Durante ocho horas las autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) estuvieron el lunes en el Parlamento, junto a los legisladores de las comisiones de Educación del Senado y de Diputados. El equipo encabezado por el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen), Robert Silva, explicó el plan de inicio de clases, que comenzará el lunes 1º de marzo.

El senador José Carlos Mahía fue quien convocó al Codicen. En diálogo con la diaria comentó que tras la exposición de las autoridades de la educación “comprobamos que todo empezó muy tarde, las resoluciones efectivas sobre la búsqueda de locales, por ejemplo, es de febrero, y van a ser 501 locales que requieren para servicios educativos. Eso implica que va a recaer más responsabilidad de la que debiera en los equipos de dirección, que tienen que salir a recorrer inmuebles en el barrio”.

Según su criterio “no es posible la presencialidad plena en el plazo que el gobierno está hablando” y por eso se deberían haber tomado decisiones según “los escenarios que se venían del punto de vista de la pandemia y sus efectos en Uruguay y en el mundo”.

Además, Mahía señaló que “se reconoció que va a haber una reducción en el número de horas docentes, con más de 20.000 horas menos en educación media en su conjunto. Lo que ellos llaman redimensionar es un recorte, que habíamos anunciado en el presupuesto, eso implica seguramente grupos con más cantidad de estudiantes en muchos lugares y menos horas de trabajo para los docentes en la educación media”.

Sobre este punto Silva dijo en una conferencia de prensa que en UTU están asignadas 90% de las horas y 85% en secundaria, mientras que en Montevideo quedan 400 cargos a elegir en primaria. “Esto es una secuencia que muchas veces sucede en educación, estamos en situación de comenzar, transmitir certeza, tranquilidad y confianza, hemos pensado y hemos trabajado para que la educación pública vuelva de la mejor manera”, comentó.

Para el presidente de la ANEP la oferta educativa actual es la que “el país necesita”: “Hemos creado los grupos en función de las necesidades que existen, al haber menos estudiantes hay menos grupos, administramos un sistema educativo donde tenemos que poner la centralidad en el estudiante y hay un paso de estudiantes de secundaria a la UTU. La disminución de grupos es de menos de 1% si consideramos Secundaria y UTU, lo mismo sucede con las horas docentes”.

Silva agregó que su administración llegó “para tomar las medidas que corresponde en función de las necesidades que detectamos y por eso hemos redireccionado algunos recursos que van a terminar volviendo a los docentes pero en actividades que beneficien a los estudiantes”.

Con respecto a la presencialidad Silva destacó algunos porcentajes de 2020: en las escuelas urbanas se llegó a 61% de presencialidad todos los días, pero si se tiene en cuenta la presencialidad de todos los días, todo el horario, es 33%. Si a las urbanas se le suman las escuelas rurales, donde en 100% se llegó a la presencialidad plena, 83% de las escuelas del país la alcanzaron. “Nuestra meta es superar esos porcentajes, queda una semana de arduo trabajo”, indicó Silva, aunque adelantó que al finalizar esta semana habrá datos más concretos sobre la presencialidad para 2021.

Incremento del gasto en limpieza, seguridad y alimentación

El Codicen presentó a los legisladores los datos sobre el incremento de recursos para la atención de higiene, limpieza, seguridad y alimentación en el marco de la pandemia en 2020. Con respecto a los productos de limpieza y contratación de los servicios vinculados a la higiene de los locales hubo “un aumento considerable a partir de la adquisición de insumos o ampliación de los servicios personales”. Según detallaron en el documento entregado, hubo un incremento de 34% de gastos asociados a la limpieza y 7% en la contratación de servicios personales.

En seguridad hubo un incremento importante, ya que los centros pasaron a estar cerrados todo el día, lo que implicó “cuidados durante horas que antes funcionaban o también atender circunstancias propias de su funcionamiento una vez iniciadas las actividades presenciales”. Según la ANEP hubo 16% de incremento en el rubro de seguridad de establecimientos educativos y otras dependencias.

También detallan el gasto en alimentación. El monto total de recursos públicos destinados a alimentación no sufrió variaciones significativas. “Es de destacar que si bien hubo menos comensales, los costos que la ANEP debió afrontar fueron significativamente distintos, ya que en promedio la vianda tuvo un costo de 145 pesos, mientras que la partida que se entrega a los comedores escolares varía de 29 pesos a 50 por niño según la modalidad de centro educativo”, agregan.

Destacan que se atendió por primera vez la alimentación de todos los niños usuarios de comedores escolares durante las vacaciones y que este año se implementaron servicios de alimentación para casi 100.000 niños en enero y febrero, con un costo aproximado de 6.300.000 pesos.