Las organizaciones sociales que trabajan en convenio con el Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU) reciben a poblaciones de contextos vulnerables en CAIF, clubes de niños, centros juveniles y hogares de tiempo completo. Sus representantes han estado reunidos con la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de Diputados, que discute, entre otros artículos, las partidas que recibirán en el próximo quinquenio.
El viernes 2 un equipo de la Asociación Uruguaya de Educación Católica (AUDEC) se reunió con los representantes para explicarles “algunas preocupaciones”, según comentó a la diaria el director de la gremial, Adrián Arias. “Entendemos que el presupuesto no responde a la situación de emergencia y a las necesidades de los niños y adolescentes en un contexto de epidemia, de crecimiento de la pobreza y de desafiliación de los sistemas educativos. Creemos que los programas de educación no formal deberían tener un reforzamiento para revincular a niños y adolescentes a la educación formal; entendemos que no se está invirtiendo lo suficiente en un contexto que lo requiere”, puntualizó.
El director de AUDEC explicó que preocupa que se deje a criterio del INAU si las partidas de dinero se pagarán en unidades reajustables (UR) o en pesos. “Si se pasan a pesos lo que puede pasar es que al no haber ningún tipo de indexación se transforme en una rebaja de partidas que de por sí entendemos que son insuficientes”, aseguró. Además, en la comisión remarcaron su preocupación por un cambio en la definición de las partidas: “Los montos de los convenios eran fijados en la Ley de Presupuesto y ahora pasan a ser una potestad del INAU. En ese caso es importante que se definan con la participación de la sociedad civil”, agregó Arias.
Tanto los representantes de la coalición de gobierno como del Frente Amplio aseguraron que iban a tener en cuenta estos planteos a la hora de redactar el proyecto final, afirmó el docente.
La visión del INAU
Por otra parte, Arias comentó que desde el año pasado hay un incremento en las responsabilidades de los centros, relacionadas al seguimiento de casos judicializados y al acogimiento familiar; en particular remarcó el trabajo con la línea azul, que trata casos de violencia hacia niños y adolescentes.
Según expusieron en el Parlamento, “antes desde el INAU se trabajaba con equipos especializados en violencia, maltrato y abuso, que daban respuesta y evaluaban las llamadas. Hoy en día, esos equipos se limitan a la atención de niños que no están dentro del sistema. Si el niño acude a un CAIF, un club de niños o un centro juvenil la denuncia es derivada a los centros en convenio en territorio. Esto requiere que los técnicos de los proyectos tengan alta capacitación para dar respuesta a todas las problemáticas, algo que hoy en día no puede verse reflejado en salarios acorde”.
la diaria consultó al presidente del INAU, Pablo Abdala, sobre estos planteos. El jerarca dijo que “no es una novedad que los centros participen en estos casos, en los que se detecta violencia”, y que más allá de que aún no se ha trabajado en un planteo sobre esta situación en las reuniones mensuales con las organizaciones sociales, no descarta que se pueda mejorar el sistema.
En relación con los recursos para el quinquenio el jerarca apuntó: “Hay un incremento presupuestal muy importante en materia de transferencias, que es el rubro que se destina a financiar los convenios con las organizaciones sociales”. Abdala destacó que, sumado el rubro cero, las transferencias y gastos de funcionamiento asociados a los costos de los centros, hay un incremento de 1.000 millones de pesos respecto del presupuesto de la administración anterior. “Entiendo que con este presupuesto financiamos el mantenimiento de todas las prestaciones y el costo de los proyectos que se van a abrir, como los 24 nuevos CAIF. Creo que hay un claro incremento de los recursos presupuestales”.
Acerca de la conversión de UR a pesos, Abdala detalló que “no es un cambio que se haya consumado: ׅlo que se prevé en este artículo es la posibilidad de que se utilice indistintamente una unidad de medida o la otra”. “El INAU tiene una gran dispersión en cuanto a las escalas de valores o los criterios que se han manejado para la definición de los convenios con la sociedad civil; el propósito es unificar y racionalizar esos criterios, y optar en cada caso qué se adapta mejor, si el peso o la UR, dependiendo de los costos que haya que cubrir”, explicó.
Asimismo, el presidente del INAU agregó que ante un posible aumento en la demanda de los servicios de educación no formal la institución “está preparada para enfrentar la contingencia”. Además, aseguró que “si fuera necesario sobre la base que está prevista, puede haber un refuerzo adicional: no olvidemos que durante todos estos años fue necesario que el Poder Ejecutivo reforzara significativamente el presupuesto del INAU porque las asignaciones presupuestales no fueron suficiente, y siempre se hizo”.