Daysi Iglesias es una de las tres cabezas de lista de las opciones que la Coordinadora de Sindicatos de Educación del Uruguay (CSEU) presenta el 30 de octubre en la elección de representantes docentes en el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Con trayectoria sindical en la filial de Montevideo de la Asociación de Maestros del Uruguay y carrera profesional en Primaria y Formación Docente, Iglesias encabeza el equipo de la Lista 30, integrada por docentes de distintos subsistemas y departamentos. Entrevistada por la diaria, habló de los ejes de la campaña, que van desde el rechazo a los cambios de gobernanza en la ANEP definidos por la ley de urgente consideración (LUC) hasta la estrategia de comunicación constante que piensa implementar si resulta electa y la necesidad de atender los “problemas cotidianos” de gestión que generan “precarización laboral”.

¿Qué inquietudes les han planteado los docentes durante la campaña?

En primer lugar, recogimos una cuota muy importante de confusión informativa respecto del acto eleccionario del 30 de octubre y sus procedimientos, y en algunos casos desinformación [ver recuadro]. Después, en Primaria el tema vedette ha sido el concurso de directores: se concursaba el lunes y el domingo estábamos llamando para ver si podíamos llevar planificación escrita, porque no estaban las reglas claras. En Secundaria, uno de los temas ha sido la elección virtual de horas docentes y en UTU es la falta de apoyo a los docentes ante situaciones con los adolescentes, vinculadas a problemas conductuales y de aprendizaje.

Somos muy críticos respecto de lo vivido con los consejeros que hemos votado, que limitaron su comunicación e intercambio con sus electores.

¿Cuáles son los principales ejes de la campaña de la Lista 30?

Primero, creemos que los docentes de la educación pública depositan en los consejeros electos una cuota importante de confianza y expectativa. No se debe permitir que el cargo te absorba, hay que evitar caer en una burocratización que implique hacer sólo trabajo de escritorio. Somos muy críticos respecto de lo vivido con los consejeros que hemos votado, que limitaron su comunicación e intercambio con sus electores. Tenemos un plan de comunicación sistemática que permita hacer mucho más de lo visto hasta ahora. Se puede informar sobre las decisiones que se adoptan, dar una opinión fundamentada sobre ellas y presentar alternativas. Entre estas alternativas presentaremos la idea de organizar congresos. No alcanza una hora o un día para que la gente se expida sobre temas académicos muy complejos como una política curricular. Recordamos los congresos en los que participaban Reina Reyes, Julio Castro o Agustín Ferreiro, con posiciones distintas. Esa vida cultural es la que también debe dinamizar un consejero electo. En segundo lugar, [el 30 de octubre] se eligen dos consejeros en cinco. Seguramente sean minoría, pero lo que sí se puede hacer es argumentar y hablar, no hay por qué guardar silencio.

La segunda gran línea tiene que ver con los problemas cotidianos, que muchas veces generan la precarización laboral, expresión que ahora se está generalizando. En la precarización influyen algunas cosas que ocurren en los subsistemas de la ANEP y terminan definiendo la vida de maestros y profesores.

¿Por ejemplo?

Un ejemplo es el de los concursos de directores en Primaria, que fueron planteados en un momento desacertado, y de todo esto se alertó a la autoridad. En octubre-noviembre se convocó a más de 2.000 personas, muchas de ellas directores en actividad, interinos y suplentes, que están preparando y dando sus pruebas. Por lo tanto, no pueden terminar con las instancias administrativas formales a tiempo, porque van a estar dando pruebas. Esta falta de previsión y conocimiento del sistema después repercute en muchas cosas. Otro ejemplo es la elección virtual de horas para secundaria, que desemboca en una situación de incertidumbre y conflictiva. Otra situación: el escalafón en formación docente. De tal envergadura fue el problema en el escalafón publicado, que hubo que retrotraerse y hacer otro. El escalafón determina el ordenamiento en tu trabajo, una elección de cargos determina los grupos que vas a tener al año siguiente, un concurso determina tu carrera laboral. Otro de esos problemas es la minimización del programa de Formación Básica Profesional [FPB] en UTU, que afecta a profesores y a estudiantes.

El tercer eje de la campaña es sobre las grandes líneas de política: se ha cometido el desacierto y el desatino de eliminar tres consejos de educación para transformarlos en una gerencia. Es una visión gerencial, un cambio de gobernanza que reduce la complejidad administrativa, pero también es un mensaje de lo insignificantes que son Primaria, Secundaria y UTU. Aspiramos a que se revierta la eliminación de los consejos consagrada en la LUC, que está trayendo problemas. En lugar de mejorar el funcionamiento, los cambios de gobernanza lo están congestionando. No resiste mucho análisis que una sola persona pueda estar como autoridad máxima de 300.000 estudiantes, 20.000 docentes y 4.000 no docentes o de 200.000 estudiantes, 16.000 docentes y 3.000 no docentes. Están surgiendo conflictos como hongos debido a problemas de gestión y administración.

¿Cómo evalúan la gestión de las actuales autoridades de la ANEP y los cambios curriculares que buscan procesar?

Ya mencioné la idea de congresos para tratar los cambios curriculares, porque un cambio de ese tipo no se hace ni en un día ni en seis meses. No hay que olvidar lo que la Unesco dijo en 1980: los conflictos y las contrariedades que surgen ante los procesos de reforma tienen que ver con que las autoridades no dieron la palabra a quienes debían hablar de ello en el momento en que debían hacerlo. Lo silenciado luego eclosiona con doble daño: para el sistema, que es daño para los estudiantes, y también para los docentes.

Somos muy críticos respecto de lo vivido con los consejeros que hemos votado, que limitaron su comunicación e intercambio con sus electores.

En relación con la acción de la actual autoridad, hay líneas de continuidad con lo anterior y lamentamos que sea así. Por ejemplo, errores de pago y liquidación en Primaria. Se mantienen acciones que había que mejorar y en otras áreas, que podían mejorarse, como el FPB, se lo suprime. En otros planos se empeora. Esperamos que en la elección del 30 los docentes voten por señalarle a la autoridad que la gestión que realiza debe ser revisada y modificada, como dice el lema de la CSEU, por la defensa de la educación pública.

¿Cómo evalúan las condiciones de funcionamiento de las Asambleas Técnico Docentes (ATD)?

Hay que poner otros organismos que la misma ATD puede integrar, propiciar y coorganizar, como los congresos. Los temas de la ATD son muchos y cuando llegan a los docentes a nivel del centro educativo les dan un solo día. Ni Mandrake trata esas temáticas en un día. Sin que implique una crítica hacia ellas, hay que dinamizar de una forma más proactiva a las ATD y darles opciones para desenvolver toda la fuerza académica que deben tener. Hay que poner a disposición de los cuerpos docentes todos los elementos de política nacional, pero también de política comparada. Hoy, que todo es virtual, también se puede contar con ponencias del extranjero. Cuando Teresita González de Tantessio era directora de Primaria le decíamos que a nivel internacional el tiempo de formación del docente está reconocido como tiempo académico. No se puede seguir hablando de cuestiones académicas negando el tiempo académico. Los docentes, de los que muchas veces se dice que tienen determinado tiempo de vacaciones, preparan las clases en sus casas. Pregunten qué otro trabajador se lleva a su casa las tareas para hacerlas el sábado o el domingo.

Más allá del formato en el que se haga, ¿considerás que la elección de horas en Secundaria debería ser por más de un año?

Ese es uno de los casos típicos en que hay que escuchar a los docentes, porque pueden tener posiciones fundamentadas en un sentido y en otro. Luego de escuchar deberá laudarse. Hoy la problemática en Secundaria no ha sido cuánto es el tiempo, sino qué sucede si tengo un problema de conexión y estoy eligiendo horas de manera virtual, quién es mi garantía, porque puedo perder las horas al año siguiente. Eso tiene que tener una respuesta de la autoridad.

¿Cómo analizás las políticas de alimentación escolar?

La ANEP debería tomar una política muy sana: pagar las partidas en tiempo y forma, porque va a volver locos a todos los directores. Hay 2.000 directores en Primaria, que cargan con un peso enorme en las instituciones. Lo primero que debe hacerse es garantizar que no vas a enloquecer al otro, y una de las formas de hacerlo es no darle los rubros necesarios en el momento necesario. Si te retrasas, tienes detrás a cientos de personas que están en situación inestable con sus comisiones de fomento y con los proveedores. Lo segundo es no someterlos al estrés de ser responsables de las entregas de vouchers para retirar en determinados lugares. Además, hay que preguntarle al Ministerio de Desarrollo Social [Mides] qué está haciendo. La alimentación escolar no es el métier de Primaria. Es una de las políticas históricas asistenciales, que está muy bien que existan, pero la escuela tiene políticas asistenciales que la complementan, no tiene el objetivo de la asistencia social. El Mides tiene esa responsabilidad.

¿Cómo debería enfocarse la formación docente?

La formación tiene que estar a cargo de un instituto universitario, eso es lo primero. Eso supone un programa y una estructura docente, pero no puede perder el vínculo con los subsistemas. Ese instituto no es solamente para la reflexión académica o para la investigación, es para formar maestros, y profesores de secundaria y de UTU. Por lo tanto, el carácter docente y la didáctica tienen que ser un eje articulador. De lo contrario, no vamos a tener quién enseñe a sumar, vamos a tener personas con un importante discurso reflexivo, pero que no sepan sobre la práctica de enseñanza. Se trata de conjugar ambas cosas: teoría y práctica.

¿Qué opinión tenés sobre el seminario Nuevos Rumbos, que desarrolla el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) para la acreditación de carácter universitario en la formación de educadores?

Realizar actividades de ese tipo no le correspondería al ministerio sino a la ANEP y al Consejo de Formación en Educación. En Uruguay la educación sigue siendo cuestión de ente autónomo y no de decisión ministerial. Estaría mal tutelar la formación docente por el MEC, de la misma manera que estaría mal hacerlo por la Universidad de la República. Formación Docente tiene la especificidad y trayectoria propia como para enfocar una nueva etapa, que supone que como cuerpo profesional, con autonomía académica y de funcionamiento, debe estructurar sus propuestas y no que le vengan estructuradas.

Qué y cómo votan los docentes

El 30 de octubre, los docentes que trabajan en la ANEP tienen dos elecciones simultáneas, ambas obligatorias: las de su representante en el Codicen, de carácter nacional, y las de la ATD de cada subsistema, de carácter departamental. En este último caso, el docente sufraga únicamente en el subsistema en el que trabaja y en el departamento en que lo hace. Según explicó Iglesias, la única excepción son los docentes que son suplentes por todo el año, que sólo están habilitados a votar en la elección para el Codicen. Además, si una persona es docente en más de un subsistema, emite un único sufragio para la elección de representación docente en el Codicen y un voto para cada una de las ATD de los subsistemas en los que trabaja.

Por su parte, las mesas de votación serán comunes a ambas elecciones, por lo que cada docente deberá concurrir a un único circuito. Sin embargo, habrá dos sobres de votación, uno para cada elección, confirmó Iglesias. Se podrá votar observado únicamente en algunos departamentos y sólo podrá hacerse dentro del mismo departamento en el que el docente trabaja. Los locales y las condiciones para votar observado deben consultarse en la página web de la Corte Electoral, que organiza el acto eleccionario. En suma, los tres días previos a la elección se podrá sufragar por correspondencia, pero sólo pueden hacerlo los docentes que no tienen circuito en su localidad, en función de la información que figura en un anexo del plan circuital dedicado a ese tema.

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