Uno de los temas principales que se debatió en el Consejo Directivo Central (CDC) de la Universidad de la República (Udelar) el martes fue cómo incorporar presencialidad a un año que se avizora complejo para una institución con más de 140.000 estudiantes. Sobre este tema intervinieron todos los órdenes y se llegó a la conclusión de que sin poner en riesgo la salud de nadie es necesario “recuperar algunos espacios de presencialidad”.
El rector de la Udelar, Rodrigo Arim, dijo en su intervención que “el problema central que explica por qué las universidades han tendido a estar menos expuestas a la presencialidad durante la pandemia tiene que ver con la movilidad en territorio. La mitad de los estudiantes que desarrollan su vida formativa en Montevideo provienen del interior; eso condiciona y mucho”. Según comentó, no sólo hay “un potencial riesgo en términos de expandir la enfermedad en el territorio”, sino que implica una gran gestión personal para todos los que se deben mudar para tener clases presenciales.
La propuesta que hizo el rector, y que luego fue votada por unanimidad, es “construir una guía, una pauta de funcionamiento que reconozca el estadío de desarrollo relativo de la enfermedad en distintas sedes de la Udelar y que nos permita ir avanzando en espacios de presencialidad en función de las circunstancias que vamos viviendo con antelación. Es decir que no basta con que cambie una zona; los estudiantes tienen que tener el tiempo para poder tomar decisiones de localización razonables”.
Agregó que a su entender “tener una guía de esta naturaleza ayudaría a ir reconstruyendo algunos espacios de comunidad universitaria que han sido claramente afectados”. En este sentido, indicó que “es importante ir generando lugares y políticas que nos reencuentren en la presencialidad” pero con la flexibilidad de “modular hacia adelante y hacia atrás si fuera necesario”.
Docentes y estudiantes
A su turno, Gregory Randall, de la Asociación de Docentes de la Udelar, detalló que el tema se habló a la interna del colectivo y la postura general es que es necesario volver a tener encuentros presenciales. “Es particularmente importante rescatar la convivencia de los docentes dentro de la institución; todos sabemos que se ha seguido trabajando, pero indudablemente hay aspectos de la vida universitaria que se ven perjudicados por no convivir e intercambiar en los pasillos”, afirmó.
Por su parte, el consejero estudiantil, Andrés Fernández, dijo que “no se puede subestimar el efecto que tuvo el comunicado de rectorado en el que se instala la idea de que este primer semestre va a ser preponderantemente virtual, porque 50% de los estudiantes viene del interior, y entre 30% y 40% no son del área metropolitana, por tanto se tienen que mudar. Eso implica que ya hay gente que no se está preparando para venir a Montevideo”.
Según entiende la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay, “la solicitud a los servicios de planificar preponderantemente los cursos en forma virtual de alguna manera debe ser matizada en tanto existen formas de modalidades mixtas”, dijo Fernández. Remarcó que es necesario mantener la virtualidad para los que no pueden concurrir por diversos motivos, pero también se requiere que los servicios puedan “planificar instancias presenciales y poder avanzar en la recuperación de espacios de presencialidad, de encuentro entre estudiantes, espacios de debates que son necesarios, que necesitan una soltura, naturalidad y los recursos infinitamente mejores de los espacios físicos de la facultad”.