Movilizaciones, reuniones de mujeres docentes, funcionarias y estudiantes, declaraciones y formularios para recabar datos sobre personas que hayan vivido situaciones de acoso sexual son algunas de las repercusiones que generó la denuncia en contra del docente grado 5 del Centro de Matemática (Cmat) de la Facultad de Ciencias (Fcien) Martín Sambarino, por “varias situaciones que constituyen acoso sexual”. A esto se suman los actos institucionales: la Fcien resolvió esperar hasta el 17 de setiembre las conclusiones y recomendaciones del equipo técnico de la Comisión de Prevención y Actuación ante el Acoso y la Discriminación (CPAAD) de la Universidad de la República (Udelar), que estudia la denuncia realizada por la doctora en Matemática Adriana da Luz y, si para ese entonces no hay ninguna sugerencia, resolverá sus acciones a seguir. Hasta entonces, el docente tendrá que estar acompañado por otro colega en las instancias académicas que tenga con estudiantes, “a efectos de dar garantías a los involucrados”.
Además, la Fcien buscará asesoramiento “sobre medidas que apunten a mejorar las formas de relacionamiento interno entre docentes, estudiantes y funcionarios de la facultad”, y la Comisión de Equidad y Género de la facultad, que comenzó a funcionar en febrero, comenzará a redactar un protocolo de acción ante el acoso. El docente, por su parte, pidió licencia de la directiva del Cmat y de la Comisión de Dedicación Total.
La investigación de la denuncia está en la órbita del equipo técnico de la CPAAD. Los integrantes de la comisión ya han entrevistado a los involucrados y ahora están en la etapa de reunir los hechos y analizarlos. Silvia Franco, coordinadora del equipo técnico de la CPAAD, informó que desde setiembre el equipo tiene más carga horaria y un espacio físico para trabajar, ya que hasta entonces había cuatro técnicos con diez horas semanales cada uno, lo que impedía tramitar correctamente las denuncias. “Esto surge a raíz de que las nuevas autoridades entendieron que era un tema de relevancia a atender”, dijo a la diaria.
Cruce de cartas
Unos 30 doctores en matemática, docentes e investigadores de la Udelar, entre ellos el ex rector Roberto Markarian y el director del Centro de Matemática (Cmat) de la Facultad de Ciencias, Iván Pan, difundieron esta semana una nota en la que responden a “acusaciones vertidas” en la nota de Búsqueda que difundió las denuncias. En este artículo se daba cuenta que Da Luz denunció ante la CPAAD que los docentes del Cmat organizaban fiestas en las que participaban estudiantes, que Sambarino tenía relaciones con estudiantes jóvenes, hacía comentarios de índole sexual y que, siendo el orientador de su tesis de doctorado, una noche “se dio una situación sumamente inapropiada” mientras ambos se hospedaban en el mismo apartamento durante un viaje. Da Luz lo rechazó, lo que, según la matemática, le generó como represalia que Sambarino no fuera a sus reuniones de trabajo y no le corrigiera la tesis de la que era tutor.
Los matemáticos que firman la carta aseguran que los conceptos manejados en la nota “agravian al conjunto de la comunidad matemática uruguaya” y que han trascendido fronteras, “poniendo en tela de juicio el prestigio que nos hemos ganado”. Mencionan que “el colectivo de académicos no se divide con facilidad en las categorías de ‘docente’ y ‘estudiante’”, que los grupos sociales que se generan incluyen personas de distintas edades y grados de formación académica, y que “el ambiente de amistad ayuda mucho en el trabajo creativo que es hacer matemática, y estos intercambios son fundamentales en el desarrollo de cualquier disciplina intelectual”.
“Los matemáticos tenemos cierta tendencia, quizás equivocada, a creer que esta pasión compartida por nuestra disciplina puede trascender las diferencias jerárquicas. La horizontalidad en el trato es una utopía, es verdad, pero también es cierto que mucha gente se formó en esta búsqueda de horizontalidad, y esto tuvo impacto en la forma en que se convirtió en matemático o matemática”, señalan. Aseguran que las decisiones académicas “no se toman en función de la pertenencia a grupos de amistad”, sino “por comisiones académicas que no se integran por razones de afinidad personal sino de méritos”.
Sobre los problemas de género en la matemática, recuerdan que la baja representación femenina es una particularidad del área en todo el mundo, y respecto de las inequidades que sufren las mujeres reafirman su compromiso “de apoyar y respaldar a quienes hayan pasado por experiencias traumáticas”. Sobre la denuncia particular de Adriana da Luz, señalan que los “tomó por sorpresa”, y aseguran que la investigación tiene que ser hecha por la CPAAD, que tiene “un equipo de técnicos especializados e imparciales” para analizar el caso y hacer recomendaciones.
“El avasallamiento mediático no es una vía ética ni correcta, pues ambas partes tienen derecho a un proceso justo”, afirman, y aclaran: “En lo que se refiere a la responsabilidad colectiva que nos atribuye la Dra. Da Luz en los hechos de los cuales se siente víctima, entendemos que no nos corresponde dicha responsabilidad siendo ella una persona absolutamente autónoma y dueña de sí misma”. En su denuncia, según Búsqueda, Da Luz afirma que las fiestas a las que los estudiantes concurren con docentes suceden desde el comienzo de la carrera y que es algo “completamente normalizado” por todos sus colegas.
Por otra parte, más de una decena de matemáticas de América Latina también difundieron una carta en la que manifiestan su “consternación y preocupación ante una denuncia de acoso sexual”, piden que se investigue el tema con celeridad y señalan que es necesario “interrogar” las formas de vincularse en los ámbitos educativo, laboral y extralaboral. “El paso de la historia demuestra que ciertos avances requieren de decisiones políticas, de cambios de actitudes y procesos, con los que alguna gente podría no acordar. La cultura y la educación contribuyen a naturalizar formas inapropiadas, por lo que necesitamos cambiar estas lógicas a través de intervenciones que ayuden a comprenderlas como formas de violencia y a erradicarlas definitivamente”, afirman. La carta fue respaldada por más de 260 investigadores de Uruguay y del mundo.
Los estudiantes de la Fcien también se han movilizado a raíz de estas denuncias. Desde hace unos días han difundido un formulario para recabar datos anónimos sobre situaciones de acoso, discriminación o violencia en la facultad y para registrar si los afectados conocen los caminos institucionales para presentar las denuncias.
Da Luz y otra matemática uruguaya, Soledad Villar, también denunciaron la situación ante la Unión Matemática de América Latina y el Caribe (Umalca), organización que Sambarino integraba como una de las autoridades, y en la que participaba como presidente del comité organizador del VI Congreso Latinoamericano de Matemáticos 2020, que se organiza en Montevideo. Tras la comunicación, el presidente de Umalca, Guillermo Cortiñas, les respondió a las académicas que pidió la renuncia de Sambarino a sus cargos en la organización y que ya había recibido la carta correspondiente por parte del matemático uruguayo.
“Hablemos de acoso”
La Red de Género de la Udelar convocó a una reunión este miércoles en la Facultad de Psicología para mujeres docentes, estudiantes y funcionarias de la universidad en la que “escuchar, acompañar a quienes vivieron o viven situaciones de acoso sexual y brindar información sobre mecanismos de denuncias para quienes quieran hacerlo”.