“El esfuerzo que se va a pedir al país es de consideración pues, en su vida relativamente corta, ha realizado progresos que han superado a lo que podría esperarse de los escasos medios de que ha dispuesto”. Así sentó las bases el ilustre médico Manuel Quintela, quien fuera decano de la Facultad de Medicina en cuatro ocasiones, para la creación de un hospital universitario en una conferencia en el Sindicato Médico del Uruguay en 1924, cuatro años antes de su sorpresiva muerte. Si bien no fue el ideólogo de la propuesta, fue quien logró que en 1926, vista su militancia en el Partido Nacional, convencer al Parlamento para que votara la ley de creación del Hospital de Clínicas.

Desde que en 1930 se colocó la piedra fundamental, hubo un arduo trabajo de la Universidad de la República (Udelar) y los movimientos estudiantiles para que el Poder Ejecutivo aceptara que fuera el centro de estudios terciario quien gestionara dicho hospital. 20 años después, se aprobó la ley que entregaba el Hospital de Clínicas a la Facultad de Medicina. Tras ese largo proceso interno y años de construcción, en 1953, finalmente, se inauguró el tan deseado hospital universitario que primero soñó Pedro Visca y luego reimpulsó Quintela.

Hoy, a casi 70 años de su inauguración, persiste ese pedido de “esfuerzo económico” al gobierno de turno del que hablaba el primer otorrinolaringólogo de Uruguay. En diálogo con la diaria, el decano de la Facultad de Medicina, Miguel Martínez, expresó que “lamentablemente” la “penuria presupuestaria” no permite “enfocar reformas más globales” para el hospital. “Hoy coexisten sectores ‘a nuevo’, bien adaptados y equipados, con muchos otros que no han podido ser modificados aún. La adquisición de nuevos aparatos e insumos está condicionada por el presupuesto necesario para adquirirlos”, afirmó.

En tanto, la Unión de Trabajadores del Hospital de Clínicas (UTHC) entiende también que desde que se inauguró el hospital simplemente se invirtió para ponerlo en marcha, pero luego no hubo una inversión ni para mantenerlo ni para que se desarrollara como “debería ser” el centro asistencial universitario.

Es por eso que, en una entrevista con Telenoche, de Canal 4, el presidente Luis Lacalle Pou planteó para 2030 un “nuevo” Hospital de Clínicas que sea “bueno”, aunque no quiso aventurar si querría que fuera en el mismo predio universitario o en otro lugar. El proyecto a largo plazo implica que la Udelar tome ciertas decisiones y después pase por el gobierno central y el sistema político para encontrar la financiación necesaria, expresó Lacalle Pou. No obstante, para Martínez, al tratarse de “conversaciones, aspiraciones e ideas”, parece claro que todo está “totalmente en el aire”: “Creo firmemente que sin un estudio serio que contemple la diversidad de aspectos involucrados no es posible aventurar ninguna hipótesis”, estableció.

Por su parte, el rector de la Udelar, Rodrigo Arim, acotó que esa propuesta simplemente está “en una etapa preliminar de diálogo”. En una rueda de prensa indicó que durante este año han tenido “un par” de conversaciones con el mandatario sobre el hospital universitario y que, si bien hay “entusiasmo” en “intentar encaminar” una reestructuración del Clínicas que lo convierta en un centro “modelo”, pidió ser “cautos” porque ya hubo otras propuestas de remodelación y, sin embargo, no prosperaron.

En ese marco, Arim aseguró que una reestructura total implicaría una inversión de entre 50 y 100 millones de dólares. “La inversión es cuantiosa, pero no olvidemos que el Hospital de Clínicas es el hospital público que menos inversión ha recibido en los últimos 20 años y eso también se nota”, criticó al respecto, en referencia al presupuesto que ha tenido, que básicamente se destinó a mantenerlo. “Hay que analizar cuál es la mejor alternativa y a la vez ser cautos, porque hemos tenido fracasos previos. Proyectos de reestructura ha habido varios y ninguno con éxito”, insistió.

Desde el sindicato no sabían que Arim se había reunido dos veces con el presidente para hablar sobre la “idea” de un nuevo proyecto para el Clínicas. Por eso, luego del anuncio que hizo el jefe de Estado, pidieron una reunión que se concretaría una vez que el rector vuelva de su licencia en la segunda mitad de enero, según supo la diaria. Asimismo, la Comisión Directiva del hospital se planteó discutir el tema, pero al no tener los elementos suficientes sobre la mesa prefirieron no adelantarse.

Los fracasos

La idea de construir un Hospital de Clínicas “nuevo” ya estaba en la vuelta desde el principio del milenio. El entonces presidente colorado Jorge Batlle decía que se debía construir un edificio “absolutamente nuevo” y el original destinarlo a otra función. Entre las opciones estaba que sea un centro comercial, pero finalmente no prosperó. La propuesta para el centro hospitalario universitario, que anteriormente el expresidente ya fallecido en tono jocoso dijo al entonces gobernador Rio Grande do Sul, Germano Rigotto, que quería derribarlo con un “cañón”, constaba de un convenio con el Banco Interamericano de Desarrollo para su construcción, en el que la inversión era de unos 100 millones de dólares.

Con una postura similar a la del actual mandatario, Batlle decía: “Queremos un hospital que sea una unidad de excelencia, absolutamente de excelencia. Nuevo, absolutamente nuevo. Porque el país lo precisa”. El préstamo del organismo internacional no generaba intereses altos una vez que se comenzara a pagar; sin embargo, la Udelar y el sindicato del Hospital de Clínicas se manifestaron en contra porque el estudio no ponderaba lo que necesitaba el centro asistencial en esa época.

Por su lado, a fines de 2015 se volvió a discutir si remodelar o reconstruir un nuevo Hospital de Clínicas. Para eso, el segundo gobierno de Tabaré Vázquez contrató a una consultora española, Global Salud, para que definiera si se justificaba la existencia del hospital, si era mejor invertir en su remodelación o hacer uno nuevo, y cómo lograr esa inversión.

Finalmente, esa consultora confirmó que el centro debía seguir funcionando y que merecía una reforma de la planta física. En ese sentido, la propuesta de la consultora, con la que concordaba el Poder Ejecutivo, era recurrir a un contrato de participación público-privada (PPP), a lo que el sindicato del centro universitario se oponía, recordó a la diaria, la dirigente de la UTHC María Montañez. La cifra era similar a la que se manejó en la administración de Batlle y en la actual: 100 millones de dólares.

“Los trabajadores hicimos algunas propuestas en cuanto a cómo financiar toda esa inversión. El Poder Ejecutivo propuso que sea vía PPP, pero la Udelar lo desestimó en 2017. El proyecto de prefactibilidad [que se hizo] no lo queremos volver a recorrer. No lo quisimos recorrer antes y no vamos a volver atrás con eso. Ahí es que comienza también un nuevo debate dentro de la Universidad”, apuntó Montañez, y adelantó que si lo que se busca implementar para el “nuevo” centro es una PPP, volverán a manifestarse en contra, porque se trata de “un intento privatizador”.

“Nosotros nunca nos quedamos quietos, buscando presupuesto y financiación para el hospital universitario, sabemos lo que significa para la población y para la Universidad en sí misma. Luego de idas y vueltas buscando inversiones, luego de que se lograra que fracasara el querer imponer las PPP en el Hospital de Clínicas, es cuando desde la ley presupuestal podemos conseguir los fondos que vienen con el impuesto a la cerveza, y con esto hemos podido invertir y desarrollar bastante dentro del Hospital de Clínicas”, expresó.

Al respecto, el decano Martínez rememoró que “han existido varios macroproyectos” para el hospital, incluidos estos. En general, comentó, buscaban mantener una ubicación ideal como la que hoy existe, “aprovechando una edificación que ha mostrado ser noble y, a la vez, plástica”. Sin embargo, el decano dijo que las discrepancias surgieron por otras condicionantes, en particular de la “esfera económica”, respecto de las cuales la Udelar “ya se ha expresado”. “En este caso, en el que, por una parte, existe un plan de obras que lleva adelante la dirección con aprobación previa de la Udelar y, por otra, lo planteado desde Presidencia aún no es más que un deseo o una voluntad -sin duda loable-, me es imposible opinar”, indicó.

Consultado sobre si es probable que el centro hospitalario universitario cambie de lugar, algo que deslizó el presidente, Martínez acotó que están “totalmente” abocados a una “renovación” sobre la base de un “programa general que ha cumplido las instancias de aprobación universitaria, pero que en general tiene que dividirse en etapas debido al déficit crónico de un hospital que sobrevive gracias al esfuerzo de sus funcionarios y de la Universidad en su conjunto, con un presupuesto francamente insuficiente”. Como ejemplo de esa “renovación”, dijo, son las policlínicas del primer piso que han sido puestas a disposición para el plan de vacunación o las salas de internación recientemente inauguradas.

En función de lo expresado por arquitectos especializados en hospitales a la Udelar, el decano señaló que el Clínicas fue concebido con una estructura tal que permite “adaptarlo y modernizarlo” piso a piso “sin necesidad de hacer mayores cambios”. “Esto ha permitido obras muy modernas y adaptadas en algunos sectores”, añadió.

Por último, Martínez criticó que es “llamativo” que “frente a la actitud de la totalidad de los funcionarios y profesionales de la salud, que en un momento crítico para Uruguay superaron sus miedos y arriesgaron su salud y sus vidas [por el covid-19], el reconocimiento hoy se reduzca a la promesa de un nuevo hospital para dentro de 15 o 20 años”.