El ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, integrantes del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) concurrieron este lunes a la Comisión de Educación y Cultura del Senado a dar información sobre el Programa de Alimentación Escolar. La invitación la propuso Carolina Cosse (Frente Amplio), a raíz de los dichos de Da Silveira y de la directora general del CEIP, Graciela Fabeyro, sobre el gasto que significaba el programa. En declaraciones a Búsqueda, Da Silveira consideró que es “formidable” el costo del servicio, se refirió a que se detectaron “ineficiencias” y que debía revisarse, mientras que Fabeyro aseguró, en entrevista con la diaria, que es necesario debatir el programa, entre otras cosas porque “muchas familias podrían solventar la alimentación”.

Cosse comentó luego de la sesión que se quedó con “gran alegría” porque “hubo unanimidad: el ministro fue claro, también las autoridades de primaria, en mantener una política de Estado, de que sea irrestricto el acceso a la alimentación en la educación pública”. Explicó que le preocupaba “que pudiera haber una concepción de que ‘le vamos a dar de comer al que lo necesita’, porque eso suena muy bien pero ¿quién va a definir quién lo necesita? ¿Con qué criterios? El criterio actual es que cualquiera come en la escuela, y eso es lo que queremos mantener”, aseguró.

Al salir de la comisión, Da Silveira dijo en rueda de prensa, no obstante, que los datos sobre el sistema no son claros: “No se sabe qué está pasando; en consecuencia no se sabe a quién se le está dando alimentación y a quién no, y lo que hay que hacer es investigar”. Según informó, el presidente de la ANEP, Robert Silva, dijo en la comisión que se iniciará una auditoría al respecto. Según Da Silveira, “hay dos fuentes de información totalmente discrepantes entre sí. Según una de las fuentes de información, las cosas se están distribuyendo bien, y según la otra, frecuentemente se distribuyen más porciones que alumnos, en otras escuelas faltan y no está claro ni por qué ocurre esto ni cuál de las versiones es la correcta”.

Frente a los senadores Da Silveira mencionó que se registraron diferencias entre la asistencia de los niños a algunas escuelas con almuerzo tercerizado y la cantidad de servicios efectivamente pagos. “Hace años que se viene gastando entre un millón y un millón y medio de dólares por semana en el plan de alimentación escolar. Si sólo una parte de ese gasto se está haciendo mal, significa que estamos malgastando cantidades de dinero que no están llegando a aquellos que deberían beneficiarse”, afirmó luego en rueda de prensa, y dijo que hay “una grave responsabilidad del consejo anterior de educación primaria”.

Según el consejero del CEIP electo por los docentes, Pablo Caggiani, el ministro se refirió a un expediente iniciado en 2015 a partir de un relevamiento del Programa de Alimentación Escolar. Afirmó que es dificultoso ajustar los registros, ya que hay múltiples opciones de servicio en función de las comidas que tengan los niños en la escuela (un niño pueden ser una, dos o hasta cuatro prestaciones), y que para solucionarlo se rediseñó el formulario en la plataforma Gurí, y “algunas cosas se lograron corregir y otras no”. Pero mencionó que las diferencias a las que hizo referencia el ministro son de “1.000 o 500 prestaciones en el año”, cuando en 2019 hubo en total 295.350 prestaciones en total.

Para Cosse, “está perfecto” que el CEIP se proponga “consolidar los datos” al respecto: “al sistema Gurí habrá que irle agregando herramientas para facilitarle la tarea a las directoras, que muchas veces lo hacen en papel, y que sea fácilmente auditable”, señaló.

En tanto, el ex consejero de Primaria Héctor Florit cuestionó, en su cuenta de Twitter, que Da Silveira dijera que se “malgasta U$S 1 millón p/semana”. “FALSO !! Se biengasta U$S 1.300.000 en 36.841 almuerzos tercerizados (2,50 p/día) y 170.927 tradicionales (0,60 p/día), 94.000 meriendas, internados y campamentos. A quiénes dejaría sin comer?”, escribió. Da Silveira también le respondió vía Twitter: “No, Héctor. Dije que la continuidad de la alimentación escolar no está en duda. Es una política pública de muy alto valor y hay que ejecutarla bien. Por eso hay que entender por qué no se corrigió nada durante 5 años, pese a que había informes preocupantes”. En rueda de prensa aseguró que la continuidad de los planes de alimentación escolar “está asegurada”: “nadie está tratando de sacarle la comida de la boca a nadie”, afirmó.

Alimentación y costos

Según los datos presentados este lunes por el CEIP, en 2019 se entregaron 295.350 prestaciones de alimentación, entre las que se incluyen almuerzos, desayunos, meriendas y cenas, lo que implicó un gasto cercano a los 2.000 millones de pesos (ver tablas), es decir, más de la mitad del Impuesto de Primaria. El almuerzo en promedio cuesta 28,51 pesos, mientras que la copa de leche (el desayuno o la merienda), 9,76 pesos.

Foto del artículo 'MEC afirmó que la continuidad del Programa de Alimentación Escolar “está asegurada”'

Respecto a la situación de emergencia, se informó que, según los datos de mediados de junio, se están entregando 64.843 viandas, con un costo cercano a los nueve millones de pesos, y se entregan 7.263 tickets de alimentación a quienes reciben asignaciones familiares, por un costo de 646.407 pesos.

Foto del artículo 'MEC afirmó que la continuidad del Programa de Alimentación Escolar “está asegurada”'

La semana pasada se habilitó a retomar el servicio de desayuno o merienda presencial en las escuelas, para lo que se habilitó un monto de 2,5 pesos desde el CEIP. Caggiani informó que para poder retomar el servicio completo, que incluye pan o tortas además de la bebida, falta ajustar los mecanismos, lo que llevará dos semanas más, pero se optó por comenzar a entregar la leche, “algo que venimos pidiendo desde que retomaron las clases las escuelas rurales”. Además, durante las vacaciones se mantendrá el servicio de alimentación escolar de emergencia, con una transferencia de 850 pesos por las dos semanas a quienes reciban la asignación familiar o a través de ticket alimentación.