigadores fue una de las dos entrevistadas. En su intervención remarcó la importancia de los liderazgos de las direcciones en los procesos de cambio. “Es una temática que se ha estudiado en el mundo anglosajón desde hace décadas y de la que se ha acumulado mucha evidencia. Actualmente está apareciendo con mayor frecuencia en Latinoamérica”, señaló.
Vaillant explicó que definir y delimitar el concepto de innovación representa un problema por la polisemia del término: “La innovación aparece como una panacea que nos va a salvar de los tiempos más inciertos”. “Lo que se entiende por innovación es la promoción de nuevas ideas y prácticas; ser innovador es mejorar lo que estamos haciendo bien, implica una mirada desde lejos y a lo lejos, identificar las ideas del futuro y ponerlas en práctica”, expresó la investigadora, y añadió que los procesos de cambio requieren continuidad en el tiempo, organización y personas que los promuevan.
“En nuestros sistemas educativos los directores están asociados a lo administrativo. Los directores dedican 80% de su tiempo a resolver conflictos humanos, en lugar de encargarse del liderazgo pedagógico. Mi sueño sería que los directores pudieran utilizar 20% en cuestiones de gestión”, comentó Vaillant, y añadió que es necesario “terminar con un sistema que apaga el deseo de aprender de los estudiantes”.