La ley de urgente consideración cambió la forma de gobierno que tenía el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed); dejaron de estar presentes los dos delegados de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), el de la Universidad de la República y el de los colegios privados. La nueva directiva asumió este miércoles y se compone de dos representantes del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Javier Lasida, que la preside, y Guillermo Fossati, y uno designado por la oposición, Pablo Caggiani, quien el 1 de octubre dejó el Consejo de Educación Inicial y Primaria de la Administración Nacional de Educación Pública.

En el acto de toma de posesión también participó el responsable del MEC, Pablo da Silveira, quien en una rueda de prensa destacó que “antes el Ineed tenía una dirección muy grande pero con una sola persona rentada, ahora pasamos a una directiva más chica pero con tres personas que pueden dedicarse plenamente a esta actividad”. Señaló que es parte del proceso de continuidad institucional, “pero al mismo tiempo de mejoras y cambios”.

Da Silveira destacó también que se espera “mucho del Ineed y de esta nueva directiva”, que tiene como función evaluar los procesos del sistema educativo “con total independencia de las autoridades que las llevan adelante”.

Asimismo, resaltó que el contexto actual es “difícil”: “La educación tenía problemas serios antes de la covid-19 y ahora se le agregaron otros como consecuencia [de la pandemia]. Estamos en un momento difícil, en el que hay que estar muy clarito en las decisiones que se toman y en los esfuerzos que se hacen, porque tenemos riesgos importantes para prevenir” y en este sentido el rol de las evaluaciones del Ineed es fundamental.

Por su parte, Lasida dijo que “hay un desafío de evaluación en un contexto nuevo, que complica mucho y le presenta enormes exigencias a la política educativa y también a la evaluación, porque en Uruguay y en el mundo se ha estudiado que la emergencia de salud afecta muchísimo los aprendizajes, especialmente de los niños y adolescentes de menores ingresos”. Agregó que parte de la dificultad para diseñar buenas políticas es poder evaluarlas bien.

En relación con el presupuesto que se discute en el Parlamento, Lasida afirmó que deben familiarizarse más, pero “está claro” que los recursos condicionan las evaluaciones que se puedan hacer. “Es un tema que vamos a tener que estudiar. Hoy por hoy nuestra agenda es conversar con el Senado, que es donde está el proceso de decisión fundamental”, destacó.

Por su parte, Fossati comentó que entre los desafíos está el trabajo “de una nueva gobernanza que buscará delimitar y trazar una visión que eventualmente tendrá matices de diferencia con respecto a la trayectoria que se viene teniendo en materia de procedimientos y actividades en el instituto”, aunque afirmó que “se deberá mantener todo lo que se entiende que ha dado buen fruto”.

Sobre la evaluación de Aristas Primaria, que finalmente se hará a fines de noviembre, según confirmó Lasida a la diaria, Fossati aseguró que trabaja para que el flujo de concurrencia de los niños a las escuelas “no invalide o afecte las conclusiones a las que se pueda llegar”.

Por otra parte, Caggiani señaló que la tensión entre los evaluadores y los evaluados es “saludable y natural”, y agregó que “hay que lograr manejarla de forma tal que la política educativa no sea un coto de caza de los partidos políticos”. Dijo que es necesario trabajar “con cuidado la información que brinde el Ineed, porque es un “campo conflictivo”: “Vamos a tener que contemplar a la hora de ver qué se comunica de forma de que a la ciudadanía le llegue información de calidad y no ruido”.