La organización Eduy21 surgió en 2016 para abogar por el cambio educativo en Uruguay. Esto ocurrió meses después de que dos de sus referentes, Fernando Filgueira y Juan Pedro Mir, renunciaran a sus cargos como subsecretario y director de Educación en el Ministerio de Educación y Cultura. En mayo de 2018 se presentó públicamente un Libro abierto con propuestas para generar las transformaciones o al menos iniciar discusiones para lograr un gran acuerdo educativo que incluyera a diversos actores políticos y sociales.

Mientras gobernó el Frente Amplio (FA), fueron pocos los integrantes de ese partido los que integraron la organización, que planteaba propuestas que en buena parte no estaban en línea con los planes de las autoridades del momento. Si bien el actual presidente de la República, Luis Lacalle Pou, siempre se mostró a favor de la iniciativa, y el actual presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, integró Eduy21, desde la organización esperaban que sus ideas fueran más tenidas en cuenta. Así lo explicó a El Espectador semanas atrás Renato Opertti, otro de los referentes del colectivo.

A comienzos de 2021 el propio Opertti había comentado que Eduy 21 estaba replanteándose si continuar o no con su labor, dado que no estaba encontrando “la oportunidad de plantear ideas”. Si bien en el correr del año la organización fue convocada a algunos ámbitos en los que pudo expresar sus puntos de vista en el marco de la transformación educativa que impulsa ANEP, las autoridades de la educación han dejado claro que son ellos quienes tomarán las decisiones.

En diálogo con la diaria, Mir, actual presidente de la comisión directiva de Eduy21, señaló que tras pasar raya, desde la organización están “convencidos” de que son un espacio de la sociedad civil “que vale la pena seguir sosteniendo para generar la transformación educativa”. “Sin sustituir a nadie, vamos a seguir trabajando con fuerte peso educativo y pedagógico, y seguir con la hoja de ruta del Libro abierto”, que, por ejemplo, incluye la formación de un marco curricular común de tres a 15 años y el desarrollo de la inversión educativa y de la profesionalidad docente, señaló Mir. Además, seguirán adelante con su “trabajo de observación y monitoreo de las transformaciones educativas” que están actualmente en marcha, agregó.

Consultado sobre qué implicó para la organización que muchos de sus integrantes ocupen cargos de responsabilidad en el actual gobierno –como es el caso de Silva, el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, y la directora de Políticas Educativas de ANEP, Adriana Aristimuño–, Mir respondió que Eduy21 debió “reorganizarse”. “Para nosotros es fundamental mantener la autonomía con respecto al gobierno” o cualquier “corporación de poder”, dijo, y añadió que la organización está integrada por “un grupo de ciudadanos” que trabajan desde la docencia y otros ámbitos profesionales. “Nos ha significado reorganizar la agenda y los procesos”, resumió.

Si bien algunos dirigentes de sindicatos como la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria han afirmado públicamente que Eduy21 está por detrás de la reforma educativa que promueve la ANEP, Mir aseguró que la organización “no tiene poder de estar atrás de nada”. “Somos librepensadores y actuamos en forma independiente, es un error conceptual de quien pueda afirmar que Eduy21 está por detrás del gobierno. Es subestimar a las autoridades del gobierno, que tienen su propia agenda y no es la de Eduy21”, planteó. Al respecto, señaló que así como lo actuado en materia educativa durante los gobiernos del FA no fue responsabilidad ni de los docentes ni de los sindicatos sino del gobierno, “acá la responsabilidad política es de la coalición” multicolor, y “Eduy21 es un actor de la sociedad civil como hay otros”.

En cuanto a la forma de gestionar el proceso de reforma, Mir señaló que está claro que se realiza con un fuerte liderazgo de Silva en tanto presidente del Codicen, y planteó la necesidad de generar acuerdos políticos y sociales para que los cambios permanezcan en el tiempo.