Hace muchos años Graciela Fabeyro iba a la escuela 4 de Trinidad, en Flores, y en el bolsillo de su túnica llevaba una cuchara de alpaca, de esas viejas y manchadas, para almorzar en el comedor escolar, después de que logró convencer a su padre y a la directora de que la dejaran comer con sus compañeros. Hoy la directora general del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), de 68 años, tiene en su haber el título de maestra junto a los de licenciada, magíster y doctora en educación. Se especializó en educación para la salud y educación de la sexualidad, ambos aspectos que le gustaría impulsar durante su administración.

Recuerda su escuela con muchísimo cariño y visualiza en la educación pública uruguaya un pilar de la superación personal. Para Fabeyro la escuela “es una de las herramientas para cambiar que tienen los seres humanos”, por eso, con ella al frente del CEIP, se van a “revisar las políticas que permitan contribuir a la reducción de la inequidad”, dijo. “La escuela siempre estuvo potenciando la integración social, el ascenso, la educación como un escalón en la vida de la gente para poder proyectarse y salir adelante. Eso es la escuela”, definió Fabeyro.

Es docente en la Universidad de la Empresa, en la maestría internacional en Educación. Dedicó 25 años a la formación docente, algo que destacó como su pasión. Fue maestra por diez años y luego su especialización la llevó a pasar 30 años en el área de salud y bienestar escolar dentro del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).

Dejó el programa de educación para la salud del Codicen en 2012, cuando sintió que “había un vaciamiento de funciones, que ya no era considerado el servicio como tal”, y volvió, ocho años después, a encabezar un consejo, que no será tal por mucho tiempo más. El proyecto de ley de urgente consideración (LUC) que ya tiene media sanción, propone cambiar los consejos desconcentrados por direcciones generales, por lo que la representación docente se limitará al Codicen y al Consejo de Formación en Educación.

La nueva directora general, que asumió hace poco más de un mes, fue parte del grupo fundacional de la Unión de Funcionarios del Codicen y trabajó varios años en las Asambleas Técnico Docentes, por lo que tiene sus “antecedentes” en la representación docente. Sin embargo, afirmó que el gobierno “apuesta a una gobernanza que agilice y dinamice el funcionamiento. Veremos cómo queda aprobada la ley y cuando esté definido cambiaremos las estrategias”.

Para Fabeyro hablar de la LUC y de su próximo rol es adelantarse. De todas formas, cuando pase a ser una dirección unipersonal “no va a faltar el trabajo en equipo”, aclaró. “Hay una gran colaboración, Primaria tiene la ventaja de que es muy sólida en su estructura, que puede ser una desventaja para situaciones de cambio, pero da fortalezas. Mi formación y mi experiencia ha sido siempre de trabajar en equipo”, resaltó.

Mientras el Parlamento debate la LUC, los organismos del Estado ya comienzan a preparar el próximo pedido de presupuesto. Fabeyro detalló que aún están trabajando en la rendición de cuentas y que el presupuesto se analizará a nivel general en el Codicen. De todas formas adelantó que dos pilares van a ser equidad educativa y formación docente, y que el trabajo de todo el Codicen durante este período apunta al fortalecimiento de los aprendizajes mediante el trabajo con el Marco Curricular de Referencia Nacional.

Este lunes comenzará el día haciendo una recorrida por diversas escuelas de Montevideo que se abren luego de cuatro meses cerradas. “El lunes se da el paso más importante”, afirmó; con la reapertura de 850 escuelas llegan 250.000 alumnos, 16.000 maestros, más de 3.000 funcionarios no docentes. Sobre el proceso de dirigir el CEIP en pandemia, los problemas y las oportunidades, los comedores escolares, la tecnología educativa, sus planes y expectativas habló largo y tendido con la diaria, a continuación un resumen de lo conversado.

Algunos niños que estuvieron desvinculados durante estos meses de trabajo virtual ya comenzaron a ir a las escuelas. ¿Cuántos son y qué respuesta han tenido en estos primeros días de actividad presencial?

Hay una valoración muy importante del compromiso que ha tenido el personal docente y los funcionarios con la búsqueda intensa de los niños. Hace dos semanas teníamos desvinculados unos 13.000 alumnos de las escuelas, que equivale a 4,5% de la matrícula, pero gracias a ese trabajo riguroso y humano, hoy tenemos 4.000 alumnos desvinculados, es decir 1,2%. El trabajo cotidiano de la comunidad educativa da resultados y va mejorando la dinámica de la reintegración de los niños a la escuela y los procesos de aprendizaje.

Hay varios departamentos en los que tenemos cero desvinculación, aunque claro que eso tiene que ver con el trabajo interno, pero también con la realidad misma de cada departamento, cada centro y cada familia. Pero estas cifras demuestran que esa búsqueda de salir al territorio da resultados.

¿Qué pasó con las escuelas rurales?

Esta semana el Ministerio de Salud Pública autorizó a la ANEP a abrir las escuelas rurales durante los cinco días de la semana, por cinco horas, con sus comedores habilitados. Para Fabeyro “el desafío es ver cómo va a ser ese reintegro, probablemente comencemos con las escuelas más pequeñas, las que comenzaron el 22 de abril. Es un proceso incremental y no tienen que empezar todas el mismo día”.

Asimismo, se debatió acerca de volver a la obligatoriedad, ahora que el ritmo de clases volvería al habitual en esas escuelas. Fabeyro puntualizó: “Depende de la normativa sanitaria, porque serían mucho más niños, hay un montón de condiciones que están sujetas a que nos autoricen desde el Poder Ejecutivo, sabemos que sin las condiciones necesarias no se arranca”. De todas formas aclaró que ve necesario retomar la obligatoriedad para “revalorizar la equidad”, y agregó: “Si hacemos un balance de las posibilidades de aprendizaje, aquel que sólo está con la virtualidad o aquellos que aún no se han conectado, no están accediendo a la educación, que es un derecho”.

¿Cuál es la estrategia para recuperar a esos 4.000 niños que todavía están desvinculados?

Pensamos que esta apertura creciente va a incentivar a que la familia se acerque al centro educativo, ya sea para llevarlo al horario que le corresponda o para preguntar e ir a buscar tareas; incluso rencontrarse con las maestras, porque fueron muy pocos días de trabajo presencial, donde apenas pudieron conocer a esas docentes a las que están dejando algo tan valioso como sus hijos. Recuperar la confianza y el afecto es lo que se va a dar en este proceso de reapertura, que si bien todavía es voluntario, va a ir incrementando las situaciones de aproximación.

Los maestros han señalado este retorno a la presencialidad como desordenado, con marchas y contramarchas ¿Cuál es tu evaluación?

Lo primero que quiero aclarar es que no hubo marchas y contramarchas, hubo una documentación que no tenía que haber salido porque era un borrador. Nosotros siempre fijamos los calendarios en función de lo que el Poder Ejecutivo junto con el Sistema Nacional de Emergencia y el comité de científicos honorario nos indican. Acá lo primero a cuidar ha sido la salud del alumnado y de los trabajadores de la educación. Se han hecho arreglos en cada centro para entender las situaciones familiares, se adaptan las jornadas de trabajo, se ha hecho mucho para llegar a este momento. Creo que el esfuerzo es continuo porque es parte del funcionamiento, están conviviendo la presencialidad y la virtualidad. La división en subgrupos ha hecho que los maestros trabajen con alumnos de todo el centro; refuerza la idea del trabajo en equipo. Toda crisis tiene una doble mirada, desde la desventaja hasta la oportunidad, y creo que en eso Primaria está trabajando muy bien.

La falta de productos de limpieza también fue una queja. ¿Cómo es la situación actual?

Todo lo que tiene que ver con los elementos de cuidado personal lo asumió el Codicen desde la gerencia de Administración. Todo lo que tiene que ver con la higiene del local lo asume cada consejo, han salido muchos productos hacia las comisiones descentralizadas que tiene ANEP, cada una distribuye en territorio según la cantidad de alumnos, los turnos, la dimensión del centro, y hace dos días se inició en Montevideo la distribución escuela a escuela. Hay una gran inversión de parte de los organismos, esto genera que se piense el presupuesto desde otro lugar. Para 30 días se precisaban 120.000 litros de hipoclorito y lo mismo de detergente, sólo para Primaria. Ni siquiera hay producción, entonces se va a ir enviando en la medida que lo tengamos. Además puede haber imprevistos, se puede romper un camión, se pueden confundir los horarios, esas dificultades pueden aparecer. Apostamos a los equipos de los centros educativos que cotidianamente buscan estrategias para salir adelante. Es verdad que Primaria se comprometió a dar esos insumos, pero también se generó una partida de dinero que no es grande pero sí va a permitir a cada director tomar decisiones. Si no llegó el hipoclorito, va a poder comprar unos litros, por ejemplo.

Con los auxiliares de limpieza también hubo un problema. Se decía que había varios mayores de 65 años o que no alcanzaban para todas las escuelas.

Tenemos un buen número de funcionarios validados por covid-19, pero se han diseñado las estrategias de suplencias e incorporación de nuevos auxiliares. Se proveyeron 75 cargos del escalafón de un concurso que se había hecho, también las cooperativas que trabajan con nosotros están apoyando la limpieza con contratos ampliados, se han liberado algunas partidas para la comisión de fomento y las personas que trabajaban en el comedor, que ahora está cerrado, también apoyan la organización y limpieza de la escuela. Así que pensamos que este tema está cubierto. Puede faltar, Primaria es un organismo muy denso, pero se han hecho todos los esfuerzos.

“Si bien la virtualidad ha sido una herramienta importante, ha limitado las características de la presencialidad, creo que estamos preparados para volver”.

Próximamente

¿Cómo se preparan para la segunda etapa de reapertura de las escuelas el lunes 15? ¿Qué queda pendiente?

Siempre quedan detalles y emergentes, pero desde el punto de vista afectivo y profesional el colectivo está preparado. Si bien la virtualidad ha sido una herramienta importante, ha limitado las características de la presencialidad, creo que estamos preparados para volver. Si la situación sanitaria nos acompaña esto va a seguir en un proceso bien interesante, siempre sabiendo que si hay que retroceder, igual se va a generar aprendizaje.

El lunes arranca educación inicial. En su momento la Inspección Nacional de Inicial y la Federación Uruguaya de Magisterio dijeron que deberían ser los últimos en empezar. ¿Por qué se decidió que fuera este lunes?

Se tomó esa decisión con la orientación de que se comience con nivel cinco y que se observe cómo se manifiesta, porque los niños de educación inicial tuvieron muy poco contacto con sus maestros, deben volver a comenzar lentamente. Va a comenzar cinco, si todo va bien, en dos semanas comenzaría nivel cuatro y con el nivel tres tenemos que esperar más porque es necesario mayor contacto. Son experiencias que se llevan adelante basadas en la situación epidemiológica que nos da el encuadre. Si se nos dijo que educación inicial podía comenzar es porque se determinó que esa población no tiene grandes dificultades, sabemos que los niños pequeños se enferman poco, transmiten poco, tienen algunas características que indican que es posible hacerlo.

Foto: Federico Gutiérrez

Foto: Federico Gutiérrez

Los docentes tienen que hacerse cargo de la virtualidad y ahora también de la presencialidad. ¿Cómo se evalúa esto desde el punto de vista de las condiciones de trabajo?

Inspección Técnica ha orientado a tener jornadas de tres horas con los alumnos y una hora para la virtualidad. Además, los días miércoles, que se va a dedicar a la limpieza, se da la posibilidad al colectivo de que se organice, coordine y elabore actividades. La ventaja de estar en el centro educativo es que los docentes dejan de usar sus recursos personales, hasta ahora el trabajo se mantuvo a costa de que ellos mismos pagaran su luz, su internet. Al volver a la escuela se vuelve a la forma adecuada. Además, tener la escuela abierta permite que la comunidad se acerque, y que no sólo vuelva el contacto, sino también los aportes de la comunidad.

Clases de verano

Desde la administración central, ¿qué estrategias de nivelación están promoviendo? Teniendo en cuenta que en una misma clase puede haber compañeros que hayan tenido conexiones muy dispares.

Está trabajando en esto un equipo liderado por Adriana Aristimuño, que está al frente de la división de Planificación Educativa de la ANEP. Están realizando un relevamiento, una investigación diagnóstica, para conocer el piso en el que se encuentra el centro educativo, la enseñanza y el aprendizaje. Va a ser algo progresivo, la etapa de muestreo va a estar liderada por el Instituto Nacional de Estadística, pero también va a haber una etapa abierta a todos los que quieran participar. Buscamos saber la base que tiene cada alumno para después diseñar estrategias. A priori el maestro está siempre buscando estrategias que permitan superar las dificultades de aprendizaje. Lo que se nos ha informado es que para agosto estaría implementado el sistema de evaluación del sistema.

De agosto a diciembre les queda poco tiempo para implementar esas estrategias.

Hay tiempo, además hay que pensar que en esta nueva normalidad el año lectivo no tiene finalización, va a ser extendido, va a proyectarse e incorporarse al 2021. Quedarán algunos contenidos inconclusos, pero se tiene el tiempo suficiente.

¿Eso significa que no está definida la fecha de finalización de clase?

Claro, es un proceso. Esto es dinámico, es día a día. Ahora estamos bien desde el punto de vista sanitario, pero si hay algún avance vamos a tener que tomar otras decisiones, tenemos que estar prontos para dar un paso atrás. Hay proyecciones para el verano, cosa que no es nueva. Hemos trabajado en contextos de alta vulnerabilidad donde los niños en verano siguen trabajando.

¿Estás pensando en las mismas clases tradicionales pero en enero o febrero?

Creo que en enero vamos a tener las licencias, todos los funcionarios tenemos derecho a los 20 días de licencia, mínimo. Sabemos que enero es un mes especial por la temperatura, por la licencia del resto de los trabajadores del país, es un tiempo de descanso. Pero en febrero se verá cuándo se empieza con las actividades. Yo pienso que en algunos casos no va a haber un cierre de año, sino que va a haber como un corte durante enero que se retoma en febrero para pensarnos, culminar ciclos, evaluaciones y proyectarnos. Por ejemplo nos preocupan los estudiantes de sexto año de escuela, que van a pasar a educación media. Ese paso siempre tiene sus debilidades, probablemente esos niños queden conectados a través del programa de Tránsito Educativo, que trata de generar ese puente entre los dos ciclos.

“Los recursos económicos están resultando escasos por toda esta situación de pandemia, entonces habrá que priorizar estrategias”.

Comedores en revisión

Pablo da Silveira, ministro de Educación y Cultura, cuestionó el costo de los comedores escolares. ¿Qué opinión tenés de su funcionamiento?

Acá opino desde mi vida personal. Los comedores existen desde hace mucho tiempo y han sufrido distintos cambios. Yo vengo de un barrio muy humilde en Trinidad, donde mi escuela, la número 4, siempre tuvo comedor y muchos de mis compañeros lo usaban. Era para aquellos que tenían mayores necesidades. Como maestra también pasé por el comedor y cuando queríamos comer pagábamos un ticket, porque si no los adultos estábamos usando un servicio que era para los escolares. Después se fue extendiendo el horario y ahora el comedor es parte de todos los niños que van en esos horarios. El comedor es un gran tema que hay que poner en debate en la sociedad y en el ámbito político, porque es una política pública, financiada con el impuesto de Primaria. No estoy tomando posición, pero creo que es un tema a debatir. Pensemos que hay escuelas de tiempo completo donde muchas familias podrían solventar la alimentación. En otros países como España, cuando la situación económica no es favorable el ayuntamiento ayuda con la beca, cuando mejoraron los ingresos se paga un ticket por mes, otros retiran a los niños en el horario del almuerzo, hay distintas estrategias. Hay que evaluar si el comedor es para todos, en qué condiciones y con qué tipo de alimentación. De todas formas creo que tiene un valor importantísimo en la incorporación de buenos hábitos alimentarios y atiende a las necesidades nutricionales de nuestros niños, eso es indiscutible. Pero también hay hogares que pueden atender esas necesidades.

“Hay que evaluar si el comedor es para todos, en qué condiciones y con qué tipo de alimentación”.

¿Está dentro de tus planes revisar el programa de alimentación?

Los recursos económicos están resultando escasos por toda esta situación de pandemia, entonces habrá que priorizar estrategias. Fijate que en este momento la alimentación de emergencia nos está resultando mucho más cara. Habrá que buscar estrategias. No depende sólo de nosotros, creo que junto con el Poder Ejecutivo, el Ministerio de Educación y Cultura, que puso el tema sobre la mesa, tendremos que revisar. No estamos diciendo eliminar ni reducir, digo revisar, porque son muchas las personas que están alimentándose. Hay que analizar distintas posibilidades, es un tema de política educativa, nutricional y de política económica. Creo que no hay un posicionamiento tomado, es un tema que será analizado y debatido, como tantos otros temas, porque los recursos públicos requieren una administración adecuada.

Pararse sobre lo hecho e impulsar lo bueno

Según Fabeyro, “Plan Ceibal dio la base para poder acceder a la educación durante todo este tiempo, si bien no todos los niños se han conectado, hay una gran mayoría que sí. Este escenario recrea el lugar de las tecnologías en la educación, y el Plan Ceibal con sus pros y sus contras y sus situaciones de debilidades, que hay que mejorar, es una propuesta necesaria e interesante a la que hay que seguir apostando y revisando para mejorarla, siempre con una actitud crítica de superación”.

Entre las líneas de trabajo que destaca de la administración anterior, Fabeyro resaltó el trabajo comunitario, el avance en tecnología educativa, el programa de inglés, el trabajo en la educación rural, el cambio en el paradigma de inclusión con las escuelas Mandelas, la elaboración de materiales, el mobiliario y los edificios. “Se rescatan muchas cosas, esto es un proceso, nosotros estamos de paso, los permanentes son los docentes y niños”, dijo.

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