“Un gol de última hora”, así describieron desde la Universidad de la República (Udelar) el convenio que se firma este viernes con el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) para la mejora en las condiciones de estudio de los privados de libertad. “Implica crear un circuito con centros universitarios en ciertas unidades, en donde el INR se va a comprometer a trasladar estudiantes que quieran cursar la universidad y a brindar condiciones básicas de estudio; para nosotros eso es clave”, afirmó a la diaria el rector de la Udelar, Rodrigo Arim.
Gabriela Pasturino, del equipo de coordinación para el trabajo con estudiantes universitarios privados de libertad de la Udelar, detalló a la diaria que a partir de este acuerdo la universidad centrará su presencia en cinco unidades, la 4 (ex Comcar), la 6 Punta de Rieles, la 10 Juan Soler (San José), la 5 de mujeres y la 9 de mujeres con niños, y contará con un anexo en la unidad 3 (Penal de Libertad) para los estudiantes que el INR considere que no se pueden trasladar a otro centro.
Tanto Arim como Pasturino enfatizaron en la importancia de que el INR garantice las condiciones de estudio para los universitarios. “Hasta ahora veíamos una ausencia de logística compartida, por decirlo de alguna manera. Es la lógica de dos instituciones que operan con finalidades distintas: en el sistema carcelario no se veía como una prioridad asegurar condiciones básicas de estudio, y para nosotros sin esas condiciones el esfuerzo es estéril”, describió el rector.
Según indicó Pasturino, estas condiciones de estudio no sólo refieren a la infraestructura necesaria con la correspondiente conexión a internet, sino también “al acceso al tiempo de estudio que se requiere para aprobar una materia universitaria en calidad de libre, porque a diferencia de secundaria no tenemos docentes que vayan todas las semanas, se requiere mayor compromiso y tiempo para estudiar; si eso no es apoyado, se complejiza bastante el avance en la trayectoria educativa”.
Según aclaró Arim, actualmente la Udelar tiene 110 estudiantes en cárceles y se les tienen que sumar las decenas de estudiantes tutores, referentes y docentes que también trabajan en territorio: “Es un nivel de movilización de recursos y de esfuerzos muy significativos, y ahora este acuerdo va a encauzarlos para avanzar de forma sistemática, para que esto sea un derecho y se vaya normalizando en un proceso que asegure calidad”, opinó.
Pasturino destacó el gran esfuerzo que implicó este año en particular, en el que apostaron “como institución a sostener el vínculo con nuestros estudiantes mientras no pudimos ingresar a las cárceles, que fue todo el primer semestre. Apostamos no tanto a sostener el avance en la trayectoria sino el vínculo y que no se olvidaran de que estábamos del otro lado”.
Para eso, agregó, se trabajó con “propuestas escritas y quienes la sostuvieron fueron los gestores educativos de las distintas unidades, que llevaban las propuestas a los módulos y nos las devolvían; ahí hubo un compromiso enorme de parte de los trabajadores del INR”, remarcó. De hecho, durante la firma del convenio se realizará un reconocimiento a los funcionarios del INR que durante los cinco años de trabajo con la Udelar han demostrado “un enorme compromiso”.