La explanada del teatro Solís se llenó de música este jueves cuando representantes de los coros y docentes de música se hicieron oír ante el recorte en las horas de coro que impuso el Consejo de Educación Secundaria (CES). Los profesores, pero también estudiantes y familias se unieron al canto y participaron con carteles donde se leía “educación y coros sin recortes”, “amor profundo es lo que siento al cantar” y, la pregunta más repetida, “¿quién va a cantar?”, amplificando la canción de Rubén Rada que fue la elegida para interpretar más de una vez durante las dos horas de manifestación.

Entre el sonido de tambores, platillos, redoblantes, acordeones, bandoneones y guitarras, Marcela Turubich, representante de la asamblea permanente de educadores musicales, habló con la diaria y explicó la situación: “La carga horaria de los coros depende de la cantidad de alumnos que tiene cada liceo. Hace un mes apareció una circular del CES que reduce de diez u ocho horas, que es el núcleo general de los coros de secundaria, a cuatro o tres horas que es la carga mínima que tienen liceos con muy pocos estudiantes, liceos rurales o muy chiquitos”.

Según detalló, la reducción significa pasar de 3.300 horas disponibles a cerca de 1.600. “Eso equivale a un ensayo de una vez por semana, cuando con la carga que tenemos actualmente hacemos dos o hasta tres ensayos semanales, de mañana y de tarde, con todas las clases, armamos arreglos con los chiquilines, sacamos canciones que ellos nos piden, hacemos acuerdos interlineales incluso interdepartamentales, todo eso no se podría hacer”.

En particular implicaría una reducción en la participación, porque al ser una actividad extracurricular si no se logra generar espacios que sirvan para los horarios de los estudiantes, complicaría el acercamiento de nuevos adolescentes.

Además, esta reducción implicaría un desarraigo del docente con el liceo, ya que se vería obligado a tomar horas en distintas instituciones para alcanzar el nivel de salario que tiene actualmente. Asimismo, implica que los docentes de mayor grado y más antigüedad se queden con todas las horas, dejando sin trabajo a profesores recién recibidos o interinos.

Turubich destacó que la asamblea de docentes, integrada por profesionales de todo el país, armó una contrapropuesta que será presentada a CES en los próximos días. Con eso buscan “explicar los argumentos científicos y pedagógicos por los que el coro debe mantener la carga horaria que tiene ahora. Mostrarles a las autoridades las posibilidades educativas que tiene el coro”.

El objetivo de los docentes es “que se mantenga la carga de horas”, pero Turubich aseguró que están “dispuestos a negociar”: “hay 49.000 horas que también se achican en otras áreas fundamentales, esto es lo que nos toca a nosotros y lo sabemos, pero nos duele que siempre el primer lugar para recortar sea la música, no se achican otras áreas, siempre es por el arte, como si diera lo mismo tenerla o no”.

¿Qué aporta el coro en un liceo?

“Y así pasan los años y se ahonda/ no afloja y pide que siga/ y me parte la boca cuando canto”, eran los versos de la versión de “Amor profundo” de Jaime Ross que sonaban con más fuerza en la tarde del jueves. Mientras las voces se mezclaban y los aplausos llenaban el espacio, la representante recordó que no es la primera vez que se intenta recortar las horas de coro y música, en 2010 la asamblea también se manifestó en la explanada del teatro Solís y lograron que los ajustes propuestos en ese momento no se realizaran.

“No es la primera vez que nos quieren sacar, lamentablemente; cada vez que hay recortes, se recorta por el arte o la música, parece que es un adorno, desconociendo todo el poder fundamental que tiene y es algo que está estudiado por la neurociencia, la psiquiatría, las ciencias de la educación, la psicopedagogía. La música es desarrolladora de potencialidades, de situaciones colectivas y sentimiento de pertinencia. Cortarla es negar todo eso”.

Además, la docente resaltó sobre todo el aspecto emocional que el coro despierta en los estudiantes: “Para muchos alumnos recibir un aplauso les cambia la vida, vaya a saber si los reciben de nuevo. Hemos tenido alumnos con problemas personales muy fuertes que no lograban mantener el vínculo con el liceo, pero con el coro se mantiene por cómo se constituye el espacio”.

Incluso durante los meses de educación virtual las actividades de música y coro continuaron y, según Turubich, en algunos casos estudiantes que no pudieron sostener la virtualidad en otras disciplinas sí lo hicieron con la música. De hecho, desde este jueves está disponible en la página web de Secundaria la primera entrega de MusiCES, donde coros de liceos de todo el país muestran las obras en las que estuvieron trabajando este año.

Asimismo, los docentes resaltan la diferencia que tiene el coro con otros espacios institucionales, en primer lugar porque es el único espacio donde los adultos se vinculan con los estudiantes sin evaluarlos ni ponerles un juicio. También destacan la conexión que permite dentro del liceo al integrar estudiantes de todos los niveles, así como también con las familias y la comunidad educativa.